La CGT va a fondo y lanza un paro nacional con movilización para el 24 de enero
La CGT salió a respaldar a la UTEP tras los maltratos de la ministra Sandra Pettovello.
La central obrera dictó la medida de fuerza en rechazo al DNU y la Ley Ómnibus del presidente Javier Milei. Las dos CTA se sumarán a la huelga.
Luego de la marcha del miércoles a Tribunales, y ante el pedido que estaba creciendo desde distintos sectores sindicales, finalmente se avanza con un paro de la CGT.
La central obrera decidió ir a fondo y lanzó un huelga en todo el territorio nacional con movilización para el 24 de enero en rechazo al DNU y la Ley Ómnibus del presidente de la Nación, Javier Milei.
Aunque todavía la central obrera no difundió un comunicado oficial, ya trascendió que la medida de fuerza comenzará a las 12 del miércoles 24, y se extenderá hasta las 00 horas. Será un paro de media jornada.
De esta manera, y a sólo 18 días de la asunción de Milei, la central obrera decidió jugar fuerte en su repudio al plan del Gobierno de desregular la economía y, entre otros puntos, avanzar con una radical reforma laboral.
El último paro nacional de la CGT, en 2019
El malestar en la calle Azopardo se agudizó al conocer ayer la letra chica de la Ley Ómnibus que Milei envió al Congreso, y que en uno de sus puntos criminaliza la protesta social. Desde el interior de la central obrera lo calificaron directamente como «despótico».
La última huelga de la CGT fue el 29 de mayo de 2019, cuando pararon por quinta vez durante el Gobierno de Mauricio Macri.
La medida se resolvió casi de manera unánime en el Comité Central Confederal, el máximo órgano ejecutivo de la CGT y del que participan las regionales de todo el país.
Ahora, el próximo 10 de enero habrá un plenario en el que se definirán los detalles sobre la protesta, que como fue señalado, contemplará una movilización al Congreso a partir de las 12.
LA LEY ÓMNIBUS DE JAVIER MILEI YA GENERA DURAS CRÍTICAS Y CUESTIONAMIENTOS DEL SINDICALISMO
Eso, claro está, pondrá otra vez a prueba el operativo antipiquetes que estableció la ministra de Seguridad, Patricia Bullrich.
También ya se conoció que al paro se sumarán las dos vertientes de la CTA, en quienes recae mayoritariamente la representación de estatales y docentes, y la Unión de Trabajadores de la Economía Popular (UTEP), donde confluyen los movimientos sociales que hasta hace unas semanas comulgaban con la gestión de Alberto Fernández.
«Hay que voltear el decreto de Milei»
Estos sectores harían pública su adhesión esta tarde, alrededor de las 18, al término de un plenario de delegados. También se sumarán gremios identificados con la izquierda trotskista, como es el caso del Sindicato del Neumático.
«Hay que voltear el decreto de Milei en la Justicia, en la política o en la calle», dijo ayer Héctor Daer, uno de los cotitulares de la CGT, durante la movilización a Tribunales.
La enumeración no fue casual, porque los gremios ya presentaron un amparo contra el DNU y avanzaron en gestiones con legisladores y gobernadores peronistas y opositores para articular una oposición al libertario en el Congreso.
El paro del 24 será un día antes de cuando el oficialismo espera tratar en el Parlamento el mega proyecto de ley que envió ayer, con más de 1.000 artículos a reformular.
Respecto a la fecha en la que se realizará la huelga, es algo que llama la atención luego de lo que ayer había afirmado Pablo Moyano, otro de los jefes de la CGT.
«Creo que ya hay que instalar un plan de lucha. En enero y febrero los laburantes se toman vacaciones. Entonces tomar una medida en ese momento no tiene mucho valor. Pero sí ir movilizando con actos, plenarios, en las regionales del interior, y que en cada provincia visiten a sus diputados y senadores para que después no voten leyes contra los derechos de los trabajadores. Alerta y movilización sí», había expresado.
Probablemente, el decidido avance del Gobierno precipitó las cosas en la CGT, que incluso durante y después de la movilizacion del miércoles, seguía poniendo el acento en un pedido de diálogo que -repetían los dirigentes- no había tenido respuesta desde la Casa Rosada.
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