El conflicto se desencadenó por la posibilidad de que se pague un bono. La cámara del sector quiere que «sea absorbido por la paritaria» y el gremio se opone a eso.
Todo parecía acordado, sin embargo la paritaria de la rama siderúrgica de la Unión Obrera Metalúrgica (UOM) no termina de cerrarse. El problema se originó a partir de la posibilidad de que se pague un bono, el cual la cámara del sector pretende que «sea absorbido por la paritaria», mientras el gremio se opone a eso.
El origen del conflicto ocurrió el último viernes, en el plenario de delegados que se realizó en la filial Avellaneda de la UOM.
En ese encuentro estuvo invitado Máximo Kirchner, quien blanqueó que el sector que representa dentro del Frente de Todos quiere que las empresas paguen a todos los trabajadores del sector privado un bono de $30.000 para paliar los efectos de la inflación.
La idea es que esa suma fija complemente las discusiones. Esto significa, que más allá de que se pague luego cada gremio negocie aparte sus convenciones colectivas.
Otra preocupación que tiene el gremio
En ese sentido es que en una reunión realizada este martes desde la cámara de la siderurgia fijaron su posición: «Si se paga el plus debe ser absorbido por la paritaria».
Desde el gremio no aceptan eso y, además, hay otro punto por el cual se oponen: de cerrarse el convenio con esa cláusula, quedaría por debajo de lo acordado en las otras ramas.
Así, se pasó nuevamente a un cuarto intermedio para intentar llegar a un acuerdo. Y la próxima audiencia está fijada para el jueves de la próxima semana.
El viernes pasado la UOM había ratificado el acuerdo alcanzado semanas atrás, y confiaron que también había «un cierre informal» para el sector siderúrgico de un 20%.
Ese incremento se iba a agregar al acuerdo de mitad de año del 45%, quedando en un 65% con revisión. Además, el preacuerdo era negociar planta por planta el salario conformado.
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Ahora todo se trabó y la fecha apremia, porque ya venció la última instancia de conciliación obligatoria, sin posibilidad de prorrogas y con asambleas en grandes empresas como Acindar. Y la UOM está liberada para encarar protestas en los establecimientos si así lo decidiera.
La paritaria de la siderurgia tiene una proyección sobre unos 15.000 trabajadores. Y el salario en mano para la categoría más baja es actualmente de 110.000 pesos en mano.
Cómo es la paritaria que firmó la UOM
Más allá del conflicto desatado ahora en la rama siderúrgica, hay que recordar que antes de cerrar su paritaria la UOM había deslizado la posibilidad de lanzar un paro nacional.
Sin embargo, eso quedó desestimado al firmarse la revisión salarial, cuando las cámaras empresarias aceptaron el pedido del gremio, que logró sumar los 20 puntos a la suba del 45% que había firmado en marzo Antonio Caló.
El aumento anual del 65% rubricado por el secretario general Abel Furlán, y el ministro de Trabajo, Claudio Moroni, establece un incremento del 12% en agosto, 10% en octubre y otro 10% en noviembre.
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En la audiencia anterior la patronal había ofertado un «acuerdo irrisorio», tal como lo definieron en el gremio, de un aumento del 6% en agosto y 6% en septiembre, para adelantar el 12% pautado originalmente para octubre. Y luego otro 5% en octubre, 5% en noviembre, 5% en enero y 5 % en febrero de 2023.
La propuesta fue rechazada de plano por la conducción nacional de la UOM, que en ese momento planteó la necesidad de adelantar el 12% de octubre a julio, y fijar un 20% de suba adicional para cerrar el año en un 65%.
Lo firmado fue en línea entonces con lo pedido: el 12% de octubre fue adelantado, aunque no a julio sino a agosto. Y el 20% adicional fue otorgado, pero en dos tramos (octubre y noviembre).
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