El sindicato de trabajadores de computación organizó un “foro de conocimiento” y discutió la Ley Bases
La Asociación Gremial de Computación llevó a cabo la primera edición de su Foro del Conocimiento.
La actividad organizada por la Asociación Gremial de Computación se llevó a cabo en la sede de la Fundación UOCRA.
La Asociación Gremial de Computación (AGC) que reúne a los trabajadores de la informática llevó a cabo la primera edición del Foro del Conocimiento FoCo.
En el encuentro que se realizó este miércoles en la sede de la Fundación UOCRA y cuyo tema central fue “Presente y futuro del trabajo en la Argentina”, se debatieron y pusieron en común diversas realidades que atañen al ámbito de la Economía del Conocimiento (EdC).
La mirada estuvo puesta fundamentalmente en las transformaciones de las relaciones laborales y las perspectivas de la formación profesional en el marco de la EdC.
El encuentro contó con la participación de actores relevantes de la industria, el trabajo, las cámaras empresarias, el Estado y las instituciones educativas, además de organizaciones de la sociedad civil, observatorios y académicos.
El objetivo de la jornada fue propiciar el diálogo productivo entre los sectores que componen el ecosistema de la EdC y fundamentalmente de la industria de la tecnología de la información (IT), con el fin de realizar un aporte significativo que sirva como insumo en el marco de la discusión del proyecto de Ley denominado “Ley Bases” enviado por el poder ejecutivo al Congreso de la Nación y que tras ser aprobado por la Cámara de Diputados está en debate en el Senado.
La dinámica del encuentro se organizó en tres conversatorios organizados en los ejes “legislación laboral”, “formación para el trabajo” y “la economía del Conocimiento y los regímenes de promoción”
Legislación laboral
El conversatorio sobre legislación laboral contó con la participación de la ex ministra de Trabajo Kelly Olmos, la secretaria de Innovación y Futuro del Trabajo de la CGT, Vanesa Nuñez, y Maia Volcovinsky integrante del Consejo Directivo de la Unión de Empleados Judiciales de la Nación (UEJN) y el de la CGT.
Olmos destacó el carácter netamente regresivo para los derechos de los trabajadores y el interés nacional que impulsan las modificaciones propuestas por el poder ejecutivo.
“Cada vez que gobiernan los liberales, uno de sus objetivos principales es debilitar la organización gremial y así facilitar la apropiación del valor que generan los trabajadores. Donde no hay organización gremial, hay explotación y ellos lo saben”, expresó la ex ministra.
Además precisó: “Lo único que crea trabajo es el crecimiento. Para que ese crecimiento tenga valor, tiene que estar atado a alguna concepción de desarrollo. Tiene que ser desarrollo con innovación, incorporación de tecnología y que pueda darle a los trabajadores mejores retribuciones”.
“Esta ley y este proyecto político tienen el objetivo de convertir a la Argentina en un enclave colonial”, afirmó Olmos.
A su turno, Volcovinsky repasó con detalle los principales aspectos legales de la reforma laboral incluida en la Ley Bases y advirtió: “La CGT va a seguir en la calle con sus propias propuestas para los trabajadores, porque tenemos una agenda para la Argentina. No somos una máquina de oponernos”.
“Tenemos nuestras propuestas, que las hemos presentado públicamente (en la “Agenda para un nuevo contrato social”), e insistiremos en presentarlas, porque la posibilidad del diálogo no debe rechazarse nunca”, dijo la referente de los trabajadores judiciales.
Por su parte, Vanesa Núñez señaló que la ley Bases original -la ley “ómnibus” que no pudo pasar el filtro de diputados- fracasó “y lo que queda aún de ella es un intento de precarización de la vida, no solo de las relaciones laborales. La soberanía tecnológica es indispensable para el desarrollo de una Nación”.
“Si no podemos defender el desarrollo técnico y científico de nuestra nación -remarcó Núñez-, aunque recuperemos la gestión del Estado, sin esa estructura no vamos a tener con qué imaginar un futuro distinto”.
Formación para el trabajo
El segundo eje de conversación giró en torno a Formación para el Trabajo, con la participación del secretario de la Actividad de AGC y responsable del área de formación de la organización, Juan Manuel Padilla, y de Luis Scasso, miembro de la Organización de los Estados Iberoamericanos, quien expuso sobre los desafíos de la educación y la formación profesional.
“Estamos en una crisis civilizatoria. Hay un proceso, como en la revolución industrial, de generación y acumulación de tecnologías y conocimiento”, opinó Scasso.
“Nos hemos encontrado con la certeza que la formación profesional, la relación entre educación y trabajo es el puente entre el mundo del pasado y el mundo incierto del futuro que nos toca transitar, y es fundamental para modificar la rigidez de los modelos educativos actuales”, agregó.
Padilla, por su parte, señaló que la falta de convenio y planificación dificultan que el trabajador informático pueda desarrollar una carrera profesional ordenada a lo largo de su trayectoria.
“Es necesario pensar la formación profesional como un sistema que incluya universidades, centros de formación profesional y el Estado como articulador”, consideró.
Los regímenes de promoción
La etapa de exposiciones finalizó con el eje relativo a la Economía del Conocimiento y los regímenes de promoción. Allí intervinieron Gabriel Baum, investigador del LIFIA-UNLP, Esteban Sargiotto, director del Observatorio del Trabajo Informático (OTI), y Sofía Pasquini, integrante de la Asociación Civil por la Igualdad y la Justicia (ACIJ).
Baum hizo un repaso de su labor como co-autor de la Ley de Promoción del Software y señaló: “Si queremos tener un país desarrollado, entonces la educación en esta tecnología tiene que ser un derecho social. Es importante defender la educación pública. Es necesario que estos foros se multipliquen y los trabajadores tengan la palabra”.
“Argentina se desarrolló como país periférico en un actor destacado de la industria del software. Pero los países periféricos precisamente participan en los segmentos de menor valor de esa cadena. Se construyó una industria que nació con una pequeña deformación: una deformación colonial”, opinó el investigador de la Universidad de La Plata.
En ese sentido, insistió en que “hay que parar de subsidiar la oferta de mano de obra barata para exportar y hacer que este desarrollo sirva para la sociedad Argentina y el país”.
“El costo fiscal es el mismo -indicó Baum-. Podemos desarrollar estas industrias como una palanca para el desarrollo de la sociedad argentina.”
Sargiotto expuso con detalle los números más importantes relativos al Régimen de promoción de la Economía del Conocimiento.
“Este régimen, que comenzó en 2004, si bien en algún momento fue exitoso y poco costoso fiscalmente, en el contexto actual dejó de ser barato, dejó de ser un régimen de promoción para convertirse en uno de concentración y amerita una discusión y una revisión legislativa”, sentenció.
“La propuesta debería ser subsidiar la demanda en lugar de algunos grupos económicos puntuales -añadió-. La política así concebida sólo consolida la concentración y no fomenta el crecimiento del ecosistema informático local”.
“En 2023, sólo 2 empresas (Mercado Libre y Globant) concentraron el 49% de todo el régimen de promoción de la Economía del Conocimiento”, reveló el director del OTI, y dijo que desde esa organización se busca “poner en discusión la calidad de vida de los trabajadores, la realidad salarial en la industria y la necesidad de reformas en las actuales políticas de promoción”.
Por su parte, Sofía Pasquini expuso: “Desde ACIJ estudiamos, en el área de justicia fiscal, cómo Argentina desaprovecha el rol igualador de su política fiscal. Los gastos tributarios, son recursos que el Estado decide dejar de percibir. Buscan incentivar un sector o actividad. El problema radica en cómo se aplica benefician a ciertos sectores que ya están concentrados.”
“Los regímenes de exención tienen tres falencias fundamentales”, consideró Pasquini, y enumeró: ”La falta de transparencia e información en su creación y tratamiento, la ausencia de rendición de cuentas y plazos de vencimiento adecuado y, en consecuencia, la generación de un terreno propicio para la concentración y la corrupción”.
El cierre del Foro
La actividad tuvo un cierre con un intercambio muy rico dada la diversidad de presentes. Participaron, además de los expositores mencionados, Andrés Bursztyn, vicedecano de la UTN, Juan Manuel Cheppi, ex secretario de la economía del conocimiento, Carla Pitiot, diputada nacional (MC) y dirigente sindical de APOC, Juan Manuel Ottaviano, de Fundar, Germán Mastrocola, director de asuntos gremiales del Gobierno de Santa Fe, Gabriel Ortiz, presidente y CEO de Pixart, Flavia Quiroga, decana de la Facultad de Tecnología Aplicada de la UMET, Raúl Ferrara del Grupo Descartes, y llegaron las adhesiones de los senadores nacionales de Unión por la Patria Marcelo Lewandowski, Anabel Fernández Sagasti y Carmen Álvarez Rivero.
Además participaron funcionarios de dependencias nacionales, dirigentes sindicales, periodistas, académicos y observatorios afines.
Para finalizar, el secretario general de la AGC, Ezequiel Tosco, señaló: “Nos parece importante fomentar estos lugares de debate donde se pongan en discusión los temas estratégicos de nuestro país y, en particular, los de nuestra industria, que es una de las principales palancas de desarrollo”.
“Desde la Asociación Gremial de Computación -completó- nos comprometemos, además de defender los derechos de nuestros trabajadores y pelear por un convenio colectivo, a dar estos debates abiertos, con la participación más plural posible pensando en el futuro de nuestro país”.
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