28 de Marzo
de 2024
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Luego de ser eyectado el PJ, Barrionuevo levanta el perfil y prepara armado sindical propio

14. 09. 2018

Llamó para la semana próxima a un plenario de la vieja CGT Azul y Blanca, para reunir a su tropa. Además, se mete en la interna de las 62 Organizaciones Peronistas y quieren crear una tercera fracción. Los vínculos con el ahora secretario Triaca y la mirada sobre el futuro del justicialismo.

Diego Lanese / Especial para Gestión Sindical

Dueño de una de las frases que más retratan la Argentina durante las últimas décadas (“hay que dejar de robar por dos años”), Luis Barrionuevo se prepara para volver al escenario sindical y político, de cara a los tiempos de definiciones que se vienen. Luego de ser interventor del Partido Justicialista, el líder gastronómico enfoca sus cañones a su vuelta al movimiento obrero, en el que sigue teniendo cierta influencia. En las últimas horas, se conoció una convocatoria para la semana que viene a gremios y dirigentes para relanzar dos espacios dentro de la CGT: la agrupación Azul y Blanca –que fuera la central que comandó luego de su ruptura durante el kirchnerismo –y las 62 Organizaciones Peronistas.

El llamado tomó por sorpresa a propios y extraños, en especial en el segundo de los armados, ya que recientemente un espacio encabezado por el dirigente del vidrio Horacio Valdez asumió la conducción de la fracción peronista. De concretarse, el llamado de Barrionuevo puede terminar por generar tres fracciones en el que fuera concebido como “el brazo político de la CGT”. La relación del dirigente con el ex ministro de Trabajo Jorge Triaca explica de alguna manera el relanzamiento de Barrionuevo al escenario actual.

Mediante un correo electrónico, Barrionuevo convocó “a todas las organizaciones gremiales confederadas” a una reunión para el próximo miércoles 19 a partir de las 10 de la mañana en la sede de la UOM de la Ciudad de Buenos Aires. La convocatoria tiene como objetivo formal la normalización de las “62 Organizaciones Gremiales Justicialistas”, según se lee en el mensaje, que lleva el membrete oficial de la CGT. Pero en el entorno del dirigente agregaron que además se buscará reavivar el viejo armado de la CGT azul y Blanca, que en su momento contuvo a los sindicatos que se fueron de la estructura de la central obrera con el gastronómico, enfrentados con la conducción de Hugo Moyano, afín al kirchnerismo en esos días.

De concretarse, esta sería la tercera fracción de las “seis dos”. La primera es la que el viernes pasado asumió sus cargos, con Valdez a la cabeza y con varios dirigentes cercanos al moyanismo, cuya elección se hizo en la sede del PJ porteño, y que se creía contaba con el aval de Barrionuevo. El segundo espacio es el que lidera ramón Ayala, el líder de UATRE, que contiene a los gremios cercanos al gobierno nacional. A las “62 justicialistas” y las “62 amarillas” se sumaría las “62 barrionuevistas”.

“Nos sorprendió a todos”, admitieron en la fracción Justicialista de las 62 organizaciones. “Barrionuevo estuvo desde el principio en el armado de nuestro espacio, que se fue consolidando y que realizó elecciones cuando estaba como interventor del PJ. Incluso estuvo presente en la asunción de autoridades, así que nos tomó por sorpresa la convocatoria a ese plenario de secretarios generales”, agregó un dirigente ante la consulta de Gestión Sindical. Según aclaró, el llamado del gastronómico responde “a la agrupación Azul y Blanca”, y no a las 62 Organizaciones Peronistas, que “se normalizaron bajo la conducción que lidera Valdez”.

“Nuestros abogados nos dicen que estamos ajustados a derecho, tenemos todo correcto, la documentación está en regla, así que estamos tranquilos. Entendemos que es una cuestión política”, detalló el mismo dirigente. A mediados de agosto se realizó la elección que consagró al dirigente del vidrio como conductor del armado, secundado por el cordobés Nicolás Fitipaldi (SOELSAC) como secretario adjunto, Mariano Larrea (casinos) como secretario Administrativo, Marcelo Díaz (correos y telecomunicaciones) como secretario de organización y Julio González Insfrán (marina mercante) como secretario de Prensa.

Además, la nueva conducción –que asumió el viernes pasado –cuenta con varios dirigentes de peso, como Carlos Villagra (farmacias mutuales, que fue elegido secretario de relaciones Internacionales) y Miguel Pedhelez (municipales, secretario de Gran Buenos Aires).

Barrionuevo llegó a la intervención del PJ por una orden judicial, y en su breve estadía contó con el apoyo de algunas organizaciones sindicales, que volverían a ser “el eje del peronismo”. Además de los viejos aliados de la Azul y Blanca, el gastronómico dejó entrever en esos días que contaba con el apoyo de varios dirigentes de la CGT, como Andrés Rodríguez (UPCN), Omar Maturano (La Fraternidad), Amadeo Genta (municipales porteños), Mario Calegari (UTA), además del integrante del triunvirato Carlos Acuña. Pero los apoyos se fueron diluyendo, y nunca se concretaron. En su mandato, se anunció la normalización de las 62 Organizaciones, que ahora parece desconocerse. La movida, afirman en la sede de Azopardo, tiene cierto aval del gobierno nacional. Todos reconocen el diálogo que existe entre Barrionuevo y el ahora secretario de Trabajo Jorge Triaca, a quien apuntan como el verdadero armador de la movida. “Si se concreta tendremos tres 62, dos oficialistas y una peronista”, dijo una fuente cercana al ex ministerio de Trabajo, con buena llegada a los gremios. “No sabemos quién le hace un favor a quién, pero la jugada es compartida, eso seguro”, agregó la misma fuente ante Gestión Sindical.

En los últimos días, Barrionuevo criticó varias veces al gobierno, sobre todo el jefe de Gabinete Marcos Peña, al que comparó con el viejo ministro de Bienestar social y líder de la triple A José López Rega. Pese a esto, todavía es considera en círculos sindicales como cercano a la Casa Rosada, en especial por su duro enfrentamiento con todo lo que tenga que ver con la gestión de Néstor y Cristina Kirchner.

Por estas horas, hay incertidumbre de quiénes responderán al llamado de la semana próxima; si serán los viejos aliados que formarán otra vez su espacio o si habrá llegada de nuevos gremios, disconformes con la conducción de triunvirato. En las “62 Justicialistas” descartan que cualquiera de sus integrantes vaya a asistir al cónclave. El reciente acercamiento del MASA de Omar Viviani (taxistas) y Sergio Sasia (ferroviarios) a la figura de Juan Manuel Urtubey marca que los gremios van a jugar fuerte en la interna del peronismo, que buscará una síntesis para enfrentar a Cambiemos el año próximo. Tal vez esa sea la explicación del llamado del gastronómico, que alguna vez puso parte de su estructura a disposición de Sergio Massa.

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