02 de Diciembre
de 2024
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Escándalo: intendente radical tiene peones en negro y situación de explotación

02. 11. 2020

El Renatre encontró que Ricardo Ramírez, jefe comunal de Coronda, en la provincia de Santa Fe, tenía a 19 de 21 trabajadores de su campo en situación irregular. Además, se constataron trabajadores que no contaban con las medidas de seguridad e higiene correspondientes, como también sin la ropa adecuada y hasta descalzos.

La cosecha de frutillas todos los años tiene como hecho colateral la precariedad laboral de los recolectores. Y esta vez, en un megaoperativo realizado en la mañana de ayer, se constató esta situación hasta en los cultivos pertenecientes al intendente de Coronda (provincia de Santa Fe), el radical cambiemita Ricardo Ramírez.

“No me importa de quién se trata, lo catalogo como un productor frutillero más, es un empleador como cualquiera y si no tiene a los trabajadores en regla debe atenerse a las sanciones que corresponden”, indicó Andrés Alasia, el delegado provincial de la sección Renatre Santa Fe Sur.

“El trabajo en negro se da en una proporción del 1.300 por ciento sobre los que están en blanco”, confió Alasia al detallar cómo fue el procedimiento que se realizó ayer tanto en Coronda como en localidades vecinas en torno a la recolección de frutillas, que justamente en esta época se encuentra en su pico máximo.

El delegado de Renatre (Registro Nacional de Trabajadores Rurales y Empleadores) explicó que “desde marzo veníamos hablando con los productores, tuvimos siete reuniones y les insistimos que no puede seguir dándose esta irregularidad. La producción y cosecha de frutillas es una actividad que cumplió 100 años (según la historiadora local Alcira Marioni Berra, fue Lamberto Lafuente quien inició la plantación en 1919) y si no alcanza con esto iremos con más organismos para que se corrija”.

Y eso que el “megaoperativo que implementamos esta vez contó con la participación del Ministerio de Trabajo de la Nación, la Afip, Gendarmería, el Sindicato de Uatre (Unión Argentina de Trabajadores Rurales y Estibadores) y hasta utilizamos drones. En forma simultánea nos presentamos 50 inspectores en los establecimientos rurales de más de una docena de productores”, contó Alasia.

“Encontramos las irregularidades que preveíamos. Y más allá del trabajo en negro, se constataron trabajadores que no contaban con las medidas de seguridad e higiene correspondientes, como también sin la ropa adecuada y hasta descalzos”, abundó.

En lo que respecta al establecimiento correspondiente al intendente de Coronda, Ricardo Ramírez, más allá que Alasia lo consideró “un productor más, como cualquiera que debería respetar las normas”, no tiene a los trabajadores en regla. El propio delegado de Renatre estuvo en el campo y se mostró sorprendido cuando “adelante mío el intendente habló por teléfono con alguien y dijo «deciles a todos que se vayan y vuelvan el martes», increíble”.

Asimismo, contó que en el lugar “de los 21 trabajadores que constatamos, 19 estaban en negro”. Y para no dejar dudas, remarcó: “No importa que sea el intendente, que sea de un partido político u otro. Obviamente su caso toma trascendencia por su cargo y debería dar el ejemplo, pero para el Renatre es un productor como cualquier otro y debe cumplir”.

Las consecuencias de estas irregularidades quedaron constatadas en actas, que serán verificadas administrativamente y se labrarán las multas, que son de un costo importante, aunque los productores prefieren correr el riesgo antes que regularizar a los trabajadores.

Excusas

A los trabajadores muchas veces no les queda alternativa que aceptar esta condición laboral porque los productores los contratan de esta manera con “la excusa de que si los anotan pierden los planes, no pueden cobrar el IFE ni la Tarjeta Alimentar”, contó Alasia lo comentado por los cosechadores, quienes cobran entre 80 y 100 pesos la hora.
El tiempo de labor en la cosecha de frutilla propiamente dicha es de 4 a 6 horas, aunque se desarrolla durante toda la jornada porque a la mañana abren los túneles, luego riegan, cosechan, fertilizan y por la noche los cierran para cuidar las plantaciones. Este trabajo se realiza de agosto a diciembre.

En cuanto a los trabajadores, no hay tantos migrantes como en otros tiempos. Además, con la pandemia por coronavirus se desaconsejó la llegada desde poblaciones vecinas y como muchos se quedaron a vivir en las cercanías (en condiciones precarias, cerca de las vías) ya no llegan en gran cantidad a Coronda y alrededores, como Desvío Arijón y Arroyo Leyes, donde también se realizó el megaoperativo.

Y todo se dio a poco de realizarse la 61ª Fiesta Nacional de la Frutilla, el 7 de noviembre, que será virtual (a través de redes sociales, canales locales de Coronda y tal vez mediante un canal de TV provincial) debido a la pandemia de Covid-19.

Fuente: Diario La Capital (Rosario)

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