El titular de Obras Sanitarias opinó que una privatización es innecesaria. Sobre los salarios, Lingeri dijo que «Es una falacia» que «le ganaron a la inflación».
El secretario general del Sindicato Gran Buenos Aires de Trabajadores de Obras Sanitarias (Sgbatos), José Luis Lingeri, volvió a marcarle la cancha a Javier Milei, al dejar en claro que no aceptará la posible privatización de Aguas y Saneamientos Argentinos (AySA) ni el techo salarial que se intenta imponer desde la Casa Rosada.
Además, el dirigente sindical, quien siempre se muestra muy crítico del Gobierno nacional, desmintió lo que pretenden instalar desde el Ejecutivo, asegurando que «es una falacia que los sueldos le ganaron a la inflación«. Y advirtió que desde su organización defenderán “el poder adquisitivo de los trabajadores”.
Las declaraciones de Lingeri, quien forma parte de la mesa chica de la CGT y fue parte de la comitiva que visitó al Papa Francisco, se dan en un momento de creciente tensión por el futuro de Aerolíneas Argentinas y otras empresas estatales entre las cuales AySA forma parte de las que la Ley Bases autorizó a privatizar.
El caso AySA
El caso de la empresa estatal de agua y saneamientos tiene la particularidad de que tras el fuerte aumento de tarifas (cercano al 280% en lo que va de 2024), los despidos de principios de año y los retiros voluntarios, el balance actual no da pérdidas. De tal modo, una eventual privatización tendría una causa ideológica más que económica.
En eses sentido, Lingeri dejó en claro que está en contra de la privatización y planteó que «hay que poner en orden la caja de la empresa, ver gastos que no sean necesarios».
«Estamos en contra de la privatización, hay medidas alternativas que se pueden acordar -expresó-. Desde hace meses estamos abocados a un ambicioso Plan de Reconversión Laboral y Capacitación, que permita mejorar la productividad de la empresa, haciéndola más eficiente»
Lingeri contra el “congelamiento salarial”
A través del decreto 837/2024, con la firma de Milei, el jefe de Gabinete, Guillermo Francos, y el ministro de Desregulación y Transformación del Estado, Federico Sturzenegger, se otorgó un aumento del 2% para septiembre y de un 1% para octubre a los empleados de la Administración Pública Nacional (APN).
Eso representa un virtual congelamiento de los ingresos, teniendo en cuenta que la inflación para dichos meses se estima entre un 3 y un 4%. Y eso es lo que el Gobierno intenta conseguir para todos los trabajadores, aunque ya este lunes un gremio logró firmar una paritaria por encima del límite planteado.
En este contexto fue que Lingeri dejó en claro que no aceptará “un congelamiento salarial para el personal de la compañía”, en referencia a los trabajadores de AySA.
Actualmente está vigente un acuerdo que se firmó a mitad de año y abarca los meses de julio (3,5%), agosto (3%) y septiembre (2%). Y tanto desde sindicato como de la empresa aseguran que hay un compromiso de las partes de reabrir las paritarias en la segunda quincena de este mes, una vez conocido el Índice de Precios Al Consumidor (IPC) de agosto.
En principio la idea es que la nueva negociación abarque el último trimestre del año, aunque desde Obras Sanitarias no descartan sumarse a la corriente de paritarias semestrales. En ese caso se llegaría hasta marzo de 2025, aunque el gremio exigiría una revisión en diciembre.
“El transporte y los servicios siguen aumentando”
«Se puede entender la postura del Gobierno de dar señales de mejora en la economía, pero no es cierto que los salarios le ganaron a la inflación», afirmó Lingeri, dejando en claro que también se mostrará firme a la hora de negociar el próximo aumento.
En ese sentido añadió que «si bien hay una estabilización en la inflación, el transporte y los servicios siguen aumentando, pegándole al bolsillo de los trabajadores».
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A la vez que insistió en que «vamos a defender el poder adquisitivo de los salarios de los empleados de AYSA a tono con la lucha que mantienen todos los trabajadores estatales». Y aclaró que «hasta el momento ni siquiera hemos comenzado a discutir una pauta salarial», advirtiendo que “con la actual situación, debemos ser cautos e inteligentes».
Por último, planteó que «desde diciembre hasta hoy perdimos aproximadamente un 25% de salario», frente a lo cual fue que dejó en claro que «no estamos en condiciones de aceptar un congelamiento salarial».
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