Enfermeros de CABA, con salarios atrasados y desconfianza en Jorge Macri: «No creemos en promesas»

Andrea Ramírez, trabajadora del Ramos Mejía y presidenta de ALE, trazó un panorama. Lo que esperan de Jorge Macri y las acciones que encararon.

Los enfermeros porteños nucleados en ALE, Asociación de Licenciados en Enfermería, volvieron a la carga la última semana, con una serie de reclamos por atraso salarial y especialmente para pedirle al future jefe de Gobierno, Jorge Macri, que cumpla con una promesa de campaña: que los incorpore a la ley de profesionales de la salud que rige en CABA.

“Circula el rumor de que Macri arbitraría los medios para incluirnos en la 6035. Nosotras y nosotros, confiamos en dos cosas: en nuestra propia movilización y en los hechos. Ya no creemos en ninguna promesa de marketing electoral. Esperamos que Jorge Macri nos reciba ni bien asuma, eso sí”, le señaló a Gestión Sindical Andrea Ramírez, enfermera del Hospital Ramos Mejía y Presidenta de la ALE.

-¿Qué escenario observan con Macri al frente de la gestión? ¿En qué puede cambiar?

– La nueva gestión de Macri está por verse. Nuestro colectivo viene de una experiencia de confrontación muy fuerte durante los años de Larreta, y en particular en los últimos cinco años desde el 2018 cuando se aprobó la Ley N° 6035 que estableció las condiciones salariales y laborales de los profesionales de la salud, pero un pacto del PRO con lo peor del sindicalismo burocrático y corporativo de la CABA bloqueó nuestro ingreso como enfermería.

-¿Qué pasó entonces?

-A partir de ahí y pandemia mediante, pegamos un salto en conciencia y organización, y de hecho, nuestro sindicato independiente de enfermería, la ALE, se extendió a más de 20 hospitales y CeSAC, y se transformó en una referencia para nuestro colectivo ya que pusimos en agenda el planteo de “reconocer” que la enfermería es profesional, y por lo tanto, tiene que tener las mismas condiciones salariales y laborales que el resto del equipo de salud.

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-¿Con Jorge Macri se puede lograr?

-Veremos. En campaña, él, antes Lousteau incluso, en las PASO dijeron que “iban a reconocer a la enfermería”. El Frente de Izquierda, con el MST en especial, desde la época del diputado Bodart y ahora con Vanesa Gagliardi y Cele Fierro, siempre fueron voces en el recinto por la enfermería. El peronismo fue y vino, con ambigüedades. Veremos en este período.

-¿Cómo ven la situación en ese sentido?

-Circula el rumor de que Macri arbitraría los medios para incluirnos en la 6035. Nosotras y nosotros, confiamos en dos cosas: en nuestra propia movilización y en los hechos. Ya no creemos en ninguna promesa de marketing electoral. Esperamos que Jorge Macri nos reciba ni bien asuma, eso sí.

-¿Qué escenario paritario atraviesan?

-Según datos del INDEC de octubre, una familia necesitó $ 345.295 para no ser pobre en Argentina. Y en CABA, esos valores suben. La canasta familiar en la Ciudad más rica de la Argentina ya supera el medio millón de pesos. La enfermería en Buenos Aires, está por debajo de la canasta de pobreza, categóricamente. Y no te hablo de la enfermería de los municipios del Conurbano o de las provincias del Interior, donde la situación es peor.

-¿Y cuál es el panorama en CABA?

-Acá, lo increíble es que miles de nuestro colectivo trabajando en los mismos servicios que otros profesionales de la salud de hospitales y CeSAC barriales, por estar discriminados de la Ley N° 6035 estamos cobrando menos de la mitad que otros integrantes del equipo de salud. Además, es predominante la composición no remunerativa de nuestro salario, que impacta en aguinaldos pobrísimos y en jubilaciones de hambre. El panorama es desesperante.

-¿Qué acciones encararon, sobre todo para ingresar como profesionales para la ley?

-En los últimos años posiblemente la enfermería concentró el nivel más alto en mucho tiempo de acciones de protesta de distinto tipo, especialmente acá en CABA. Hicimos de todo: paros, movilizaciones, ruidazos, festivales, acampes, cortes de la 9 de Julio, nuestra tradicional “Marcha de Antorchas”. Tuvimos iniciativas tales como la recolección de más de 50 mil firmas de apoyo a nuestro proyecto de inclusión en la Carrera Profesional que la derecha porteña cajoneó en la Legislatura.

-¿Qué resultados observaron?

-Todo eso, tuvo un saldo muy positivo: una instalación de agenda muy fuerte, de la situación aberrante de enfermería discriminada de la carrera profesional con una amplia simpatía social. Y a la vez, un avance en la conciencia, organización y militancia de una nueva generación de enfermeras y enfermeros.

-¿Quiere decir que están un paso adelante?

-Todavía no logramos nuestras reivindicaciones de fondo, pero la instalación de agenda y el crecimiento orgánico de nuestro sindicato (sin licencias gremiales, trabajamos y militamos, porque el gobierno de CABA nos niega licencias como le sobran al sindicalismo amigo), es la razón por la cual circula que el próximo gobierno está evaluando qué hacer con la “cuestión de enfermería”. Es todo mérito de nuestro colectivo incansable.

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-¿Qué observan en relación con la política?

-No tenemos una posición oficial específica, pero sí participamos junto a varias organizaciones del Cabildo Abierto en defensa de la salud pública convocado por el sindicato hermano de la APyT Garrahan, y adherimos a una definición: nuestro límite es el privatismo de lo público, en especial la salud, que defendemos a muerte, aunque no compartimos la defensa del statu quo actual y somos independientes de todos los gobiernos.

-¿Cómo se van a mover en ese sentido?

-Con Jorge Macri que va a pactar con los libertarios en CABA ante el estallido de JxC, vamos a seguir peleando a full y en el orden nacional, vamos a seguir levantando un planteo que es que la prioridad tiene que ser la deuda interna con la salud pública y no el FMI.