Huelga contra Elon Musk en Suecia: empezaron 130 trabajadores y van camino a ser más de un millón
El conflicto de Tesla en Suecia lleva un mes y se podría extender a otros países. La última movida de los sindicatos contra la firma de Elon Musk le impediría entregar 0 km.
Hoy por hoy, uno de los mayores conflictos gremiales del mundo es el que llevan a cabo desde hace un tiempo las fábricas de Tesla, en Suecia. De todas maneras, lo curioso del caso es cómo empezó y a qué consecuencias puede llegar. Es que lo que comenzó como un conflicto que involucraba a tan solo 130 empleados de la firma de Elon Musk podría superar el millón de trabajadores.
Actualmente hay ocho sindicatos en huelga contra la compañía automotriz y el último en sumarse podría empezar a traerle consecuencias importantes al megamillonario: el de trabajadores del correo de Suecia. Es que son los encargados del envío de las patentes de los autos nuevos. Sin esas patentes, los vehículos no pueden salir a la calle. Y el gobierno sueco ya le informó a Musk que no hay ninguna alternativa.
La reacción de Musk
«Es una locura», manifestó, en referencia a la medida sindical, Musk, quien además de ser el CEO de Tesla ostenta el título de uno de los hombres más ricos del mundo.
No es una novedad que el magnate, también CEO de X (el nuevo nombre que le puso a Twitter) es conocido por no estar a favor de las políticas sindicales. De hecho, cuando se hizo cargo de la red social una de sus primeras medidas fue una fuerte reducción del personal.
Es por eso que, desde el 27 de octubre, luego de que 130 operarios buscaran la aprobación de un convenio colectivo de trabajo, lo que comenzó como un conflicto de pequeña escala terminó por generar un alcance que ni Musk ni los propios trabajadores hubieran creído posible.
La escalada de la huelga
La «bola de nieve solidaria» con los operarios de Tesla no es casual. Para los fuertes sindicatos suecos -y en especial el poderoso sindicato de metalúrgicos, con unos 300 mil afiliados- un triunfo de Musk en la batalla contra sus empleados podría debilitar el sistema laboral de un país en el cual el 90% de los trabajadores están bajo convenios colectivos.
Así es que ya son ocho los gremios plegados a la huelga, con un número de trabajadores que supera largamente los 500 mil y podría estirarse y pasar el millón si el conflicto traspasa fronteras. «Podría convertirse en una bola de nieve en distintos países y replicarse en otros lugares. El mayor riesgo es evidentemente Alemania«, estimó el analista berlinés del Financial Times Matthias Schmidt.
Noruega es otro país donde la chispa sueca podría encender el conflicto. Allí, la principal organización sindical de trabajadores del sector privado, la Federación Sindical Unitaria, ya se ha manifestado dispuesta a realizar «acciones solidarias» en apoyo a la huelga de Suecia.
Cómo comenzó el conflicto con Tesla
«No lo hacen en ninguna parte del mundo», alegaron los responsables de Tesla cuando los trabajadores suecos plantearon la necesidad de un convenio colectivo. Es así que, debido a las huelgas solidarias, otras empresas (incluso de diversos sectores) comenzaron con huelgas y ceses de tareas estratégicos para la operatividad de la empresa automotriz.
El respaldo de trabajadores portuarios, empleados de concesionarias de vehículos y recogida de basura, electricistas, técnicos y hasta taxistas comenzaron a inquietar de a poco a la empresa de Musk.
Por ese motivo, el empresario tuvo que recurrir a que los coches entren en Suecia por tierra, con ayuda de empresas extranjeras. Una opción mucho más cara y contaminante que la vía marítima, pero a fin de cuentas, la única disponible.
La estrategia que puso en jaque a Elon Musk
Más allá de que Musk, a pesar del insólito alcance del conflicto, controlaba la situación, no había contado con que los trabajadores obtengan el apoyo de un sector inesperado: el de los carteros.
A modo de respaldo a la huelga, los empleados postales dejaron de entregar envíos a las oficinas de Tesla y los talleres, con las importantes repercusiones que acarrearía una decisión así para su negocio: en Suecia las matrículas emitidas por la Agencia de Transportes se entregan por vía postal, con lo que un bloqueo podría complicar la circulación de nuevos Tesla.
Por ende, cuando se acaben las matrículas que ya están en sus almacenes, Tesla no podrá poner coches en la calle con matrícula de Suecia.
Claro que la empresa dirigida por el CEO sudafricano iba a intentar resolver el conflicto de maneras un tanto oscuras. Por ende, se contactaron con Transportstyrelsen, el organismo estatal encargado de enviar las matrículas, para cambiar las «formas alternativas de distribución de matrículas».
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No obstante, la respuesta del organismo fue contundente: «Transportstyrelsen no modificará la distribución de las matrículas. Cualquier otra forma de distribuir las matrículas contradice la legislación sueca».
“Tesla está en su derecho legal de no firmar un convenio colectivo y la Agencia Sueca de Transporte tiene el deber legal de entregar las placas de matrícula”, denunció la compañía de Musk. Y no se quedó allí sino que, además, presentó una demanda contra la Dirección General de Transportes de Suecia por no poder acceder a matrículas para vehículos nuevos.
El conflicto, que ya lleva un mes de disputa, de haber iniciado con tan solo 130 mecánicos distribuidos en los 10 talleres de Tesla en siete ciudades, entre todos los gremios adheridos, podría alcanzar a un millón de trabajadores.
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