La inflación de enero fue del 6% y se complica el techo paritario que impulsa Massa
El dato informado por el INDEC atenta contra el tope de aumento salarial que pretende el ministro de Economía, quien para eso busca lograr un IPC en torno al 4%.
Este martes el Instituto Nacional de Estadística y Censos (INDEC) informó que la inflación de enero fue del 6%, superando a la registrada en diciembre (5,1%) y llegando a un acumulado en los últimos doce meses del 98,8%. De esta forma complica el techo paritario que propone el ministro de Economía, Sergio Massa.
Como es sabido, el titular de Hacienda impulsa que los aumentos salariales que se firmen no superen el 60% anual. Y, para que se cumpla con ese deseo, es fundamental que se cumpla también otra de sus metas: lograr un Índice de precios al consumidor (IPC) en torno al 4%.
Sin embargo, y tal como diferentes analistas ya lo anticipaban en los últimos días, la suba de precios informada para el primer mes del año fue una mala noticia, porque deja una expectativa de un piso alto para el primer trimestre de 2023.
El rubro que más aumentó fue «Recreación y Cultura» con un avance del 9%. En ese orden, también subieron fuerte los dos segmentos vinculados a los precios regulados: «Vivienda, agua, electricidad, gas y otros combustibles» y «Comunicaciones» registraron una suba del 8% en ambos casos.
La categoría «Alimentos y bebidas no alcohólicas», por su parte, registró un alza de 6,8%, por encima de la inflación promedio.
La última medida del Gobierno contra la inflación
En su búsqueda de contener la evolución del índice inflacionario, recientemente el Gobierno relanzó el programa Precios Justos que incluyó casi 50.000 productos de 15 rubros diferentes con un sendero de subas de 3,2% mensual hasta el 30 de junio.
A pesar que desde el Gobierno aseguran que el acuerdo con las empresas y los supermercados se cumple, hay muchos rubros y canales de comercialización -supermercados más chicos, autoservicios, almacenes- que no están alcanzados por el sendero de aumentos mensuales prefijados.
La explicación es que la inflación es un promedio donde también impactan servicios, productos frescos -fuera de los acuerdos- y todos los artículos que se comercializan más allá de las grandes cadenas. Aunque hubo intentos fallidos con las canastas de frutas y verduras, fuentes oficiales reconocen que por su forma de venta no permiten negociaciones y controles como en el caso de las empresas de consumo masivo.
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La expectativa es que el nuevo acuerdo para siete cortes de carne logre bajar la evolución de los precios en ese rubro para el dato de febrero. A diferencia de acuerdos anteriores, se trata de un acuerdo más amplio y con más cantidad de toneladas de carne disponible para la venta con precios acordados.
Este lunes, el secretario de Industria y Desarrollo Productivo, José de Mendiguren, había anticipado que la inflación de enero sería «más alta» que la de diciembre, cuando como fue señalado el índice fue del 5,1%.
Un condicionante para las próximas paritarias
Por eso planteó que «nos desvela convocar a las paritarias y al Consejo del Salario para que no se siga perdiendo con la suba de precios», remarcando que el hecho de que la inflación se mantenga alta «nos preocupa».
También ayer hubo otra opinión muy importante al respecto: la del secretario general de la Asociación de Trabajadores del Estado (ATE) y de la Central de Trabajadores de la Argentina (CTA Autónoma), Hugo «Cachorro» Godoy, quien se refirió puntualmente a los recientes aumentos en los productos de la canasta básica y le exigió al Gobierno nacional que no ponga techo a las paritarias.
«Los aumentos de la carne y el pan son desproporcionados e inadmisibles, porque son dos productos básicos en la mesa de los argentinos», apuntó. Y ya en ese momento evaluó que «el Gobierno está mostrando que sigue sin poner límites al descontrol inflacionario, que la especulación de los grandes formadores de precios continúa».
Por eso no dudó en afirmar que considera «inentendible y poco realista» la expectativa inflacionaria del Ministerio de Trabajo de un 60% anual, el mismo porcentaje que se busca que sea tomado como un límite para la discusión de las paritarias.
Para Godoy, las negociaciones salariales “deben ser sin condicionamientos y sin techos”, y ya «se está comprobando que este año la inflación no va a ser el 60% como lo sostiene el Gobierno».
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Y, al igual que De Mendiguren, pidió la «indispensable» convocatoria al Consejo del Salario, para «marcar una actitud clara que apunten a la recuperación del ingreso de los sectores populares y ponerle freno a esta especulación y crecimiento arrollador».
En esa línea también sentenció que «no queremos empatarle a la inflación, sino estar por encima para una efectiva recuperación del salario».
Ahora, ya conocido el número de enero, todo indica que las próximas negociaciones salariales serán seguramente muy duras.
Si bien el viernes la Unión Tranviarios Automotor (UTA) acordó la paritaria de los choferes del interior del país con un incremento en línea con lo pretendido en Economía, y antes habían hecho lo propio los municipales porteños, todo indica que esos serían solo casos excepcionales.
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