Obsesionado con la dolarización, Milei deja en claro que no le importa la pérdida del salario
En su «contracumbre» empresarial en Mar del Plata, el candidato libertario festejó la devaluación. «Cuanto más alto esté el dólar, más fácil es dolarizar», celebró Milei.
Despreciando la difícil situación económica que pasan todos los argentinos, y a contramano de los intentos del Gobierno nacional para intentar contener la suba del dólar blue y recomponer el poder adquisitivo, el candidato presidencial de La Libertad Avanza (LLA), Javier Milei, tuvo una frase muy polémica acerca de la dolarización, con la que dio a entender que no le preocupa la pérdida del salario.
«Cuanto más alto esté el precio del dólar, dolarizar es más fácil», celebró en diálogo con la prensa antes de entrar a una reunión que mantuvo con empresarios en Mar del Plata, donde en forma paralela se llevó a cabo el tradicional Coloquio de IDEA, al que decidió no asistir.
De esta manera volvió a demostrar su obsesión con la dolarización de la economía, dejando de lado el impacto que eso siempre tiene en todos los bolsillos.
Los salarios, a la cola
Los dichos de Milei en su coloquio propio en Mar del Plata, inevitablemente se enlazan con otras declaraciones que realizó días atrás en una entrevista que le hizo Alejandro Fantino para su canal Neura Media.
Allí, el economista candidato a presidente por La Libertad Avanza explicó que, según su punto de vista, en una eventual dolarización habría igualmente cierta inflación -¿por inercia?- durante una primera etapa, en la que todo aumentaría antes que los salarios.
“El dólar ya no subiría, el valor de los transables (bienes importables o exportables) no aumentarían, los mayoristas van a subir menos y después vienen los minoristas, que ya venían subiendo, pero van a hacerlo más que los mayoristas”, detalló entonces Milei.
“¿Quiénes siguen en la cola? Los salarios. Bueno, son los que más van a subir porque van a quedar todos equiparados, por decirlo de alguna manera”, completó.
También Ramiro Marra, su candidato a jefe de Gobierno porteño, tuvo un lapsus en el que sugirió que los salarios quedarán planchados cuando dijo que «como no va a haber inflación, no harán falta paritarias».
El Banco Central, un tema «moral»
En su discurso en Mar del Plata, insistió en que «eliminar el Banco Central es una política inamovible, porque creemos que hay una cuestión de índole moral, que robar está mal».
Luego aseguró que en su plan de gobierno no está prevista la reestructuración de la deuda, y dijo que eso lo habló con el FMI en la reunión que mantuvo tras las PASO.
«Cuando tuvimos la charla con el Fondo les dije que los contratos y los derechos de propiedad se van a respetar a rajatabla; vamos a pagar la deuda y, además, el rescate de las Leliqs va a ser a precio de mercado», señaló. Y agregó que «agitar el fantasma del default es una irresponsabilidad. No se puede agitar el caos en una situación como esta».
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A su vez, planteó que no concurrió al Coloquio de IDEA, donde ayer expuso la candidata presidencial de Juntos por el Cambio, Patricia Bullrich, porque «este almuerzo lo tenía pactado con Juan Nápoli desde hace 4 meses».
En ese sentido, y en diálogo con un periodista de TN, expresó que «puedo elegir no ir a un lugar, en especial si no me tratan bien. Ahí no me tratan bien, como no me trata bien tu canal. Tienen una lista enorme de periodistas que me tratan muy mal mintiendo sobre mí».
El palo de Milei para Bullrich
También consideró que los empresarios que estaban en IDEA se querían ir todos a su charla, pero que no podían hacerlo por un tema de espacio. «Se quieren venir todos para acá, les queda ahí el descarte con Bullrich», disparó.
Y contó que Nápoli, uno de sus candidatos a senador, recibió entre 600 y 700 solicitudes para la charla, pero que sólo había espacio para alrededor de 90. «Estarán viendo a Bullirch los que no pudieron tener lugar acá. Estarán viendo a la segunda o tercera mejor opción», remató.
Por último, respondió a una consulta sobre si pensaba que podía ganar en primera vuelta en las elecciones presidenciales: «No lo sé, no importa. Más allá de lo que digan las encuestas, el 22 vamos a conocer la realidad. Falta muy poco».
Y cerró apuntando que el hecho de que «los medios se hayan ocupado de armar una versión deformada de cómo soy no quiere decir que yo sea eso. Soy un tipo relativamente tranquilo, aunque no lo crean”.
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