Camioneros: cuál fue el cambio clave para que Caputo les homologara el aumento que reclamaban
La paritaria de Camioneros se destrabó con una redistribución de los porcentajes y cambio en la fecha de la próxima discusión.
La pelea entre el sindicato de Camioneros y el Gobierno nacional representado por Luis Caputo, por la homologación de la paritaria que el Ministerio de Economía se negaba a convalidar, terminó con “fallo dividido”.
Hugo Moyano consiguió el porcentaje que pretendía y había acordado con las cámaras empresarias, en tanto que el Ejecutivo nacional logró reordenar los porcentajes de manera que no pareciera que cedió ante la posibilidad de que el gremio paralizara el transporte de carga en todo el país, y también pudo estirar el plazo para una nueva negociación.
Esto último es importante para el Gobierno porque el acuerdo firmado llega hasta abril y las próximas reuniones entre gremio y empresas serán en junio, con lo cual lo que corresponda a mayo se negociará hacia atrás, con una recomposición retroactiva en todo caso, y no hacia adelante en base a las proyecciones inflacionarias oficialistas.
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De esta manera, se saca de la cancha la pretensión de Caputo de que para mayo y junio se firmaran aumentos que no superaran el 2% -lo que él considera que estará en línea con la inflación-, en tanto que los Camioneros tendrán que esperar un mes más para volver a recomponer salarios pero lo harán pudiendo basarse en inflación pasada.
¿Qué cambió en la paritaria de Camioneros?
Más números pero más chicos: en resumidas cuentas, así se resolvió el intrígulis que parecía no tener salida para el conflicto entre el sindicato de Camioneros y el Ministerio de Economía, de donde bajaba la orden de no homologar, por más que la firma dentro del Gobierno le correspondiera a la Secretaría de Trabajo.
El acuerdo original firmado por el gremio y las cámaras empresarias del Transporte pero que la Secretaría de Trabajo se negó a homologar porque Caputo consideró que no era “razonable”, resolvía un aumento del 45% en dos meses: 25% en marzo y 20% en abril.
El problema era que los porcentajes superaban la inflación de estos dos meses -más allá de que en realidad recuperaban lo perdido contra el alza de precios de los meses anteriores.
En lugar de eso, lo que terminó cerrándose fue un 16% para marzo y 9% de abril, más dos porcentajes de “recomposición” remunerativos del 10% en marzo y 7% en abril, calculados en base al salario de marzo.
A su vez, habrá un aumento extra del 2% para Correo, Expreso y Logística. De este modo, para el gremio en general el incremento será cercano al 45%, mínimamente por debajo, y para esas tres ramas, mínimamente por arriba.
Nos vemos en junio
La última diferencia tiene que ver con la fecha estipulada para una nueva reunión para discutir salarios, que se estableció que sea a partir del 31 de mayo, de modo que los próximos aumentos (retroactivos o no) recién se negociarán en junio, evitando conflictos con los Moyano hasta entonces.
Así, el Gobierno consiguió el objetivo de no mostrar que cedía ante la pretensión del 45% y también el de apaciguar un foco de conflicto con un gremio fuerte, al menos por los próximos dos meses. El de máxima, de debilitar el paro general de la CGT convocado para el 9 de mayo al concederle un acuerdo al más combativo de los secretarios generales de la central obrera, parece más peregrino.
Hugo y Pablo Moyano, por su lado, lograron presentarles a sus bases un ajuste salarial no menor al que vinieron peleando hasta ahora, más allá de que, como describió Pablo, hubo que “dibujar números”.
El camino del acuerdo
El nuevo entendimiento fue firmado por las cámaras Faetyl y Catac. En tanto, se prevé que Fadeeac lo haga en los próximos días. Esta es la cámara que impugnó el acuerdo original pese a que lo había firmado, debido a una interna en la que algunas empresas -según denunció Moyano, ligadas con el macrismo- rechazaron lo rubricado.
Mientras tanto, el gremio ya había dejado saber que la mayoría de las empresas ya comenzaron a pagar el aumento pactado originalmente sin esperar lo que hiciera o no el Gobierno, para evitar medidas de fuerza. Es que hoy a las firmas no les conviene perder días de trabajo por conflictos con el sindicato de los Moyano.
Con este acuerdo, el personal operativo (choferes) de tercera categoría, la más baja, cobra a partir de marzo un básico de $421.445,50, mientras que el salario de un ayudante (el menor de la escala) es de $391.494,71.
En abril, estas dos categorías pasan, respectivamente, a 488.876,88 y 454.133,87.
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