26 de Julio
de 2024
Fuera de Megáfono.

Luego del escándalo de las ATP, Claudio Moroni pierde consenso entre los gremios

21. 05. 2020

El ministro de Trabajo quedó en el centro de la tormenta luego de que se conociera el pago de los sueldos a jerárquicos de Techint, Clarín y otras grandes empresas. Además, se lo acusa de avalar las rebajas salariales, como sucedió en Mondelez. “No cumplió con los acuerdos previos”, alertan varios dirigentes, sobre la relación con el funcionario.

Diego Lanese / Especial para Gestión Sindical

En la última sesión de la cámara de Diputados, el jefe del bloque del Frente de Todos hizo una crítica abierta y directa a Claudio Moroni, ministro de Trabajo nacional. El legislador cuestionó el acuerdo alcanzado en la firma Mondelez, para bajar salarios de empleados suspendidos, que fue homologado por la cartera laboral. A los pocos días, el funcionario volvió a quedar en el centro de la polémica, por el pago del llamado Programa de Asistencia de Emergencia al Trabajo y la Producción (ATP), que habilita al pago del 50 por ciento de los salarios por parte del Estado de empleados de empresas en crisis por la pandemia, ya que se conoció que se abonaron sueldos a personal jerárquico de grandes firmas como Techint.

Ambas cuestiones generaron cuestionamientos internos para Moroni, que arrastra el descontento de algunos sectores gremiales, que lo acusan por lo bajo de “no cumplir” con acuerdos previos. El ministro es uno de los hombres de confianza de Alberto Fernández, fue uno de los primeros nombres en ser confirmados en el gabinete y por el momento resiste los embates, y busca el apoyo de dirigentes por dentro y por fuera del oficialismo.

Moroni quedó en el ojo de la tormenta después que se conociera que el Estado le pago el salario a jerárquicos de empresas como Techint, Clarín y La Nación. Lo hizo a través de las ATP, y luego el propio funcionario dijo desconocer la cuestión. Esto se sumó a los cuestionamientos por el aval a las bajas de salarios, como el caso de Mondelez. Ambos eventos terminaron de enfriar la relación con una parte de la dirigencia sindical, que venía cuestionando al ministro. “Fueron las gotas que rebalsaron el vaso”, le dijo a Gestión Sindical un dirigente en estricto off the record.

El malestar no es nuevo, y apunta a algunos “acuerdos que no se cumplieron”. “Se tardó en completar la estructura del ministerio, y en los lugares donde debían nombrarse gente de los gremios no se cumplió. Se dejaron vacantes o se puso a gente ajena al mundo del trabajo”, agregó el mismo dirigente consultado. Moroni fue apuntado luego de las críticas de Máximo Kirchner, y se lo vinculó entre los posibles cambios de gabinete. Pero las tensiones son anteriores, y apuntan a una relación compleja con una parte con una parte de la dirigencia sindical.

Además de las ATP, lo que genera malestar es que se haga homologado el acuerdo de la CGT con los industriales para rebajar los salarios. Si bien la conducción cegetista defiende la firma del convenio, y el visto de Moroni fue una formalidad, la medida fue vista como una especie de bendición para realizar medidas similares en otras áreas.

En el sector aerocomercial, los gremios firmaron esta semana un duro documento acusando a la cartera laboral de “mirar para el costado” por las rebajas salariales implementadas por Latam. Con la firma de la Asociación del Personal Aeronáutico (APA), la Asociación de Pilotos de Líneas Aéreas (APLA), la Asociación del Personal de Técnicos Aeronáuticos (APTA) y la Unión del Personal Superior y Profesional de Empresas Aerocomerciales (UPSA), el comunicado afirma que “el ministerio no actúa como debe”, ya que la empresa de bandera chilena pagó sólo el 50 por ciento de los salarios, y luego de una audiencia no se logró ninguna solución por la “intransigencia empresarial”, que busca “ganar tiempo”. Los cuestionamientos del sector a Moroni fueron más allá de este conflicto puntual, y marcan otro lugar donde el titular de Trabajo suma obstáculos.

Otro sector que le apuntó al ministro fue la Asociación de Abogados Laboralistas (AAL), que esta semana salió con los tapones de punta contra la implementación de las ATP y de los descuentos salariales. “Las normativas dictadas por el Ministerio de Trabajo tienden a posibilitar que individual o colectivamente se puedan acordar condiciones laborales más perjudiciales para el trabajador y la trabajadora que las previstas en la ley o en su caso en el convenio colectivo de trabajo”, denunció la entidad en una resolución de su Comisión Directiva, a la que tuvo acceso Gestión Sindical.

Para los abogados laboralistas las resoluciones de la cartera que conduce Moroni “importan una grave vulneración al orden público laboral y a principios fundamentales del Derecho del Trabajo, como ser los principios de irrenunciabilidad y de la condición más beneficiosa”. La entidad apuntó contra la conducción de la CGT y la UIA que habilita la reducción de los salarios de un 25 por ciento, que obtuvo el visto bueno de Moroni. “Las normativas antes mencionadas y todas las demás que permitan, faciliten o promuevan la tramitación y homologación de acuerdos individuales y colectivos de suspensión y/o de reducción salarial, por lesionar gravemente el orden público laboral, el art. 14 bis de nuestra Constitución Nacional y normas internacionales con jerarquía constitucional que protegen a la persona que trabaja”, concluyeron los abogados laboralistas.

Ante estos cuestionamientos, Moroni respondió de manera parcial en alguna entrevista, donde desconoció el tema del pago a jerárquicos, y remarcó que la cartera que comanda tienen “pocas denuncias de despidos”. Lejos de los cuestionamientos, el funcionario buscó fortalecer en estos días su agenda de trabajo, e intensificó la reunión con distintos sectores sindicales, alineados o no con el oficialismo entre los primeros, Moroni se reunió con el titular de la Confederación de Trabajadores Municipales (CTM), Rubén García, una entidad que reúne a los gremios comunales de todo el país, y que está alineado con el Frente de Todos.

Además, tuvo una videoconferencia con dirigentes de la CTA Autónoma, un espacio que se mueve libre y si bien apoyó en el proceso electoral a Alberto Fernández, suele cuestionar algunas de sus políticas. “Fue un encuentro formal, no tuvo ningún carácter político o de apoyo al funcionario”, le dijo a Gestión Sindical un integrante de la cumbre virtual, donde sí se discutieron temas puntuales como la implementación del Ingreso Familiar de Emergencia (IFE) y se pidió la convocatoria al Consejo del Salario.

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