Despidos en Atucha: el Gobierno dio por terminada una obra clave y los trabajadores denuncian que quedó inconclusa
Los trabajadores protestan en Zárate por la suspensión de obras avanzadas en Atucha. Los 180 ceses anunciados podrían ser más.
Trabajadores de la central nuclear de Atucha se movilizaron en Zárate contra los 180 nuevos despidos anunciados para fin de mes como consecuencia del recorte de obras públicas que dispuso Javier Milei. Además, estimaron que las desvinculaciones podrían continuar y denunciaron que se están suspendiendo obras que estaban avanzadas.
Las protestas se activaron luego de que el Gobierno nacional anunciara 180 nuevas bajas entre quienes están vinculados al proyecto del reactor CAREM 25, que según advirtieron «no es una obra finalizada, sino que está desfinanciada” por decisión del Ejecutivo.
En ese sentido exigieron la continuidad de los puestos de trabajo en Atucha, a la vez que hicieron notar todo su enojo contra Milei, al señalar que «vino a fundir a la gente obrera».
El freno de una obra estratégica
Los 180 despidos que se activarán el 31 de agosto se suman a los 80 que ya hubo hace dos meses. Y a la pérdida de puestos laborales, que siempre es una mala noticia, se suma el hecho de que el reactor nuclear CAREM es un elemento clave para conseguir la soberanía energética que el Gobierno prefiere coartar y vender.
La obra permite generar energía eléctrica hasta los 32 megavatios, suficiente para abastecer a una población de unos 120 mil habitantes, es altamente apto para brindar servicios en zonas alejadas de los centros urbanos y es fácilmente replicable.
Un dato que no se puede soslayar es que tanto la obra como el proyecto del reactor están a cargo de la empresa pública Nucleoeléctrica Sociedad Anónima, que figuraba en el listado de empresas a privatizar de la fallida Ley Ómnibus, devenida en una acotada Ley Bases.
Diego, empleado de la empresa Centro Construcciones, explicó que «el 31 de agosto se nos estaría terminando el contrato y quedaríamos todos en la calle. En su momento llegamos a ser casi 100 compañeros trabajando en la empresa (sólo por la mencionada firma), pero hoy somos 30. Viene una sangría ya de hace un tiempo atrás».
Además agregó: «Dicen que el proyecto se termina, que no hay nada para hacer. Es mentira. El trabajo está, las obras están. Hay muchísimas cosas por hacer y terminar en el CAREM 25. Queremos terminarlo y que el proyecto llegue a su fin. Hay mucha falta del Estado. Si no colabora, nosotros nos quedamos afuera».
Atucha: «400 compañeros penden de un hilo»
Por eso fue que el trabajador reclamó «que el Gobierno ponga un poco más de voluntad», porque hay «un total de 400 compañeros que están pendiendo de un hilo”.
Y aseguró que “me da una indignación terrible porque este Gobierno vino a fundir a la gente trabajadora, a la gente obrera. No tenemos por qué estar bancándonos esto. Tendríamos que estar en nuestros puestos de trabajo».
Otro empleado insistió en remarcar que «no es una obra finalizada. Está desfinanciada por el Gobierno». Y explicó: «Estoy en la obra hace tres años. Es mentira que está finalizando, hay para hacer un montón de cosas, hay componentes tirados por toda la obra, los cuales se tenían que montar en esta etapa».
Por último, analizó: «Hay algo que no entiende el Gobierno, que es que si bien nos pega directamente a nosotros, indirectamente le pega al sistema de salud, a los compañeros de transporte, a los que preparan la comida y los de limpieza, además de los comercios. Si los trabajadores no tienen plata, el consumo interno no se mueve».
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