Los sindicatos de un país piden una suba salarial del 5%, la más alta en 28 años
Se trata de Japón, donde se registra inflación, aunque la situación está muy lejos de la realidad argentina. En el país asiático el costo de vida subió 2,3% en 2022.
La realidad, claro está, difiere enormemente de lo que ocurre en nuestro país. Pero no por eso la suba de la inflación deja de ser un problema en Japón, donde el Indice de Precios al Consumo (IPC) subió un 2,3% en 2022. Y, por ese motivo, los gremios reclaman un incremento salarial del 5%, que sería el mayor aumento en 28 años.
El reclamo fue elaborado por la Confederación de Sindicatos de Japón, conocida como Rengo, durante las negociaciones que comenzaron esta semana con las diversas patronales.
Según lo informado, Rengo pide que más de la mitad de este porcentaje proceda de un aumento salarial básico y el resto de un aumento anual en base a la antigüedad, con el fin de combatir la inflación creciente que azota a la tercera economía mundial.
La responsable de los grupos sindicales, Tomoko Yoshino, señaló que estos aumentos salariales pueden servir para aliviar las consecuencias de la pandemia y la inflación. Y añadió que «este año debería ser un punto de inflexión para cambiar el futuro de Japón».
El sector empresario, en sintonía con los sindicatos
Por su parte, Masakazu Tokura, presidente de la Federación Empresarial de Japón, más conocida como Keidanren, dijo estar de acuerdo con esta sugerencia e hizo un llamamiento a los responsables de diferentes empresas para «dar respuesta a la subida de precios y cumplir con su responsabilidad social de fortalecer el impulso de los aumentos salariales».
La suba del 2,3% del IPC durante el año pasado se produjo, principalmente, a causa del encarecimiento energético y de las materias primas. Y se trata del mayor crecimiento anual del índice en ocho años.
Solo el pasado diciembre, el IPC subió en el archipiélago un 4%, en lo que fue su decimosexto mes consecutivo de incremento. Así marcó también la mayor alza de precios en el país asiático desde diciembre de 1981, cuando el IPC subió un 4,3%.
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Esta misma semana, durante la jornada de apertura de la primera sesión parlamentaria del año, el primer ministro de Japón, Fumio Kishida, dijo que la expansión salarial es clave para lograr un «círculo virtuoso» de redistribución de las ganancias empresariales y «estimular el gasto de los consumidores».
Ahora se espera que los sindicatos de las principales empresas presenten sus solicitudes a la gerencia a mediados de febrero, y podrían recibir respuesta ya en marzo.
El caso de una multinacional textil
Paralelamente, la multinacional textil japonesa Fast Retailing, propietaria de la cadena de tiendas de ropa Uniqlo, anunció este mes que planea aumentar los salarios anuales de sus trabajadores en Japón hasta un 40%, con el fin de reducir la brecha salarial con sus empleados en el extranjero.
Esta revisión de su sistema de salarios cubre a sus 8.400 empleados a tiempo completo y se espera que los costes laborales de la cadena de ropa aumenten cerca de un 15%.
Comparar lo que ocurre en Japón con la realidad argentina parece no tener sentido. Aunque el común denominador es que el tema de la inflación se mete de lleno, inevitablemente, en las negociaciones salariales. Y los gremios, claro está, siempre la tienen bien presente.
CON PRESENCIA SINDICAL DEL PAÍS Y LA REGIÓN, SE LANZÓ EN BUENOS AIRES LA CELAC SOCIAL
Es por eso que en los últimos días se produjo en nuestro país un rechazo masivo de los principales sindicatos al tope del 60% que el Gobierno deslizó que pretende para los acuerdos salariales de este año.
En esa línea se expresó este lunes el secretario general de la Asociación Bancaria (AB), Sergio Palazzo, quien advirtió que «techo tienen las casas, los trabajadores tenemos paritarias».
Así anticipó que su sector reclamará lo que crea conveniente para sus trabajadores, que en 2022 obtuvieron un aumento del 94,1 por ciento, y un básico de 237.393,03 pesos más 185.500 pesos por el Día del Bancario.
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