29 de Marzo
de 2024
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Preocupado por casos de Covid-19 en las sucursales de Coto, Alberto ordenó una audiencia con delegados sindicales para saber la situación en detalle

11. 06. 2020

Será hoy a las 16 con funcionarios del Ministerio de Trabajo. Los empleados denuncian ocultamiento de la situación por parte de la empresa. Además, aseguran que no se respetan los protocolos y que las sucursales no se cierran ante la confirmación de contagios. Varios fueron víctimas de episodios de violencia, y señalan que detrás de las intimidaciones están patotas ligadas al referente sindical en la cadena, Ramón Muerza, a quien acusan de ser cómplice de Alfredo Coto.

Matías Tagliani / Director de Gestión Sindical

La aceleración de los contagios de coronavirus en las sucursales de Coto es alarmante. Con cerca ya de 90 casos confirmados en el personal, los trabajadores denuncian que la situación se puede descontrolar por la negativa de la empresa a aplicar los protocolos sanitarios y a realizar testeos. Además, hay delegados que denuncian ocultamiento por parte de los directivos de la firma, “aprietes” a aquellos empleados que difunden las cifras de infectados, y hasta amenazas y hechos de violencia contra delegados que reclaman medidas de protección.

En ese contexto, distintos representantes de los trabajadores le enviaron una desesperada carta al presidente Alberto Fernández, donde relatan distintos episodios que ocurrieron en las últimas semanas y le solicitan una audiencia urgente para ponerlo al tanto de toda la situación y pedirle que interceda.

Preocupado por el contenido de la misiva, el primer mandatario –según pudo saber en exclusiva Gestión Sindical– acusó recibo y ordenó un encuentro virtual entre los empleados denunciantes y funcionarios del Ministerio de Trabajo, que encabeza Claudio Moroni. Tendrá lugar hoy jueves a las 16.

Una situación cada vez más tensa

La gota que rebalsó el vaso fue, tal como informara este portal, la confirmación de 20 casos de COVID-19 en trabajadores de la sucursal ubicada en el centro de Quilmes. La escena fue dantesca: a pesar de lo exorbitante del número, los gerentes se negaban a cerrar el comercio para realizar la correspondiente desinfección.

Fue tras horas de protestas y un paro, que tuvo que intervenir la intendenta local, Mayra Mendoza, y acordó junto funcionarios del Ministerio de Trabajo bonaerense, representantes sindicales y gerentes de la tienda, el cierre preventivo, el aislamiento, licenciamiento y testeo de 100 empleados, y la reapertura al día siguiente con personal de otras sucursales.

Pero insólitamente, al cierre de esta nota, Gestión Sindical se enteró que el polémico empresario Alfredo Coto y su esposa Gloria se reunieron ayer a la tarde con integrantes del Centro de Empleados de Comercio de Quilmes para intentar revertir la decisión y que vuelvan a sus puestos los trabajadores que aun no tienen los resultados de sus pruebas.

Una carta que cuenta hechos aberrantes

En el texto que recibió el Presidente y al cual este portal tuvo acceso, los empleados perseguidos aseguran que “como trabajadores esenciales ponemos lo mejor de nosotros para cumplimentar y acompañar con responsabilidad cada una de las medidas adoptadas por el ejecutivo nacional”. Pero no así “la empresa COTO CICSA”, que incumple “protocolos, tapando casos, amenazando a trabajadores para que no se diga nada al respecto de los casos de COVID-19 positivos que se dan en la cadena”.

A continuación, el texto relata episodios de violencia. Tales fueron los casos de Héctor Castro (sucursal Retiro) y Natalia Galeano (sucursal Floresta), que denunciaron golpizas por reclamar que se respeten los controles sanitarios y que se hagan más testeos. Rodolfo Ibañez, del Coto 25 de San Telmo, por su parte, está en conflicto porque no le pagan el sueldo “por reclamar”. También manifestaron hostigamiento y persecución Darío Perrone y Luis Giménez, ambos de la tienda ubicada en el barrio de Belgrano.

Todas las miradas apuntan a Ramón Muerza

El jueves 7 de mayo Castro denunció a Diego Vega, el jefe de personal de la sucursal Retiro por ocultar dos casos de COVID-19, y no activar el protocolo de desinfección y por evitar el aislamiento de las 30 personas que estuvieron en contacto estrecho con los infectados. Como consecuencia, fue amenazado tanto por Vega, como por una patota sindical. Un mes después, asegura que las cosas no han cambiado mucho.

Actualmente, Castro circula con un botón anti pánico provisto por la justicia debido a la golpiza que sufrió hace unos meses. Asegura que se la propinaron miembros de la Agrupación ‘Granate Morada’ comandada por Ramón Muerza, quien infructuosamente intentó desbancar a Armando Cavalieri en la elección del Sindicato de Empleados de Comercio (SEC) de Capital Federal de 2018.

Muerza suele presentarse a sí mismo como “delegado general” de la cadena Coto. Según pudo averiguar este portal, tal figura no existe en el estatuto del SEC. De hecho, un dirigente con muchos años de experiencia en el gremio bromeó al respecto: “En todo caso es delegado general de Alfredo Coto, como quedó demostrado en los incidentes de Ramos Mejía”.

Se refiere a la queja encabezada por el propio empresario cuando la Municipalidad de La Matanza le clausuró la sucursal de la mencionada por no respetar los precios máximos de referencia fijados por el Gobierno y por vender alimentos en mal estado. La escena se vio en todo el país a través de los principales noticieros y en horario central. Al lado de Alfredo Coto, en la escena, se lo vio a Muerza quien hizo una encendida defensa del empresario ante la mirada atónita de muchos.

Con barbijos y delegados movidos de otras sucursales para la ocasión, Coto y Muerza rompieron todos los protocolos de seguridad en plena cuarentena, aglomeraron a los trabajadores de la sucursal Ramos Mejía y pidieron que levanten la sanción que horas antes habían impuesto sobre esa tienda.

Horas antes, una escena similar se había vivido en la sucursal Sarandí, donde también se comprobaron precios por sobre los máximos y el local también había sido clausurado.

La presencia de Coto en ambas sucursales no llamó la atención, teniendo en cuenta la fuerte presencia en persona que suele desplegar “Don Alfredo” en cada uno de los establecimientos y sobre la cadena en general.

Lo que sí sorprendió fue la velocidad con la que Muerza, y sus delegados, llegaron para apoyar el levantamiento patronal contra las clausuras.

Por último, en las últimas horas, se viralizó un video de la ya mencionada delegada Natalia Galeano de la sucursal 180 de Floresta. En esta ocasión denuncia que en las últimas se detectó en la tienda un nuevo caso positivo de coronavirus y la empresa se negó a cerrar el local y seguía “funcionando como si nada”. “La verdad que esto es una aberración. Están atentando contra la integridad física de los compañeros y clientes. Hoy mandaron desde la empresa a una médica, pero solamente para dar una charla. Ni siquiera tienen el tupé de venir a dar soluciones y a decir que se haga el test”, expresó.

https://twitter.com/autoconvocado15/status/1270782789017907200

Son días difíciles para los trabajadores de Coto. Pero están esperanzados con que sus reclamos sean escuchados en la audiencia con el Ministerio de Trabajo y se tomen medidas para preservar su salud y la de quienes asisten a hacer compras.

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