La CGT define el camino de la unidad y su rol en el escenario futuro
Este viernes se formalizará la convocatoria al confederal del 22 de agosto, cuando se busque terminar con la dispersión de varios años. Juan Carlos Schmid y Héctor Daer, los que aparecen con más chances de liderar el secretariado nacional. Además, se define la postura ante el gobierno, donde tendrá un rol fundamental Gerónimo Venegas. El MASA no confirmó su participación en el proceso.
Con un encuentro realizado ayer, la dirigencia de las tres versiones de la CGT terminó de delinear el proceso que finalizará, si todo sale bien, en la unidad de la principal central obrera del país. Este viernes, a las 9 de la mañana, se realizará un congreso que anticipará lo que sucederá el 22 de agosto, donde se cree que se alcanzará la deseada unidad. En el encuentro de ayer, se discutieron los pasos formales para el encuentro de esta semana, y se comenzaron a delinear las candidaturas para el futuro. Del encuentro no participaron los secretarios generales, sino sus principales voceros. En la conversación, quedó plasmado que Juan Carlos Schmid y Héctor Daer pican en punta para conducir la futura central.
El encuentro de ayer lunes estuvo encabezado por el titular de la Sanidad, Carlos Acuña (Estaciones de Servicio), Abel Frutos (Panaderos) y Mario Caligari (UTA), quienes dieron forma al encuentro del próximo viernes, última cita antes del confederal del 22 de agosto. La falta de interlocutores de la CGT Alsina, del metalúrgico Antonio Caló, fue uno de los datos curiosos del encuentro, que se centró en los formalismos del futuro encuentro. “Antonio está en retirada, su apoyo al kirchmerismo le resta poder en la futura CGT”, se sinceró un dirigente consultado por Gestión Sindical. En este sentido, se agregó que su intención es “sumar a todos los actores”, y poder dejar su cargo “sin divisiones”.
Con esta situación visibilizada, los candidatos para conducir la central se fueron cayendo. En la prioridad aparece Schmid, que cuenta con el aval de un sector importante del moyanismo y de los gremios del transporte, y Daer, el diputado nacional del Frente Renovador que cuenta con el respaldo de los grupos más poderosos de la CGT Alsina, como “independientes” y “gordos” (los más numerosos en cantidad de afiliados, dato importante si hay elecciones). Además, en las últimas horas Caló se habría decidido por el titular de la Sanidad. “Cuenta con el aval de buena parte del peronismo”, agregó el mismo dirigente consultado, quien recordó que en el último tramo de la campaña Daer se acercó definitivamente a Daniel Scioli. Este es un dato clave, para quienes piensan que apoyar a Daer es darle “una carta abierta” a la influencia de Sergio Massa en la futura CGT, algo que preocupa tanto al justicialismo como al gobierno.
En lo político, puertas adentro la dirigencia de la CGT que está más cerca al gobierno ya eligió su interlocutor: el dirigente rural Gerónimo Venegas. El titular del UATRE es el más cercano al macrismo, y alineó detrás de su figura a quienes buscan apoyar abiertamente este proceso político, “Venegas será nuestro interlocutor, somos un grupo de dirigentes que vamos a apoyar al gobierno, pero que no queremos que la política vuelva a meterse en la CGT, porque ya nos dividió en su momento”, le dijo a Gestión Sindical un dirigente de este espacio, que forman integrantes de las tres versiones. Este armado, que genéricamente puede nombrarse como “sindicalismo PRO”, buscará suavizar la mirada del movimiento obrero sobre el gobierno”. Es decir, evitar que la unidad sea sinónimo de oposición.
Por el momento, en la mesa de negociación están presentados casi todos los sectores, menos el díscolo Movimiento de Acción Sindical Argentino (MASA), hasta el año pasado alineado con la figura de Antonio Caló, pero que en este nuevo escenario se alejó del metalúrgico, e insiste con una “agenda programática” para hablar de unidad. Por el momento, este grupo de gremios no se sumará al proceso de unidad. Así se lo adelantó a Gestión Sindical el titular de la Unión Ferroviaria, Sergio Sasia, quien hace las veces de vocero de este armado, encabezado por el titular del gremio taxista Omar Viviani. “La unidad de la CGT es necesaria, pero a los dirigentes no nos puede amontonar el espanto. Tenemos que discutir cuál es el modelo de país que les conviene a los trabajadores y para eso debemos dar un debate profundo en el movimiento obrero”, dijo Sasia, dejando en claro que por el momento mantienen una mirada crítica de esta realidad.
El MASA elaboró un documento para este momento, en el cuál se sostiene que “debemos proteger el trabajo, el aparato productivo y el movimiento obrero, a través de su expresión política debe respaldar ese camino. Creemos que para que exista la unidad deben dejarse de lado los personalismos”, remarcó el espacio. Hasta el momento, el MASA sólo participó de uno de los encuentros de la unidad, y se mostró crítico de todo el proceso. Lo que reclaman es una “hoja de ruta” para la unidad, y que se logre una agenda común. Entre sus dirigentes, temen que su apoyo a la candidatura de Daniel Scioli los relegue en la futura estructura, algo que en rigor de verdad está sucediendo.
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