Malos pronósticos en la industria y la construcción: proyectan menor actividad y caída del empleo de aquí a fin de año
Así surge a partir de relevamientos acerca de empleo realizados por el INDEC y por el Ministerio de Trabajo. Cuáles son las principales causas.
Los pronósticos para los próximos meses respecto a la situación económica del país no son muy optimistas: de acuerdo a relevamientos realizados por el INDEC y el Ministerio de Trabajo, empresarios y constructores proyectan menor actividad industrial y caída del empleo.
En cuanto a los datos obtenidos se puede señalar, por ejemplo, que por tercer mes consecutivo el índice de producción industrial manufacturera del INDEC acumuló en julio una baja respecto del mes previo -ajustado por estacionalidad-, a un ritmo equivalente anual de 20%, al punto que descendió al menor nivel en 18 meses, desde enero 2022, en valores comparables (desestacionalizado).
En el caso del Indicador Sintético de la Actividad de la Construcción, el índice del mismo organismo público muestra un movimiento de subibaja en la serie desestacionalizada desde enero 2022; y lleva cuatro meses consecutivos en declive en los datos con estacionalidad.
Una caída similar a la de la pandemia
Este fenómeno no se observaba desde la crisis sanitaria de 2020, cuando el aislamiento social preventivo y obligatorio (ASPO) provocó una brutal depresión en la actividad en particular y en la economía en su conjunto.
Así, no es casual que tanto el INDEC como la Encuesta de Indicadores Laborales del Ministerio de Trabajo registraran, en su último sondeo de las expectativas netas de los empresarios consultados, un saldo neto negativo en sus previsiones de producción y empleo para los próximos tres meses.
Esto en contraste con los relevamientos previos, y de forma consecuente con el deterioro de la rentabilidad esperada presente y futura.
En el orden doméstico, se explica por la derivación del resultado de las PASO en general, y las medidas restrictivas sobre las autorizaciones de importaciones de insumos básicos para la producción y de terminación de procesos que dispusieron Economía y el Banco Central.
Sumado, todo eso, a la reafirmación del control de precios, luego del sorpresivo salto cambiario y suba de las tasas de interés.
En el frente externo, en tanto, la razón está en los muy malos datos económicos de agosto que registró China, con impacto contractivo sobre la economía mundial en general y sus socios comerciales en particular.
Empleo: la menor demanda china, un problema
Los problemas de la economía china también se manifiestan en la debilidad de sus importaciones, que en agosto bajaron 7,3%, después de haber caído ni más ni menos que un 12,4% en julio.
Por eso, el próximo gobierno en la Argentina no sólo tendrá que trabajar en iniciativas destinadas a estabilizar la economía doméstica, y esperar que se superen los efectos negativos de la última gran sequía sobre el agro en su conjunto, sino también en buscar alternativas para compensar la menor demanda de China.
En tanto, tampoco fue muy alentador el último informe del Ministerio de Trabajo, elaborado a partir de la Encuesta de Indicadores Laborales en julio en el sector privado en empresas con más de 10 asalariados registrados.
PASO A PASO, CÓMO PEDIR LOS CRÉDITOS PARA TRABAJADORES QUE LANZÓ MASSA Y YA ESTÁN DISPONIBLES
«Las expectativas netas de las empresas en lo referente a la contratación de personal para los próximos tres meses se mantienen positivas (en 1,4% de los consultados), aunque con un valor inferior al de los meses previos», precisó.
Respecto a la construcción, los economistas de la consultora LCG explicaron que «en base a la dinámica de los últimos meses del sector, la actividad continuará comportándose de forma errática».
Por último, el consenso del mercado que releva el Banco Central prevé para 2023 una contracción del PBI de 3% respecto del año previo, y fuerte arrastre negativo para el año próximo.
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