Empleo público en las provincias en los últimos 20 años: fuerte aumento y datos llamativos

Un informe realizado por una fundación ultraliberal establece que creció un 69% en todo el país. Buenos Aires es una de las provincias con menos empleo público.

Un informe privado de empleo basado en estadísticas oficiales, que analiza las últimas dos décadas en la Argentina, estableció que entre 2002 y 2022 (último dato oficial disponible, el empleo público en las 23 provincias y la Ciudad de Buenos Aires -es decir, excluyendo los empleados del Estado nacional- se incrementó en un 69%, pasando de 1,34 a 2,27 millones de trabajadores.

El informe fue publicado por la ultraliberal Fundación Libertad y Progreso que dirigen Agustín Etchebarne, Manuel Solanet y Aldo Abram.

De acuerdo con el informe, que analiza el volumen de empleo público en general sin desagregar por actividad, el mayor crecimiento se registró en Tierra del Fuego, que con un salto del 197% casi triplicó la cantidad de trabajadores estatales que tenía 20 años antes. Mientras tanto, la menor expansión se dio en Formosa, que solo subió 20%.

En la región de Cuyo, Mendoza es la jurisdicción que menos subió la cantidad de empleados estatales, pero con un porcentaje del 50%. Como contrapartida está San Luis, con una suba del 98%.

Otro dato llamativo tiene que ver con el promedio de trabajadores estatales por habitantes de cada provincia. Allí se ve que la provincia de Buenos Aires es una de las que menos empleados públicos tiene, con 37 cada 1.000 habitantes -solo Córdoba tiene menos- y está muy por debajo de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires, que registra 62 cada 1.000.

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Pero, además, de acuerdo con este análisis, son muy pocas las jurisdicciones por debajo del promedio nacional que es de 49 cada 1.000 habitantes: Córdoba, Buenos Aires, Santa Fe, Mendoza y Salta. El resto, está por encima.

La coparticipación y el empleo público

Según la Fundación Libertad y Progreso, un think tank muy cercano a las ideas políticas de ajuste de Javier Milei, los datos son “alarmantes” e “inéditos”. Consideran como principal problema «un desorden en la administración de fondos provinciales, que demuestran que a lo largo de 20 años comprometieron las cuentas públicas y que hoy deben afrontar sus obligaciones».

Otro detalle que destacan también es la cantidad de empleados públicos provinciales que aumentó, estando muy por encima del crecimiento poblacional, en un 23%.

El analista de la Fundación Valentín Gutiérrez señala que “así como en los sistemas de pensiones es necesario tener más aportantes que beneficiarios, en la composición del empleo es fundamental que la parte privada supere a la pública, ya que la primera soporta a la segunda, y de otra forma el sistema se vuelve insostenible».

Agregó además que en muchas provincias argentinas las actuales composiciones de empleo solo son posibles bajo los malos incentivos que genera la coparticipación, «que lleva a las jurisdicciones subnacionales a comportarse irresponsablemente, generando que en los últimos años aumentaran su personal de sobremanera, mucho por encima de la administración nacional”.

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Teniendo esto en cuenta, se observó un “crecimiento igual de vertiginoso” en la cantidad de empleados públicos provinciales por cada 1.000 habitantes; mientras que en 2002 era de 36; y para 2022 creció hasta los 49.

De acuerdo a los empleados cada 1.000 habitantes, Tierra del Fuego ocupa el primer lugar, con 128. Además, Santa Cruz, La Rioja, Catamarca y Neuquén completan la lista de provincias que superan los 100 empleados públicos provinciales por cada 1.000 personas. Entre las jurisdicciones con menos trabajadores públicos por habitante aparecen Córdoba (32), Buenos Aires (37), Santa Fe (40) y Mendoza (46).