Paritarias: sin poder imponer su techo del 2%, el Gobierno ahora apuesta a que haya acuerdos más largos
Un gremio ya cerró paritarias por siete meses, aunque con incrementos entre el 2% y el 4% y cláusula gatillo por inflación.
El convenio de paritarias alcanzado por la Unión de Obreros y Empleados Plásticos (UOYEP) es una señal de lo que puede el Gobierno y lo que no, más allá de los deseos del ministro de Economía, Luis Caputo.
El Ejecutivo volvió a mostrar interés en el desarrollo de las negociaciones salariales colectivas, sobre todo porque cree que si se cierran por encima del promedio de suba de precios pueden empujar la inflación. En la administración de Javier Milei desean perforar el 4% que se mantiene desde hace tres meses
Para cumplir el objetivo, Caputo impulsa que las negociaciones alcancen acuerdos de mayor duración, es decir, que las paritarias no transcurran prácticamente todos los meses como viene ocurriendo.
Un ejemplo concreto es el convenio alcanzado por la UOYEP, que tiene una vigencia de siete meses. Esto contrasta con las negociaciones salariales más comunes en los últimos tiempos, que solían cerrarse en plazos de uno o dos meses debido a la alta inflación.
El sindicato se alineó a medias -o menos que eso- con las pautas impuestas por el Gobierno, con incrementos salariales mensuales del 2% al 4%, un acuerdo a largo plazo, a marzo, que incluye una suma fija que se integrará al salario base por convenio, lo que en la práctica mejora los sueldos al menos en un principio.
Además se incluyó una cláusula de revisión que obligará a renegociar el acuerdo si la inflación supera los valores establecidos, otro aspecto que el Gobierno pretende esquivar pero por ahora no puede.
Qué indican las paritarias cerradas
Para el Ejecutivo de Milei, este acuerdo representa un intento de volver a «una cierta estabilidad y de mostrar capacidad de gestión», en un entorno marcado por la tensión y el conflicto con los sindicatos.
Dentro del ámbito económico, este pacto se interpreta como una posible señal de expectativas de disminución en la inflación, más allá de que los números que publicó el INDEC en sus últimos reportes no van en ese sentido, clavados en torno al 4%, un límite que por ahora el equipo económico de Caputo no ha logrado perforar.
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El sindicato liderado por Alberto Murúa, que forma parte de la Confederación General del Trabajo (CGT), es de los considerados «medianos» y llegó a representar a unos 40.000 trabajadores durante los mejores momentos de la industria.
La UOYEP participa en las negociaciones del sector automotriz y, dentro de la CGT, se asocia con el sector liderado por Pablo Moyano, que suele estar en una postura, históricamente, combativa en comparación con otros sectores del sindicalismo más propensos a negociar sin tensar la cuerda.
Cordero, en la búsqueda
La Secretaría de Trabajo de Julio Cordero destacó la importancia del acuerdo alcanzado por la UOYEP con las cámaras empresariales del sector del plástico. Y busca que otros gremios se sumen aunque todavía no ha tenido éxito.
El convenio cerrado con el gremio del plástico incluye aumentos escalonados: un 4% sobre los salarios de septiembre y octubre, un 3% en noviembre y diciembre y un 2% para los meses de enero, febrero y marzo. Además, se acordó incorporar una suma fija de $132.000 a los salarios básicos en el primer trimestre de 2025.
Según la información difundida entre los afiliados, esta medida resultaría en un ajuste superior al 8% mensual durante ese período.
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A principios de año, la UOYEP, al igual que muchos otros sindicatos, había firmado acuerdos de duración mensual, con el objetivo de hacer frente a los fuertes y constantes incrementos inflacionarios registrados en el primer semestre.
Sin embargo, en esta negociación, el oficialismo decidió frenar el uso de sumas fijas no remunerativas. Este mecanismo, que suele ser empleado en diversas industrias, permite a los empleadores otorgar aumentos con un menor impacto en los costos laborales, pero afecta negativamente a la financiación del sistema de seguridad social al no devengar aportes ni del empleado ni de la patronal.
El reciente acuerdo firmado por la UOYEP, en definitiva, le permite al Gobierno mostrar un avance, aunque sea a medias, en medio de las dificultades para ajustar a los sindicatos a su estrategia contra la inflación.
Los acuerdos de mayor duración son un logro para el equipo económico, lo mismo que los aumentos porcentuales combinados con sumas fijas que derivan en un achatamiento de la pirámide salarial, al provocar que los salarios medios y altos no suban tanto como los más bajos.
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