Milei dijo que un tercio de los trabajadores formales es pobre: ¿verdad o mentira?

La declaración de Milei generó polémica y, aunque los estudios más recientes lo desmienten, el devenir económico va en ese camino.

Javier Milei encendió la polémica con una frase sobre el presente de los trabajadores formales: aseveró que un tercio son pobres. No obstante, no existen informes oficiales que crucen los datos de pobreza y empleo registrado.

Sin embargo, sí hay indicadores que son públicos y se recopilan a través de la Encuesta Permanente de Hogares (EPH), que elabora de manera trimestral el Instituto Nacional de Estadística y Censos (INDEC), para tratar de entender el fenómeno de los empleados en blanco y si están o no en la línea de pobreza.

Lo que dijo Milei y los números

Algo para entender la EPH: no se actualiza mes a mes, sino de forma trimestral. Dicho esto, según un análisis realizado por el investigador del Conicet en el Instituto de Estudios Laborales y del Desarrollo Económico (IELDE) Jorge Paz, sobre la base de datos oficiales, en el segundo semestre de 2023 el 15% de los trabajadores formales vivía en hogares por debajo de la línea de pobreza.

Este número, de acuerdo con el mismo estudio, va en aumento desde el 2017. Lo que no hay, en cualquier caso, son estudios que recaben datos de 2024. Eso sí: tanto Paz como otros analistas coinciden en que el devenir económico desde que Milei es presidente apunta a que el crecimiento del número de trabajadores pobres se haya acentuado en estos últimos meses.

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Por otro lado, si sólo se analiza a los trabajadores informales, la pobreza alcanzaba un 27%.  En ese contexto, el especialista sostuvo: “El cimbronazo de los precios producido por la ruptura entre el modelo económico anterior y el actual seguramente se reflejará en el aumento de la pobreza con empleo formal».

«Ni las paritarias mejor adaptadas al sacudón de enero y a lo que se espera para los próximos meses podrán frenar el aumento de la pobreza. Lo esperable para los próximos meses es lo que se llama un ‘juego de suma negativa’, es decir: no habrá ganadores”, señaló.

Por otra parte, desde el Consejo Nacional de Coordinación de Políticas Sociales, dependiente de Presidencia, se difundió el “Boletín de Empleo y Pobreza” con datos semestrales que incluían las cifras mencionadas en la entrevista por el presidente de la Nación. Sin embargo, el último informe referenciado en ese informe corresponde al segundo semestre de 2022.

La posición de la UCA

El Observatorio de la Deuda Social de la Universidad Católica Argentina (ODSA-UCA) también analizó cómo afecta la pobreza a los trabajadores teniendo en cuenta una encuesta propia realizada en 5.760 hogares, que llevan a cabo en forma periódica desde hace 20 años, y que sirve como dato alternativo al de pobreza e indigencia que publica el INDEC.

En diciembre de 2023, el Observatorio publicó el informe “Argentina siglo XXI: Deudas sociales crónicas y desigualdades crecientes. Perspectivas y desafíos” donde se describe que en dicho año el 32,5% de los trabajadores vivían en hogares en situación de pobreza, pero no especificaba si eran trabajadores con empleo formal o informal.

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Sin embargo, Eduardo Donza, especialista del equipo de Trabajo y Empleo del Observatorio, compartió para distintos medios los datos desglosados en los que se detalla que el 18,6% de los trabajadores del sector privado formal asalariado viven en hogares debajo de la línea de pobreza.

Siete años de caída

Del informe del Observatorio se desprende que “entre 2017 y 2023, las remuneraciones se redujeron dramáticamente: el poder de compra de los ingresos laborales cayó 31% a raíz de la inflación y la recesión prolongada. En un contexto de reducción del desempleo, aparece una nueva figura: el trabajador pobre”.

“Los bajos ingresos y el riesgo de pobreza se distribuyen de manera muy diferencial. Las personas que se desempeñan en el sector informal y quienes tienen empleos precarios o subempleos inestables son las más afectadas, duplicando o triplicando el riesgo promedio”, detalla.

Hay un detalle más y que advierte que la situación será aún peor para los trabajadores formales: todavía restan los que den cuenta de la situación actual, tras la devaluación y el aumento de precios registrado en diciembre de 2023 y febrero de 2024, ya que los últimos computados de manera oficial y alternativa son de 2023.