Estanflación: Milei dio un pronóstico negro para 2024 e insistió en que no hay «plata para el aguinaldo»

El presidente electo aseguró que se viene una estanflación: recesión acompañada de una suba de precio. Es algo que en Argentina tuvo su primera vez en 1976.

Recién llegado de su gira por Estados Unidos, y luego de confirmar a Luis «Toto» Caputo como el ministro de Economía de su gobierno, el presidente electo, Javier Milei, analizó la situación de los próximos meses y aseguró que «la Argentina sufrirá una estanflación«, esto es, inflación sin crecimiento, diferenciándola de manera tácita de la situación actual.

El libertario indicó que eso sucederá a partir de distintas medidas que tomará a partir del 10 de diciembre: «Va a haber una estanflación porque cuando vos hagas el reordenamiento fiscal te va a impactar negativamente en la actividad económica. Por eso yo digo que la única billetera que está abierta es la del capital humano para dar contención a los caídos».

Asimismo expresó que, pasados esos primeros meses, aspira a que las medidas que tomará su equipo económico permitirán terminar con la inflación en un lapso de 18 a 24 meses.

Luego opinó: «Estamos peor que en la previa de la hiperinflación de (Raúl) Alfonsín. ¿Queremos seguir con esta fiesta? Después no se quejen». 

Milei: es esto o la hiperinflación

Tal como ya había hecho en campaña, Milei comparó los niveles de pobreza e indigencia actuales con los de 2001 diciendo que ahora el país está peor, algo que ya fue en su momento desmentido por el economista Orlando Ferreres, en quien, según sus propias palabras, el presidente electo se basó para dar ese diagnóstico.

«Los que plantean este problema porque no quieren tocar ‘la propia’ serán los responsables ante la sociedad de generar un desastre hiperinflacionario que será el peor de la historia, con el agravante de que estamos partiendo de niveles de pobreza e indigencia peores que en el 2001. ¿Quieren continuar con esta irresponsabilidad? Ese es el resultado».

Milei también volvió a referirse al pago de aguinaldos al sector público, nuevamente sin garantizar su pago.

«¿Que no haya plata para el aguinaldo es culpa mía o del gobierno actual? Tengo entendido que tenemos un sistema de gobierno federal. Si a vos en tu casa no te alcanza la plata, ¿cómo lo arreglás? ¿Bajando el gasto o te vas de caño (salir a robar)? Si tenés un déficit, y no bajás el gasto, lo vas a financiar de alguna manera», planteó.

Y completó: «Si lo financiás con deuda, estás pasando la cuenta a las generaciones futuras, gente que ni siquiera votó o ni siquiera nació. Si lo hacés emitiendo dinero, generás una redistribución forzada vía la inflación. Tendrán que poner las cuentas en orden, se acabó la historia del déficit fiscal«.

MILEI PRESIDENTE: UNA ENORME MARCHA PIQUETERA DE «BIENVENIDA» SERÁ SU PRIMERA PRUEBA DE FUEGO

Respecto a la estanflación, el primer año en el que se produjo de manera nítida en nuestro país fue 1976, en el inicio de la dictadura de Jorge Rafael Videla, con un PBI que cayó 2% en medio de una inflación de más del 400%.

Sin embargo, muchos toman como un antecedente determinante lo que pasó en la segunda mitad del año anterior, durante la presidencia de María Estela Martínez de Perón, con la aplicación de lo que posteriormente se conoció como «Rodrigazo», por Celestino Rodrigo ministro de Economía del 2 de junio al 17 de julio de ese año.

En cinco décadas, 14 años de estanflación

Las cifras de 1975 muestran una inflación del 182% y un PBI que no tuvo variación respecto del precedente, aunque con una caída en los últimos dos trimestres.

Para encontrar una inflación anual de tres dígitos anterior a esos años hay que remontarse al 113% de 1959, pero en ese caso no puede hablarse de estanflación ya que la economía estaba en crecimiento.

La combinación de inflación y estancamiento económico volvió a registrarse en 1978, 1981 y 1982, y dejó una situación preocupante para los gobiernos democráticos que se sucedieron a partir de 1983. 

El Plan Austral de 1985 buscó ponerle fin a la estanflación, pero no pudo evitar que ese año la inflación se ubicara en un 385% y la economía registrara un descenso del 7%.

EL LLAMATIVO PEDIDO DE UN JEFE DE LA UOCRA A MILEI: «SUFRAMOS TODOS»

La implementación en 1991 del régimen de convertibilidad (de Domingo Cavallo) interrumpió por una década la continuidad de la recesión junto a la suba de precios: sí hubo años de recesión y, en especial en la etapa final de la convertibilidad, índices negativos en casi todos los sectores de la economía, pero sin inflación.

El dúo hizo su regreso en 2002. Desde entonces, la coexistencia de las dos variables volvió a darse en 2009, 2012, 2014, 2016, 2018, 2019 y 2020, de lo que se desprende que la estanflación estuvo presente en la Argentina en por lo menos 14 de los últimos 48 años.