Fuertes conflictos sindicales en Francia, Alemania e Italia: cuáles son los sectores en tensión
La reforma de las pensiones que propone Macron tiene un gran rechazo; el aeropuerto de Berlín-Brandeburgo estuvo paralizado; y en Italia pararon las gasolineras.
El cierre del primer mes del año encuentra a tres país europeos enfrentando diferentes conflictos sindicales. Se trata de Francia, Alemania e Italia, que por reclamos y demandas de diferentes sectores están sumergidos en un estado de alta tensión.
En el caso del país que preside Emmanuel Macron, los gremios están rechazando masivamente la reforma de las pensiones que propone el Gobierno. Por ese motivo preparan una movilización conjunta para el próximo martes, mientras endurecen las protestas.
«Estamos unidos para decir que no queremos los 64 años», subrayó en declaraciones a la prensa el secretario general de la Confederación Francesa Democrática del Trabajo (CFDT), Laurent Berger, en una comparecencia conjunta de los líderes de las ocho centrales del país ante la Asamblea Nacional.
De esa forma Berger se refirió al principal eje de la reforma, que es el retraso de la edad mínima de jubilación de 62 a 64 años.
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Y aunque se distanció de las medidas que está llevando adelante el otro gran sindicato, que es la Confederación General del Trabajo (CGT) y que incluye cortes de electricidad, aseguró que «estaremos juntos» el día de la marcha.
Por otra parte, hay que señalar que en la compañía de ferrocarriles SNCF, la CGT y Sud Rail han anunciado huelgas para el 7 y el 8 de febrero, coincidiendo con otros paros en el sector de la energía promovidos por la primera de esas dos centrales.
Y para dejar en claro su postura, el líder de la CGT, Philippe Martínez, difundió un comunicado en nombre de todos los sindicatos en el que reafirman «colectivamente» su «oposición al proyecto de reforma que va contra los intereses de los trabajadores y de las trabajadoras».
De acuerdo con todas las centrales, la iniciativa «es profundamente injusta» porque afectará sobre todo «a los trabajadores que empezaron a trabajar pronto, a los más precarios, pero también a aquellos para los que no se reconoce el carácter penoso» de sus tareas.
Por eso pidieron «a toda la población que se movilice de forma todavía más masiva (que lo ya ocurrido el jueves de la semana pasada) para decir no a esta reforma tan injusta».
La situación en Alemania
En Alemania, en tanto, el conflicto está dado por el reclamo que viene realizando el Sindicato de Servicios Unido para lograr mejoras salariales para los trabajadores de asistencia en tierra, la empresa aeroportuaria y la seguridad aérea. Por ese motivo en el aeropuerto de Berlín-Brandeburgo todos los vuelos (tantos arribos como partidas) del día de ayer fueron cancelados.
El aeropuerto indicó que «en un principio había previstos unos 300 despegues y aterrizajes con casi 35.000 pasajeros», y recomendó a los pasajeros afectados ponerse en contacto con su compañía aérea para obtener información sobre la posibilidad de cambiar la reserva y las opciones de viaje alternativas.
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Este conflicto tiene un contexto económico, y es el de la inflación récord registrada en Alemania en los últimos meses, con un máximo del 10,4% en octubre. Eso ha tensado las negociaciones salariales anuales en los distintos sectores de la economía del país.
«El motivo de la huelga son las rondas paralelas de negociación colectiva, para las que aún no se ha encontrado una solución en ninguno de los tres sectores», explicó el Sindicato de Servicios Unido.
Lo que reclama el gremio son 500 euros más al mes para los trabajadores de los servicios de tierra por un periodo de doce meses, mientras que la patronal ofrece aumentos salariales graduales durante 36 meses y la introducción de niveles de experiencia.
Para los empleados de la empresa aeroportuaria, el sindicato exige asimismo 500 euros más al mes por un periodo de doce meses. La patronal, en tanto, propuso un aumento del 3% en la tabla salarial a partir del 1 de junio de 2023 y otro del 2% a partir del 1 de mayo de 2024, con vigencia hasta finales de 2024, así como una prima de compensación por inflación de 2.000 euros.
Por último, las negociaciones para los trabajadores de seguridad aérea en todo el país no han arrojado «de facto ningún avance» tras siete rondas de negociaciones sobre un aumento de los pluses por trabajo nocturno, en domingos, festivos y sábados y un mejor convenio colectivo sobre la remuneración de las horas extraordinarias.
Italia: el eje del reclamo
En Italia, la tensión en estos días está dada por la huelga convocada por las gasolineras, que expresan su molestia por el encarecimiento de los combustibles y por lo que consideran una campaña de difamación en su contra.
Más allá de la convocatoria del ministro de Desarrollo Económico, Adolfo Urso, a los principales sindicatos del sector, no se logró impedir que se realizar la protesta, que es el primer gran problema que enfrenta el Gobierno de la ultraderechista Giorgia Meloni.
Lo que sí logró Urso fue dividir a los tres sindicatos (FAIB, Fegica y Figisc/Anisa), que aunque han negociado de forma conjunta realizarán protestas que tendrán una duración distinta.
FAIB, la Federación Autónoma Italiana de Gasolineros, valoró «las aperturas» del Ejecutivo y por eso su huelga ya no durará dos días sino solo uno, una postura que propondrá también a las otras dos asociaciones.
Sin embargo, Fegica y Figisc/Anisa creen que las propuestas del Gobierno son «demasiado poco y es demasiado tarde para revocar la huelga» que, entonces, quedó confirmada para este mismo jueves.
El principal reclamo del sector gasolinero tiene que ver con la decisión de no mantener la medida que contenía los impuestos especiales en el litro de carburante, impuesta en 2022 por el anterior Gobierno, el de Mario Draghi, para hacer frente a la inflación. Eso, explican, fue lo que hizo subir los precios.
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