Claves de la crisis en Misiones: salarios de hambre, diálogo roto y un gobierno nacional borrado
Crecen la movilización y los reclamos de policías, trabajadores de la educación y de la salud de Misiones, y no se vislumbra una salida.
“Nosotros estamos abiertos a que el Gobierno nos llame para destrabar esta situación. Saben nuestros pedidos. Les pedimos que abran la mesa de diálogo”, dice uno de los polícias presentes en la protesta de Misiones que sigue creciendo, arrancó hace más de una semana, ya incluye también a docentes y personal de salud y sumaría a los guardaparques y los yerbateros.
Ante el costo de vista y una inflación que sigue en niveles altos, los trabajadores expresan que sus haberes son de pobreza. “Estamos atrasados un 55%. No llegamos al 10 de cada mes”, precisaron y acusan al ministro de Gobierno, Marcelo Pérez, de no convocar a una conversación para acercar posiciones.
La última propuesta oficial del gobierno de Misiones fue de incrementar salarios un 20%, algo que los trabajadores consideraron insuficiente.
Lo peor es que no parece haber una salida a las protestas, ya que el gobernador Hugo Passalacqua está plantado en la decisión de no dar más aumentos que los ofrecidos hasta ahora, y el gobierno nacional de Javier Milei solo reaccionó -a través de la ministra de Seguridad, Patricia Bullrich- enviando fuerzas federales para controlar las movilizaciones, pero se muestra totalmente prescindente en lo que respecta a buscar una solución del conflicto.
“Nosotros negociación salarial no vamos a hacer más, no podemos dar más de lo que se ofreció, porque no podemos sostener otro número en el tiempo”, dicen desde el lado de Passalacqua, por lo cual, todo hace prever que el escenario cargado de conflictividad aumentará en grandes proporciones.
Una situación que se desbordó
La situación límite llevó a cortes de calle en las principales ciudades y a situaciones que serían difíciles de ver en otro contexto: policías encolumnados junto a docentes, médicos y enfermeros, o gendarmes que fueron enviados a controlar las protestas pero hasta ahora no se han mostrado dispuestos a reprimir.
Miriam Chamorro, docente e integrante del Movimiento Pedagógico de Liberación dialogó con un medio digital local e indicó el motivo por el cual está presente: “Nosotros hace 20 años que venimos luchando contra el Frente Renovador de la Concordia que gobierna la provincia y siempre se alinea con el que llegue a Nación, en este caso, con los libertarios».
«La lucha de los trabajadores de la educación es muy recurrente. Todos los años salimos a pelear. Ahora arrancamos en febrero, pero el reclamo no es solo por lo salarial, por más que sea lo primordial. En Misiones los docentes estamos en la indigencia. Algunos cargos importantes como preceptores y bibliotecarios no llegan a cobrar $250.000”, añadió.
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“Hace años que luchamos también por otros cambios estructurales. Por ejemplo todavía tenemos escuelas rancho, problemas de infraestructura serios, sobre todo en el interior de la provincia. Posadas y Gran Posadas es un mundo y el interior provincial es otro donde seguimos peleando por un cambios adecuados en la infraestructura para nuestros alumnos”, destacó la docente misionera.
Salud, solo con guardias
En el sector de salud las cosas no están mejor. Marisabel, una trabajadora que se sumó a las movilizaciones, indicó que están empantanados con la mesa salarial desde mediados de abril.
“Nos ofrecieron el 16% y no se aceptó. El gobierno sacó por decreto el aumento y dijo ‘es esto, les guste o no les guste'», contó.
«Desde la semana pasada estamos en plan de lucha. Donde más se visibiliza la protesta es la capital, Posadas, porque están más cerca del Ministerio, pero las medidas van a lo largo y a lo ancho de la provincia -destacó la trabajadora-. Si bien protestamos, lógicamente no podemos cerrar el hospital, así que salimos a las calles garantizando las guardias en el sector de emergencias, las internaciones y los quirófanos”.
Los sindicatos de Misiones, superados por las bases
Uno de los motivos que volvieron difícil de controlar la situación en Misiones es que los reclamos de las bases le pasaron por arriba a la organización sindical, e incluso muchos acusan a las conducciones gremiales de actuar en tándem con el Gobierno.
«No solo tenemos en contra al gobierno, sino también nuestra dirigencia provincial, que incluso no nos deja entrar a las mesas negociadoras”, insisite Marisabel.
María, otra de las manifestantes, afiliada al gremio Unión de Docentes de la Provincia de Misiones (UDPM), dio su punto de vista: “Estamos reclamando por los aumentos irrisorios que nos están dando desde el año pasado. El piso de los sueldos es de $250.000, que encima se paga en cuotas porque un porcentaje de eso lo paga la Nación.
«El último aumento fue de un 5%. Con eso más algún ítem que venía atrasado, alcanza un 10%. Nos cansamos, por eso casi toda la provincia está reclamando”, expresó.
“Estamos haciendo paro y asambleas, nuestros reclamos son por los salarios, pero también por los problemas edilicios. Además, el incremento de las partidas alimenticias, la estabilidad de los porteros… Junto con los padres nos estamos haciendo cargo de los problemas edilicios, como limpieza y arreglos, pero ya se nos hace imposible seguir aportando a esto”, concluyó María.
“La lucha de los trabajadores de la salud, como los de educación y los reclamos que hace la Policía, es salarial -indica Lidia, trabajadora del sector de salud-. Pero creo que la lucha debe ser por cambiar a este gobierno. Porque si conseguís un aumento y tus padres no se pueden jubilar y tus hijos tienen que ir a una universidad arancelada, no va a servir de mucho”.
Misiones: sueldos bajos y precios altos
La coincidencia es que Misiones es una provincia donde los salarios son muy bajos y el costo de vida muy elevado.
“Acá llega todo el tiempo turismo internacional, y a nosotros nos cobran como a ellos”, dicen. También coinciden en denunciar las condiciones de precariedad laboral. “Porque son contratos precarizados que no nos pasan a planta”, cuenta Lidia, y agrega: “Tengo compañeras que tienen aportes de 20 años a pesar que tienen muchos más años de servicios, y ahora tampoco podrán jubilarse”.
En salud, por ejemplo, el que recién arranca está apenas por encima de los $ 300.000 y los que tienen mayor antigüedad, rondan los $ 500.000, siempre por debajo de la línea de pobreza marcada por la canasta básica del INDEC.
Por lo pronto, tras el paro nacional de este jueves, está convocado otro paro provincial de los trabajadores de la educación para la semana que viene.
Las propuestas ofrecidas por el gobierno fueron tan bajas que hasta los propios gremios tildados de oficialistas -condicionados además por la ebullición de la protesta- se vieron obligados a rechazarlas. Piden, para comenzar, un aumento del ciento por ciento que se acumule con el básico que hoy está en insólitos $75.000.
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