Conflicto en una cristalería de Munro, con despidos y amenazas de muerte a los cesanteados

Empleados de la firma Pilkington mantienen el acampe frente a la empresa, luego de despidos de personal que estaba de vacaciones. Hubo amenazas a quienes realizan la protestas. Las cesantías podrían aumentar en las próximas horas.

Unos trece trabajadores de la fábrica de cristales para automóviles Pilkington fueron despedidos mientras estaban de vacaciones y ahora reclaman la reincorporación, mientras otros 57 están en alerta por eventuales nuevas cesantías. Los despedidos están acampando frente a la fábrica, ubicada en la avenida Vélez Sarsfield 5831, en la localidad de Munro, mientras que en paralelo piden la mediación de la Secretaría de Trabajo de la Nación. Pilkington es una multinacional con sede en Gran Bretaña que se dedica a la fabricación de vidrios seguros para automóviles, además de cristales para celulares y tablets, y entró en crisis en 2018 por la fuerte caída de la demanda producto de la recesión.

Los trabajadores de la planta se declararon en estado de alerta y movilización porque, estiman, las cesantías podrían extenderse a más empleados en los próximos días, por lo que hay otros 57 empleos en riesgo. Además, se vivieron momentos de mucha tensión durante el acampe pacífico de los trabajadores, cuando un sujeto que se identificó como “Daniel Wambolt” salió del interior de la planta y amenazó a todos los despedidos.

“Hagan lo que quieran, pero yo te voy a buscar y te voy a partir como un queso. Te voy a ir a buscar y te voy a prender fuego la casa, a vos y a la pelotuda de tu señora también. Y lo mismo para los que están al lado”, gritó el sujeto, según puede verse en un video que se viralizó en las redes sociales. Los trabajadores amenazados dijeron que el sujeto que les advirtió con prenderles fuego la casa y matar a su familia “es parte de la burocracia sindical y controla la comisión interna gremial en el interior de la planta”.

Los empleados de Pilkington se manifestaron el martes en la esquina de Corrientes y Callao antes de ir a la sede de la cartera laboral, y fueron desalojados por la Policía de la Ciudad de Buenos Aires.