Salario mínimo medido en dólares: en toda Latinoamérica, Argentina solo supera a Venezuela

Aun con el dólar planchado y con los ajustes de febrero y marzo, el salario mínimo tiene uno de los poderes adquisitivos más bajos de la región.

Aunque el Salario Mínimo Vital y Móvil (SMVM) se fijó en $180.000 para febrero de 2024 y en $202.800 para marzo, lo que representa un aumento del 30% en estos dos meses, obviamente no se trata de una buena noticia. Y menos si se lo compara con el dólar y con el resto de América Latina.

En términos reales de poder adquisitivo, la suma representa el nivel más bajo desde junio de 2003. Y calculado en dólares, aun con la divisa norteamericana planchada debajo de los $900 por el «crawling peg» de Luis Caputo, el salario mínimo argentino es el penúltimo más bajo de Latinoamérica, superando solo al de Venezuela.

El ranking del salario mínimo

Un informe de la consultora Focus Market en febrero ubicó en ese lugar al salario mínimo argentino con un valor equivalente a 164 dólares. El que lo precede inmediatamente en ese ranking es el de República Dominicana, un 50% más alto (241 dólares) y únicamente queda debajo el de Venezuela que, por la particular situación del país gobernado por Nicolás Maduro, está en USD 3,61.

Si bien el ajuste sobre el salario mínimo en marzo lo lleva un poco más arriba (233 dólares, calculado al oficial, o 195 al blue), no alcanza para que Argentina salga de ese penúltimo lugar en una tabla que lidera Costa Rica, con un sueldo minimo de 687 dólares.

Inmediatamente debajo del país centroamericano aparecen dos países limítrofes de Argentina: Uruguay (570) y Chile (521).

Muy lejos queda 2015 cuando, al dejar el gobierno Cristina Kirchner, Argentina tenía el salario mínimo -medido en dólares- más alto de Latinoamérica, ya fuera calculado con el valor oficial (que lo establecía por encima de los USD 607) o el paralelo.

Privados y públicos: resultados idénticos

Si se tiene en cuenta la revisión salarial desde el 2011, durante el segundo mandato de Cristina Kirchner, un relevamiento llevado a cabo por IProfesional adviritó que contó con una inflación acumulada del 204%, con un salario del sector público con 206%. Mauricio Macri y Alberto Fernández arrasaron con esa realidad.

Mientras en el primer caso la inflación acumulada en la gestión de Mauricio Macri fue de 297%, el salario público avanzó 139%. Para el caso de Alberto Fernández en su gestión fue de 1.143% y el salario público subió 896%. 

Algo similar ocurre con el salario en los privados. Durante el mismo período de gestión de CFK, evolucionó un 163% frente a una inflación acumulada del 204%. Mientras la inflación acumulada en la gestión de Mauricio Macri fue 297%, los asalariados registrados tuvieron un aumento de su ingreso de 155%. Y, para el caso de Alberto Fernández, frente a una inflación acumulada de 1.143% el salario evolucionó 974%. 

Trabajadores en negro: vulnerabilidad total

Los asalariados no registrados estuvieron en la peor situación. Este salario evolucionó 159% frente a 204% de inflación acumulada en el gobierno de Cristina Fernández, 124% frente a inflación del 297% en el gobierno de Mauricio Macri y 595 % frente a inflación de 1.143% en el gobierno de Alberto Fernández.

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Y en ese punto resulta preocupante la situación del país frente al resto de América Latina: Argentina se encuentra en el anteúltimo puesto, con un salario mínimo de u$s164, siendo Venezuela el país que ocupa el primer puesto en el podio de este ranking con un SMVM de 3,61 dólares.

Salario rubro por rubro

La situación más alarmante se registra en sectores como la construcción, laboratorios y electrodomésticos, tanto a corto como a largo plazo, según lo informado por la consultora Abeceb, debido a al freno de la obra pública, encarecimiento de costos ante el salto del tipo de cambio, menor demanda ante el incremento de precios para el sector médico, entre otros.

El sector automotriz, en cambio, se encuentra en un punto medio. En el corto plazo la demanda interna se va a deteriorar, es probable que por la recuperación del agro arrastre a sectores vinculados a estos dos últimos.

Finalmente, entre los que se esperan mejoras en términos reales en corto y largo plazo son sectores como petróleo, gas, minería, servicios de conocimiento, agroindustria y energía.

La recuperación de estos últimos sectores se debe a que medidas como la corrección de precios de combustibles, liberalización de exportaciones, impulso a la digitalización, desarrollo de nuevas tecnologías, recomposición de tarifas y mayores niveles de producción permitirán que sean los que puedan contener la caída de la actividad en el segundo trimestre de 2024.

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Hasta ahora, la economía argentina venía traccionada por el impulso del sector público a través del cobro de impuesto y emisión monetaria. Esta última acción implicó que nuestro país hoy tenga la inflación más elevada del mundo. El gobierno nacional está dispuesto a lograr superávit fiscal y esto necesariamente implica reducir el gasto público y cerrar la emisión monetaria para financiarlo.

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En el corto plazo, esto generará una contracción y caída de la actividad económica y consumo en el mercado interno. Recomponer salarios en este escenario -estiman- será muy complejo. Hastá dará lugar a una problemática diyuntiva: o aumentar los salarios o preservar la plantilla de empleo.