Jubilados: de cuánto es el aumento que aprobó el Congreso y Milei dijo que va a vetar

El Senado aprobó el cambio en el cálculo de los haberes de los jubilados con más de dos tercios de los votos, igual que Diputados. Qué argumenta Milei.

En la sesión especial de ayer por la tarde, el Senado trató el proyecto de reforma jubilatoria que ya contaba con la aprobación de Diputados y dio el visto bueno para convertirlo en Ley. En ambas cámras se superaron los dos tercios de los votos. Sin embargo, el presidente Javier Milei volvió a repetir este viernes que vetará el aumento a jubilados.

Este incremento, que Milei afirma que pondría en riesgo toda la economía del país, sería de unos 32.000 pesos para los jubilados que cobran la mínima.

Lo que aprobó el Senado fue un incremento complementario al de abril pasado de 8,1 puntos porcentuales, dado que el Gobierno otorgó el mes de enero un 12,5% y la inflación de ese mes fue del 20,6%. Esto representa un incremento de todos los haberes del 7,2% desde abril.

Tomando en cuenta las serias dudas que hay respecto a que Milei valide lo votado este jueves, hay que decir que según la fórmula de movilidad actual, el haber mínimo pasará en septiembre de $225.454 a $243.539. En caso de que el Gobierno decida seguir con el bono de $70.000, los jubilados de la mínima pasarán a cobrar $304.539, contra los $295.454 actuales.

En cambio, de aprobarse los cambios que propone la oposición el haber mínimo pasaría a $251.425,80 y a $321.425,80 contemplando el bono.

Sin embargo, una cláusula en la Ley votada hace que los números, finalmente, sean otros.

Aumento a los jubilados: lo aprobado en el Senado

En el Senado se estableció también que el haber mínimo no podrá estar por debajo del valor de la canasta básica total (CBT) de un adulto equivalente multiplicada por 1,09. 

La CBT de julio (último dato oficial) fue de $291.471,73, que por 1,09 da un total de $317.704,19. Ese mes el haber mínimo fue de $215.581, y si se suma el bono de $70.000 se llega a $285.581. Es decir que la diferencia representa una mejora en los haberes mínimos de 32.123,19 pesos, en el caso de que el Gobierno discontinue el bono, algo previsible si tuviera que aplicar la nueva ley, que no quiere aplicar.

También se contempla un aumento adicional a la fórmula de movilidad a aplicarse en el mes de marzo de cada año, en caso de que los salarios crezcan por encima de la inflación. Consiste en un 50% de la variación del RIPTE por sobre la variación del IPC del último año, siempre que resulte positiva.

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Asimismo impone un plazo de seis meses (actualmente es de 120 días) para cancelar las deudas previsionales por juicios con sentencia firme y las contraídas a favor de las cajas provinciales no transferidas. Y establece que la actualización de las remuneraciones para el cálculo del haber inicial será mensual en lugar de trimestral. 

Según el Instituto para el Desarrollo Social Argentino (Idesa), la jubilación mínima se ubicaba en junio pasado un 37% por debajo del nivel registrado en 2017 en términos reales.

Desde ese momento, se aplicaron cuatro fórmulas de actualización diferentes y ninguna implicó una recomposición de esa pérdida para los jubilados.

La amenaza de Milei

Milei ya había advertido en varias ocasiones que, si el Congreso aprobaba la norma, su decisión era vetarla. Y lo volvió a repetir este viernes, cuando afirmó que “quieren romper a este Gobierno, porque si nos va bien estas ratas no vuelven más”.

En ese contexto fue que insistió en que el veto a la nueva ley de movilidad jubilatoria será “total”, y sostuvo que el Estado no tiene presupuesto para financiar esta modificación.

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“Esto se paga con pobreza y menos crecimiento. Que expliciten a quién quieren que le cobremos impuestos, a quién quieren que le arruinemos la vida”, dijo.

Y afirmó que según sus cálculos, la nueva ley de movilidad jubilatoria “implica 24 puntos del PBI”, algo que representa “toda la deuda externa que tiene la Argentina”, por lo que concluyó en que “están condenando a los argentinos de cara al futuro”.

Más allá del cálculo presidencial, el gasto en jubilaciones en 2023 fue del 6,8% del PBI y en 2024 la tendencia es a la baja, ubicándolo por debajo del 6%, por lo cual un incremento del 8,1% en los haberes a pagar no podría ser de más del 0,6% el PBI, en el peor de los casos.