Como predijo Caputo: solo uno de cada cuatro argentinos llega a fin de mes con sus ingresos
Un estudio del Observatorio de Expectativas del Consumidor y el dato de pobreza del INDEC son elocuentes. Como pedía Luis Caputo, los que tienen ahorros los están consumiendo.
La era Javier Milei tiene varias características, como la inflación acelerada, la perdida del poder adquisitivo del salario y el desempleo. Si se miran algunos números y se los relaciona, la conclusión es más contundente: según el INDEC, un 54,8% de los argentinos está bajo la línea de la pobreza. Y de los no, el 57% está consumiendo ahorros para llegar a fin de mes. La predicción del ministro de Economía, Luis Caputo, de que la gente iba a tener que gastar ahorros para pagar cuentas, se hizo realidad.
El dato del 57% surge de una encuesta del Observatorio de Expectativas del Consumidor elaborada por la consultora Trendsity. En ese trabajo, se plasma que se ve un hábito en ciertos sectores que tenían la capacidad de ahorrar. «El 57% de la muestra usa sus ahorros para afrontar gastos mensuales», subraya el documento.
Hay otros números que hablan de este fenómeno, con un cambio del patrón de consumo. El 58% de los encuestados recortó productos esenciales, mientras que el 54% hoy va por varios puntos de venta o comercios para encontrar mejores precios.
En esa línea, puntualizó que «el escaneo permanente como estrategia de rendimiento implica comparar más, y en muchos casos, comprar con menor frecuencia: el 51% confirmó esta tendencia. En esta carrera por detectar precios competitivos, el 76% cambió marcas habituales por otras más accesibles».
Stockearse, imposible
El relevamiento también expuso una baja en las compras, como lo viene haciendo distintos indicadores públicos y privados en los últimos meses. Más allá de las expectativas de desahorro de Luis Caputo, al respecto, Mariela Mociulsky, CEO de Trendsity, indicó que «la posibilidad de stockearse como herramienta no aplica si los bolsillos están vacíos» y precisó que «las compras se derrumbaron en un 35%».
En este contexto, detalló que «las familias buscan estirar los ingresos y, entre las estrategias, se destaca el aumento de alimentos básicos y económicos como legumbres, cereales y granos en detrimento de carnes vacunas, cuyo consumo llegó a los niveles más bajos de los últimos 30 años».
Asimismo, señaló que «la cocina casera recuperó un lugar de prestigio ya que garantiza mayor rendimiento a menor costo» y expresó que «parte del fenómeno se debe al surgimiento de las nuevas influencers que comparan precios y ayudan a elegir de forma inteligente».
El Observatorio de Políticas Públicas de la Universidad Nacional de Avellaneda (UNDAV) dio cuenta la semana pasada que el consumo se hundió a niveles peores que aquellos que mostró la pandemia del coronavirus.
El documento, en el que participó el director de la carrera de Economía de la UNDAV, Santiago Fraschina, remarca que esto se debe a una caída total del salario real, en mínimos históricos.
“Esta situación acentúa la desigualdad entre los trabajadores, reflejando un creciente desbalance en el mercado laboral. La brecha entre el salario medio y el salario mínimo ha alcanzado niveles máximos, superando los cinco puntos porcentuales, lo que profundiza la disparidad en los ingresos”, subraya el trabajo.
Caputo, un adelantado
A mediados de julio, el ministro de Economía, Luis Caputo tomó su cuenta de X para decir que el peso será la moneda fuerte y la gente se va a desprender de los dólares. En esa línea, dijo que la gente se desprenderá de la divisa norteamericana para pagar impuestos.
«Vamos a secar la plaza de pesos. Algunos no se convencen. La realidad probará que en breve la gente tendrá que vender dólares para pagar impuestos», apuntó el funcionario preferido del Presidente.
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