Docentes porteños adelantan que seguirán con su plan de lucha si Rodríguez Larreta amplía la presencialidad
Los gremios del sector afirman que si bien no tienen confirmación de qué medidas se tomarán hoy, las versiones hablan de sumar cursos a las clases presenciales. Aseguran que la situación “es dramática”, pese a que bajen un poco los contagios. Ya son 25 los trabajadores del sector fallecidos en poco más de tres meses.
Con larga trayectoria en los institutos de formación docente de la Ciudad de Buenos Aires, Graciela Moldes falleció esta semana, según informaron los gremios docentes, víctima de coronavirus. La profesora de matemática se convirtió en la víctima número 23 entre los trabajadores de la educación porteños, desde que comenzó el actual ciclo lectivo, que vino con presencialidad en las aulas.
Por la muerte de Moldes, el sindicato Ademys realiza un paro de actividades (ayer y hoy), y denuncia la situación que se vive en la Capital Federal. La protesta se da a pocas horas que el gobierno de Horacio Rodríguez Larreta defina cómo seguirá el dictado de clases, ya que hoy vence el DNU nacional que obliga a volver a la virtualidad, pero que la justicia permitió no acatar.
Las versiones hablan de un intento de ampliar la apertura de las escuelas, para los cursos que hoy están haciendo clases virtuales. “Es una locura, el Gobierno porteño apenas baja un poco los casos vuelve a la carga con la apertura”, afirman desde el gremio, que adelantó que seguirá con su plan de, lucha si se confirma esta apertura.
Además, desde UTE siguen alertando sobre el “negacionismo sanitario” de la gestión porteña, y se cruzaron con autoridades del Ministerio de Educación por el ausentismo de estas semanas.
El paro de 48 horas lanzado por Ademys se cumple ante la confirmación de un nuevo caso fatal de Covid-19. La protesta se da en momentos que se debe definir cómo seguirá el dictado de clases en CABA, ya que se vence en decreto presidencial, que si bien no se cumple gracias a un fallo judicial, es el marco general de las medidas restrictivas en todo el país.
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Desde Ademys afirman que no tienen mayor información, pero temen que se apunte a aumentar la presencialidad. “No tenemos ni información ni datos concretos, lo que se escucha es que se tendería a una apertura mayor”, admitió Mariana Scayola, secretaria general de Ademys.
En diálogo con Gestión Sindical, la dirigente afirmó que están atentos “a lo que pasa con la ley nacional, que puede cambiar el panorama, pero el gobierno porteño apenas baja un poco los casos vuelve a la carga con la apertura, como si la situación dejara de ser dramática y muy preocupante”.
En estos días, el esquema que se mantiene en la Ciudad de Buenos Aires es nivel inicial, primaria y educación especial con presencialidad con protocolos, primer y segundo año del secundario con un sistema mixto, y tercer, cuarto y quinto año virtual. “El rumor es que tratarían de volver a este sistema mixto para todos los años del secundario”, adelantó Scayola.
Seguir resistiendo
Desde que la situación general del país empeoró en cuanto a la cantidad de casos de coronavirus, las clases fueron un foco de polémica, e incluso enfrentaron al Gobierno nacional y al de la Ciudad por la presencialidad. El fallo de la Corte Suprema de Justicia avalando la autonomía de la gestión porteña en esta decisión hizo que la cuestión quedara en manos de Rodríguez Larreta, que avanzó con su idea de mantener abiertas las escuelas.
A partir de eso, un grupo de gremios encabezados por Ademys y al UTE comenzaron con un plan de lucha que se mantiene hasta hoy, y que prometen seguir de cara a lo que viene. “Hasta ahora estamos con un esquema de uno o dos paros semanales, con ‘semaforazos’ o acciones en las escuelas, seguramente vaya a tener continuidad, sobre todo porque todos los días hay nuevos casos y la confirmación de un docente fallecido”, adelantó Scayola.
En ese sentido, los datos de Asemys son escalofriantes: se estiman 13 mil contagios en poco más de 3 meses, con 25 trabajadores fallecidos. “Incluso si se compara con otros sectores más expuestos, como enfermeros que tienen 36 casos fatales, cuando nosotros estuvimos mucho menos expuestos al virus, es una locura”, dijo la dirigente sindical.
Esta semana la ministra Soledad Acuña fue escrachada en la Escuela Nº 24 D.E. 13, en el barrio de Parque Avellaneda, cuando un grupo de trabajadores le leyó la lista de fallecidos, en momentos que hacía una visita al lugar.
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Además de la presencialidad, los gremios reclaman una serie de cuestiones que van desde garantizar la entrega de insumos para protección hasta que se garantice la vacunación de los docentes y el personal auxiliar. En este sentido, en el pliego de reivindicaciones del actual paro de 48 horas, Ademys incluyó “urgente plan de vacunación efectiva para el conjunto de la población, entrega de dispositivos y conectividad gratuita, respeto a las dispensas por cuestiones de salud o cuidado de menores a cargo y convivientes con personas de grupos de riesgo, que se respete el tiempo necesario de inmunización con las vacunas”.
“Rechazamos la extorsión del gobierno porteño de descontar los días de paro que son una violación al derecho de huelga. Reclamamos la devolución de lo descontado”, remarcaron.
Marcado ausentismo
En el marco de la disputa entre los gremios y el Gobierno porteño, desde UTE difundieron un relevamiento que afirma que “sólo el 18 por ciento de los estudiantes concurren a clases presenciales”. El trabajo, a cargo de la llamada Multisectorial por la Educación Pública, establece que “más del 80 por ciento de estudiantes no están concurriendo a los edificios escolares para cuidar la salud y la vida, la decisión política del Jefe de Gobierno y la ministra de Educación es negarles la educación.
En la realidad solo 2 de cada 10 estudiantes tiene garantizado el acceso a la educación en CABA”. “La lucha sostenida por toda la comunidad educativa en defensa de la salud y la vida dejan cada vez más en evidencia el desinterés de la gestión de Larreta y Acuña por la educación pública”, subrayó el informe, al que tuvo acceso Gestión Sindical.
Los números fueron negados por la cartera educativa, que afirmó que la presencialidad en la Ciudad de Buenos Aires se cumple en un 75 por ciento.
Desde Ademys corroboran la baja presencia de alumnos, aunque sin datos tan concretos como los del informe. “Muchas familias, cerca de un 50 por ciento, no está enviando directamente a los chicos a las escuelas, lo que hace que haca maestros y le dan clase a cuatro o cinco chicos por grupo”, sostuvo Scayola.
En promedio, las burbujas debían tener 12 alumnos promedios, pero lo más extendido es tener cuatro chicos, según Ademys. “Cuando hay más casos o sube la alerta por los contagios, suele repercutir en la presencialidad, que disminuye, porque hay temor”, agregó la dirigente.
Además, Scayola recalcó que “la situación epidemiológica que registra la Ciudad de Buenos Aires se traslada a las aulas, en la cantidad de burbujas aisladas, en los casos sospechosos y demás. Eso hace difícil medir la presencialidad, lo que diría es que prácticamente en todas las escuelas hay cierres de burbuja por casos sospechosos o positivos”.
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