Piden al gobierno porteño medidas para evitar contaminación con asbesto en escuelas
La comunidad educativa de dos colegios linderos a talleres del subte reclamó que se retiren las piezas con ese material para cuidar la salud de los alumnos.
Docentes y padres de dos colegios de la Ciudad de Buenos Aires reclamaron al Ministerio de Educación que tome medidas con urgencia para evitar la contaminación con asbesto, que podría darse por la proximidad que existe entre los establecimientos y dos talleres del subte.
Se trata de la escuela primaria Organización de Estados Americanos (OEA) y el jardín El Tranvía, ubicadas en Emilio Mitre y Directorio, vecinas con el taller Polvorín y el Bonifacio, que tiene piezas retiradas de las distintas formaciones y estaciones por la presencia del material cancerígeno.
El mes pasado, la Asociación Gremial de Trabajadores del Subterráneo y Premetro (AGTSyP) denunció que por la proximidad de estos materiales y los edificios educativos, están en peligro los 600 chicos y chicas que concurren a los dos colegios, además de sus trabajadores y las familias que allí concurren.
Según los metrodelegados, en ese lugar se depositaron piezas de formaciones afectadas por el asbesto, como las Nagoya 300 y 1200, Mitsubishi, Fiat, Gee y Le brugeoise, lo que hace que el lugar esté «hasta la coronilla». Los directivos enviaron un documento a las autoridades del gobierno de la Ciudad para que den respuesta a los reclamos.
Luego de la denuncia de los metrodelegados, las dos escuelas linderas a los talleres comenzaron a movilizarse, y a reclamar medidas, ante la proximidad de los edificios. Durante agosto, se enviaron varios reclamos al Ministerio de Educación, y ante la falta de respuesta, se elaboró un documento oficial, para hacer formal el reclamo.
La alarma se centra en que los talleres del sube «se conectan directamente con la escuela primaria y el jardín a través de medianeras de metal que miden dos metros y dejan pasar directamente el aire de los talleres por encima, por debajo y por los costados de las mismas hacia sus patios y algunas aulas».
Además, remarca el texto al que tuvo acceso Gestión Sindical, «las paredes del fondo de los talleres son las mismas paredes de los patios y aulas de las escuelas», las cuales «tienen ventanas rotas o abiertas y chimeneas que habilitan el intercambio de aire entre talleres y escuelas».
Ante esto, el expediente presentado reclama que «se señalicen las entradas y salidas del taller con las etiquetas correspondientes», al tiempo que pidieron que los talleres del subte «no reciban más materiales y vagones que, por su antigüedad o composición, se sospeche que contienen asbestos, o que ya se hayan identificados como positivos».
La líder de un sindicato que es hija de un histórico jefe de la barra brava de Boca
Además, la comunidad educativa reclamó que «se retiren de estos talleres todos los materiales con asbestos y que los sospechosos se aíslen debidamente en los depósitos etiquetados, que mientras haya materiales sospechosos de contener asbestos en los talleres se aíslen las escuelas de manera tal que no haya posibilidad de intercambio directo de aire o gases con los talleres, y que se ofrezcan controles sanitarios periódicos a los/as alumnas/os, docentes y no docentes de la comunidad educativa».
Como medida final, se insiste en la necesidad de hacer mediciones de asbesto en aire en las escuelas, como las que ya se hacen en las ubicaciones del subte.
Asbesto
El asbesto es un material usado el siglo pasado especialmente como aislante, pero que muchos estudios demostraron que es cancerígeno, por lo cual la Organización Mundial de la Salud (OMS) lo incluyó en su lista de materiales peligrosos, lo que derivó en su prohibición general.
En el país, esta prohibición se confirmó en el año 2000 por resolución del Ministerio de Salud (845/00 y 823/01), y un año después por una ley nacional, la 24.051. En el subte, la primera denuncia de los metrodelegados se dio en 2018, cuando se detectaron piezas afectadas en formaciones comparadas a España.
A partir de esto, comenzó una fuerte campaña para lograr que el gobierno porteño, SBASE y la empresa concesionaria (antes Metrovías, hoy Emova), remuevan de manera segura el material. En este tiempo, se removieron piezas de trenes y estaciones, se sacaron de servicio formaciones y se tomaron otras medidas.
Ahora, el gremio pide que se escuche a la comunidad de las dos escuelas, porque consideran que su reclamo es concreto. «En los talleres Polvorín y Bonifacio hay asbesto hasta la coronilla», afirmó Francisco Ledesma, secretario de salud laboral de la AGTSyP.
En diálogo con Gestión Sindical, Ledesma aseguró que según sus cálculos «los talleres tienen asbesto en varios lados, en los techos casi seguro». El dirigente recordó que estos depósitos pertenecientes al subte «ocupan tres cuartas parte de esta manzana», por lo cual la situación de las escuelas «es comprometida».
Otros lugares
La presencia de asbesto en el subte es hoy conocida por la intensa campaña de los metrodelegados, que vienen reclamando instalaciones seguras para trabajadores y pasajeros. En este tiempo, según los datos que manejan, hay 66 empleados afectados por patologías vinculadas al asbesto, con tres casos fatales y 2.700 expuestos potencialmente.
Además, hay cada vez más sospechas que en otros lugares hay piezas contaminadas con el material, como escuelas. Ya en 2018, un informe de la Defensoría del Pueblo porteño publicó un informe donde hay sospechas de que los materiales utilizados como aislantes térmicos de las calderas y las cañerías tengan asbesto.
Hacé tu comentario