Por la inflación sin control, crece la conflictividad y también las medidas de fuerza
Diversos gremios pugnan por la reapertura de las paritarias o una suba de emergencia, luego que en julio la inflación subiera más de 7 puntos.
La dirigencia sindical del país alerta que en el cierre del año puede aumentar la conflictividad laboral, ante la falta de respuesta en varios sectores de los pedidos de mejoras salariales. El repunte inflacionario de julio incrementó la presión de diversos gremios para reabrir la discusión salarial o adelantar subas ya acordadas y mejorar los porcentajes, a fin de frenar la pérdida salarial.
Ante la falta de respuestas, esta semana se dieron los primeros paros de actividades y hay amenaza que en los próximos días esta situación se repita. En las provincias, los estatales encabezan las protestas, lo que complica a los gobernadores. Un reciente informe de la CEPAL y la Organización Internacional del Trabajo (OIT) anticipó este escenario conflictivo.
La posibilidad de paros u otras protestas aumentó con la confirmación de la inflación de julio, que superó los 7 puntos, lo que potenció los pedidos de los gremios para revisar y anticipar cuotas de salarios. La presión de las organizaciones apunta a frenar la pérdida salarial, en un escenario con una suba de precios muy cerca de los tres dígitos.
En el que fue uno de los primeros paros de esta ola de reclamos, la Unión de Empleados de la Justicia de la Nación (UEJN) llevó a cabo una medida de fuerza este viernes en todo el país, para reclamar por «la concreción de la suba negociada para sus afiliados».
«La firma del 15 por ciento de recomposición salarial acordada con la Corte no puede demorarse más, cada día de retardo en la firma, devalúa de manera directa el salario de los trabajadores judiciales, producto de los alarmantes índices inflacionarios», destacó el gremio que conduce Julio Puimato, mediante un comunicado de prensa.
«La información que nos llega de todas las seccionales es que el acatamiento fue de casi una totalidad, los judiciales nacionales se plantaron ante la situación salarial», le dijo a Gestión Sindical una fuente de la UEJN, luego de la jornada. El gremio informó que se mantendrá en estado de alerta y a la expectativa de que se concrete la firma en los próximos días.
«La continuidad del plan de lucha lo vamos a anunciar en los próximos días, pero hay muchas posibilidades que haya un nuevo paro si no hay una respuesta a los reclamos, lo que incluiría posiblemente una movilización, para la semana próxima», agregaron las fuentes consultadas.
Presión estatal
En el sector público, en varias provincias los gremios estatales protagonizan diversas luchas, como pasa en Mendoza donde todo el arco sindical se moviliza en reclamo de mejoras salariales. En tanto, en la provincia de Buenos Aires los estatales, médicos, docentes y judiciales realizaron varios pedidos a Axel Kicillof, donde reclamaron la necesidad de mejorar los salarios.
Ante el silencio del gobernador, esta semana aumentó la temperatura, y en algunos sectores ya hablar de protestas. Uno de los casos es la Asociación judicial Bonaerense (AJB), que esta semana realizó asambleas en los departamentos para conocer la opinión de los trabajadores.
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«Estamos esperando la convocatoria, somos cautos, pero en estas asambleas pudimos ver que el malestar crece», le dijo a Gestión Sindical un dirigente de la AJB. Si bien ya se habla de una protesta para los próximos días, en los encuentros se destacó «la voluntad del gobierno» para resolver el tema.
La idea es lograr que se adelanten las cuotas y se mejoren los porcentajes, «ante una inflación que no da tregua». Por ahora no habrá un plan de lucha, pero este martes 16 habrá reunión de la comisión directiva que encabeza Hugo Russo, donde se analizará la situación.
Informe
El incremento de la conflictividad en estos días por los efectos de la inflación y el deterioro del salario ya era una tendencia con la pandemia, según el Observatorio del Derecho Social de la CTA Autónoma.
«Desde el inicio del ASPO la conflictividad laboral fue incrementando su intensidad al tiempo que los problemas de los y las trabajadoras se fueron agravando», recalcó el trabajo. Si en un comienzo las acciones giraron en torno a medidas de baja intensidad, describió la entidad, «poco a poco, frente a los incumplimientos patronales empezaron a proliferar paros, acampes, protestas, movilizaciones y piquetes».
Asimismo, «a las demandas por medidas de protección de la salud y para enfrentar despidos o descuentos salariales se sumaron, en los últimos meses, los pedidos de recomposición salarial».
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En tanto, en las proyecciones que hace anualmente la CEPAL y la OIT, se destacó que en el mercado laboral argentino «existe una elevada tasa de informalidad laboral entre los jóvenes, lo que muestra una problemática estructural agravada por el Covid-19«.
De hecho, agregó el reporte, «se advierte un empeoramiento de varios indicadores de trabajo decente, incluyendo una reducción notable en la proporción de jóvenes con trabajo, especialmente entre las mujeres».
Según las últimas proyecciones de la CEPAL, se prevé para este año «una desaceleración del ritmo de crecimiento en Argentina en torno al 3 por ciento». Y en el caso de América Latina y el Caribe, la desaceleración «rondaría el 1,8 por ciento».
Estas proyecciones no incluyen el repunte inflacionario de julio y el deterioro de las condiciones de la economía, lo que puede empeorar la situación de los trabajadores y los salarios.
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