Viuda del trabajador fallecido: “Si la gente supiera lo que es morir por cáncer de asbesto, no viaja más en subte”
Carolina Castellano, esposa de Jorge Pacci, responsabilizó a la empresa, no solo porque no toma las medidas necesarias frente al asbesto, sino también porque no lo registraron en un listado de los trabajadores que tuvieron contacto con el material, y eso lo podría haber salvado.
Dos semanas atrás murió un trabajador del subte de un devastador cáncer provocado por la exposición al asbesto. Su viuda reclama al Gobierno de la Ciudad de Buenos Aires y a la firma Metrovías que se hagan responsables. Señala que desde la empresa sacan comunicados con falsedades.
“Me llama mucho la atención el silencio de los medios”, apuntó Carolina Castellano en una entrevista con Radio con Vos. A la fecha se cuentan 40 trabajadores del subte infectados.
Tanto el Gobierno de la Ciudad como la empresa sabían
Entre los años 2013 y 2015 Jorge Pacci trabajó en el sector de limpieza de los trenes modelo K-5000 que trajo el Gobierno de la Ciudad en el taller de Rancagua y el de Urquiza. En 2011, la gestión del entonces jefe de Gobierno Mauricio Macri compró seis formaciones de segunda mano a España.
En 2019 el titular de Subterráneos de Buenos Aires (Sbase) Eduardo De Montmollin reconoció que la contaminación figuraba directamente en los manuales técnicos de los coches. La responsabilidad del Estado porteño y de Metrovías es innegable.
Sin embargo, Castellano relató que Metrovías no solo no tomó las medidas necesarias para actuar frente al asbesto sino que además la empresa no lo registró en un listado de trabajadores que tuvieron contacto con el material cancerígeno que pidió una jueza hace años, porque Jorge en ese momento no estaba en el sector de vagones. Si lo hubiesen hecho, esto lo podría haber salvado, ya que le hubiesen detectado la enfermedad en etapas previas.
Cronología de un calvario durísimo
“Cuando una jueza pide un listado de todos los que trabajaron en esos vagones, como mi marido ya no trabajaba en ese sector de vagones, la empresa se lo olvida y no lo registra. Entonces nunca se le hicieron controles además que no tenía síntomas. Y en junio del 2020 por un bulto en el pecho, se hace ver y le descubren que tenía mesotelioma pleural, un cáncer agresivo que es solo derivado del asbesto, incurable, intratable e inoperable. Ahí le dieron menos de un año de vida”.
Y frente a la pregunta sobre los más de 40 trabajadores del subte afectados por asbesto y que Jorge es el segundo muerto por un cáncer derivado de este material, Carolina relató que sigue habiendo asbesto en las líneas. “Si la gente supiera lo que es morir por cáncer de asbesto no viaja más en subte”.
Además, relató con crudeza lo que atravesó Jorge en el último año, no solo físicamente sino también las trabas administrativas que le puso la empresa para no reconocer que es una enfermedad laboral: “Lo agarraron tardísimo porque la empresa no actuó como debió actuar, cuidándolo. Nosotros avisamos a la empresa y esta no se hace cargo que es una enfermedad profesional. Lo presentamos en ART y es una enfermedad listada en la Superintendencia. Tantas vueltas, tantos rechazos, y nos dijeron que necesitábamos un médico legista, tuvimos que ir a la Superintendencia, a las comisiones médicas. A parte del dolor de él, tuvimos que sufrir con todas estas trabas administrativas que puso la empresa».
“Estoy desgarrada pero estoy fuerte para seguir la lucha por él” expresó Carolina, frente a los intentos de Metrovías de sacarse la responsabilidad. Y agregó: “Era una muerte totalmente evitable. Si no hubiesen comprado los trenes con asbesto mi marido estaría vivo, Si Metrovías lo hubiera controlado, mi marido estaría en una etapa previa de la enfermedad y ahora estaría vivo”.
«Un cáncer muy agresivo e incurable»
“La enfermedad es terrible, terrible. Yo creo que si la gente supiera lo que es morir por cáncer de asbesto, no viaja más en subte. Es un cáncer muy agresivo, incurable, no reacciona a la quimioterapia, no hace metástasis, se queda ahí, localmente”, detalló Castellano.
Y señala que la empresa se desentiende brutalmente de la muerte del trabajador y de la responsabilidad sobre su familia: “La muerte es porque se ahoga, le falta el aire, que es una las peores muertes que podés tener y que Metrovías ahora emita un comunicado y diga que desde el primer momento estuvo con la familia, que lamentan nuestro caso: ya pasaron quince días no me llamó nadie a mí, al menos para decirme ‘lo siento’, que después diga que Recursos Humanos nos estuvo apoyando: jamás me llamó nadie de Recursos Humanos a mí”.
El sábado pasado los trabajadores del subte realizaron un paro por el fallecimiento de Jorge, y un acto en la estación Rosas de la línea B, donde no solo denunciaron la responsabilidad de Metrovías, sino también la persecución que viene haciendo la empresa a los trabajadores que reclaman por mejores condiciones laborales y sanitarias, a tal punto que se está pidiendo desafueros a delegados para despedirlos.
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