12 de Octubre
de 2024
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Los movimientos sociales y el clasismo se suman a las marchas contra las políticas laborales del gobierno

15. 02. 2018

El llamado “triunvirato social” anuncio que marchará tanto mañana 15 como el 21 de febrero, y criticó el “diálogo empastado” que existe con el oficialismo. Además, sectores vinculados a la izquierda comprometieron su presencia. Distintas miradas sobre las condiciones para un paro nacional.

Diego Lanese / Especial para Gestión Sindical

“Será una marcha multitudinaria”, prometió Pablo Moyano, secretario Adjunto de los Camioneros, que durante el fin de semana largo tuvo una especie de raid por diversos sectores para lograr apoyos a la movilización del 21 de febrero. Ante la decisión de los grandes gremios de la CGT de no sumarse, los organizadores de la protesta comenzaron conversaciones con espacios alternativos, entre ellos los movimientos sociales. Así, el “triunvirato social”, como se conoce a sector que forman Barrios de Pie, la CTEP y la CCC comprometieron su participación, no sólo a la movilización organizada por el moyanismo, sino además a la jornada de lucha de mañana jueves 15, que lanzó la versión Perón de la CTA Autónoma. Con la mira puesta en los despidos y el ajuste, se espera la llegada a Capital Federal de varias columnas de gremios y organizaciones de base, que confluirán al mediodía en la Ciudad de Buenos Aires. El clasismo también adelantó que participará de ambas jornadas, y reclamó un paro nacional. Por las presiones judiciales sufridas, Hugo Moyano adelantó que al otro día de la movilización de la semana próxima, denunciará al gobierno nacional ante la Organización Internacional del Trabajo (OIT).

El apoyo de los movimientos sociales a ambas jornadas de protesta se terminó de confirmar en estas horas, luego de encuentros de sus referentes con dirigentes sindicales. “Marchamos contra los despidos, y reclamando la emergencia social y alimentaria, una serie de reclamos de las agrupaciones sociales, lo vamos a hacer tanto este jueves como el 21”, sostuvo Daniel Menéndez, coordinador nacional de Barrios de Pie. Según le adelantó a Gestión Sindical, mañana la movida incluirá una movilización a la ciudad de La Plata y la instalación de ollas populares. “Entendemos que hay un gobierno que avanza sobre los derechos de los trabajadores”, agregó. en este sentido, Menéndez se quejó de la situación que está la relación del sector con el gobierno de Mauricio Macri: “hoy el diálogo está bastante empastado, producto del ajuste que están llevando adelante”. “Hay un recorte evidente de las políticas sociales, hay planteos que no terminan de tener respuesta, y eso hace que el diálogo esté más tenso. Tenemos una mirada muy crítica del momento actual”, dijo.

En el camino tanto a la marcha de mañana como la del 21 hubo varios sectores que pese a algunos indicios iniciales decidieron bajarse. El caso más claro es el integrante del triunvirato de la CGT, Carlos Acuña, que se cruzó con su par Héctor Daer una semana atrás por criticar la medida y luego decidió no marchar. Se mantiene firmes la CTA Autónoma que responde a Pablo Micheli, la CTA de los Trabajadores de Hugo Yasky y la Corriente Federal de Sergio Palazzo. Sobre la ausencia de otros espacio, Menéndez le restó dramatismo: “hay algunos que se disponen a pelear y otros le buscan la vuelta para negociar y tener una actitud más dialoguista, eso a lo largo de la historia ha pasado reiteradas veces, nosotros apuntamos a estar cerca de quienes defienden a los trabajadores. Tratamos de ponerle un freno a esta política económica”, remarcó.

En tanto, gremios y sectores clasistas también se sumarán a ambas jornadas de lucha, como sucedió a fin de año cuando hubo movilizaciones contra los proyectos de reforma laboral y previsional. “Será una gran jornada de lucha junto a los trabajadores mineros de Río Turbio, del hospital Posadas, del SENASA, Fanazul, del INTI y de la Federación Azucarera”, adelantó Jorge Adaro, titular del gremio docente Ademys, que forma parte de la Coordinadora Sindical Clasista. En conferencia de prensa realizada este miércoles, el dirigente argumento que su presencia en las dos fechas responde “a nuestra postura contra la brutal política de ajuste, contra los despidos y los tarifazos, contra la represión y contra la reforma laboral, en salud y educación”.

Como sucedió con sectores de la CTA Autónoma, para el clasismo es necesario convocar a un paro nacional, para reunir y unificar todas las luchas. “El gobierno hace campaña contra las ‘mafias sindicales’ para tapar el ajuste y desacreditar los justos reclamos. El mismo gobierno que mantiene la tregua con otros dirigentes traidores para hacer pasar el ajuste”, destacó Adaro. La idea es un paro nacional es tomada con cautela por otros sectores, como los movimientos sociales. “Hoy tenemos un evidente avance del gobierno por flexibilizar las condiciones de trabajo, con paritarias a la baja, más que un paro nacional lo que hay que tener es un agrupamiento popular que pueda darle más masividad al cuestionamiento a esa política económica. Estamos en camino de juntar una parte de la CGT, las dos CTA y los movimientos sociales, la Corriente Federal, desde ahí es importante sostener una masa crítica”, concluyó Menéndez.

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