Polémica: el proyecto de Massa para quienes trabajan para afuera y cobran en dólares
El denominado monotributo tech permitiría ingresar hasta US$30.000 por año al país de manera legal. Las PyMEs consideran que promueve el trabajo informal.
El ministro de Economía, Sergio Massa, impulsa un proyecto que ya generó polémica, al recibir una fuerte resistencia por parte de las PyMEs. Se trata de la creación de un monotributo para profesionales de la tecnología, que contempla que quien exporta servicios al exterior y cobra en dólares pueda ingresar hasta US$30.000 por año al país de manera legal.
Ante esto, las pequeñas y medianas empresas advirtieron que se trata de una medida que va en contra de la política de retención de talento y que promueve el trabajo informal, entre otros motivos por los cuales fundamentaron el rechazo.
El denominado «monotributo tech» ya es analizado por el Congreso, mientras es definido directamente como una «amenaza» y un «golpe letal» por las empresas que integran la Red Federal de Polos y Clusters de Tecnología.
Según esa organización, hay 30.000 profesionales que trabajan para el exterior por el incentivo que genera la posibilidad de cobrar en dólares.
A nivel local, las compañías subrayan que la política debería apuntar a «retener el talento» y no a promocionar el trabajo informal. El otro foco del problema es que las PyMEs plantean que hay firmas grandes que exportan y que negocian el mismo beneficio para sí mismas.
El antecedente de Martín Guzmán
De aprobarse, y como fue señalado, la iniciativa permitirá ingresar hasta US$30.000 por año al país de manera legal. Al respecto hay que señalar que la misma decisión ya fue instrumentada anteriormente por el ex ministro de Economía, Martín Guzmán, aunque con un límite de US$12.000.
En forma paralela a este proyecto, en tanto, ya hay grandes compañías exportadoras que están pidiendo ingresar la misma cifra que estipula la iniciativa de Massa por empleado para «pelear» la retención de gente.
«El planteo que realizan las empresas es lógico. Pelean por lo de ellas. Pero eso profundizaría la concentración del sector. Hay que pensar políticas que no dejen afuera a las PyMEs. Esa negociación se da por fuera del proyecto de ley anunciado y encendió alarmas», explicó un referente de una pequeña firma.
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La Red Federal de Polos y Clusters de Tecnología (que está integrada por representantes de 25 clusters, asociaciones y cámaras tecnológicas del ecosistema tecnológico de todo el país) emitió un comunicado donde plantea que con el «monotributo tech» se busca una «respuesta cortoplacista a la necesidad urgente de divisas» que tiene el país, más allá de que los freelancers formalicen su actividad.
Para las empresas, además, la iniciativa no es beneficiosa para el Estado, porque la recaudación de ese monotributo sería «casi 20 veces menor» a la que se obtiene en un trabajo en relación de dependencia, con aportes personales, patronales, obra social, jubilación e impuesto a las ganancias.
Más motivos del rechazo al proyecto de Massa
También remarcan que el sector cuenta con un «plan estratégico 2030», que incluye la meta de generar 400.000 nuevos puestos de trabajo en la industria del software.
Y señalan que, para cumplirlo, se necesita de empresas que establezcan un «ecosistema de capacitación y crecimiento del talento, que solo se logra trabajando en equipo».
Además, los integrantes de la Red se preguntan: «¿Queremos exportar horas de programación como un commodity o software made in Argentina? ¿Vamos a seguir generando valor para otros o queremos venderle al mundo servicios tecnológicos de gran valor agregado?».
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Asimismo recuerdan que la industria del software es la actividad que «más empleo formal» generó en la Argentina entre los terceros trimestres de 2019 y 2021, «duplicando a la industria automotriz», por ejemplo.
«Estamos trabajando para que cada día más empresas se internacionalicen y exporten, pero mientras tanto no podemos atentar contra su subsistencia. La aplicación del monotributo tech producirá, en el mejor de los casos, un incremento de divisas», analizan.
Pero, advierten, «eso se contrapone con las empresas que empezaron a exportar, las que dejarán de traer divisas porque no podrán vender afuera sus servicios al no contar con los recursos necesarios que se lleva el ‘monotributo tech'».
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