Caló aseguró que la gente «la está pasando mal» pero descartó un paro: «¿Qué ganamos?»
El metalúrgico se refirió a los índices de pobreza conocidos en estos días y a la interna de la CGT, destacando la necesidad de unidad.
El secretario general de la seccional porteña de la UOM, Antonio Caló, descartó la posibilidad de que la CGT se rompa y reconoció que si no están «todos juntos, no se logra nada». Además, habló de la situación económica, y si bien reconoció que la gente «la está pasando mal», destacó una medida de fuerza: «¿Qué ganamos con un paro».
Las palabras del histórico dirigente de la central obrera fueron con motivo de que el camionero Pablo Moyano analizara este martes alejarse del triunvirato por no haber sido invitado al encuentro que la cúpula mantuvo con el presidente Alberto Fernández en la Quinta de Olivos, según se supo.
Sin embargo, en horas de la tarde, transcendió que el líder decidió continuar y limar asperezar con el resto de los integrantes. Además fue recibido este miércoles a la noche por el Presidente en Olivos.
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Caló habló con la prensa y admitió que en la central obrera hay «distintos matices», pero desestimó cualquier chance de que se vuelva a fragmentar. «Sabemos que si no estamos todos juntos, no logramos nada. El que se va, su silla la ocupa otro. Pablo tiene que ser inteligente y todos los demás compañeros, porque la gente quiere que la CGT esté unida», sostuvo.
Cuestión económica
Además, al advertir los elevados índices de inflación y la actitud de la CGT, el referente sindical manifestó: «El país no está para hacer paro, venimos de dos años de pandemia, la producción está creciendo. No amerita hacer un paro. ¿Qué ganamos con un paro?».
Y continuó: «La gente la está pasando mal, tiene problemas económicos, no le alcanza la plata para comer y si encima ve que sus dirigentes están divididos, perdemos el respeto todos».
Las declaraciones se dan en el marco del anuncio del índice de pobreza que hizo el INDEC, que estableció que al término del primer semestre de 2022 fue del 36,5 por ciento, por debajo del 40,6 por ciento de enero-junio del año pasado.
En tanto el Índice de Indigencia, entendido este como los pobres cuyos ingresos no les alcanza ni siquiera para un mínimo de alimentación, cerró en el primer semestre de este año en el 8,8 por ciento, por debajo del 10,7% por ciento de igual período del año anterior.
Incluso, el Índice de Pobreza de 36,5 por ciento estuvo por debajo del 37,3 por ciento con el que cerró el año pasado, en el segundo semestre. Sin embargo, la Indigencia en 8,8 por ciento resultó superior al 8,2 por ciento de la medición de julio-diciembre de 2021.
Esto implica que, para el universo de los 31 aglomerados urbanos relevados que por debajo de la Línea de Pobreza se encuentran 2,6 millones de hogares, que incluyen a 10,6 millones de personas; y, dentro de ese conjunto, 660.494 hogares se encuentran por debajo de la Indigencia, es decir 2,56 millones de personas indigentes.
Cena de conciliación
En cuanto a la interna, luego de la cena con la mesa chica de la CGT, el presidente se reunió con Pablo Moyano y su gente. Entre los reclamos centrales figuraron el pago de una suma fija hasta fin de año como complemento salarial para el sector privado, con la idea de que luego deberá ser incorporado por cada gremio en paritarias, así como un control estricto de precios (y la oferta de que los gremios contribuyan), ampliación de las asignaciones familiares y actualización del piso de Ganancias.
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Además del camionero acudieron anoche a la cita Mario Manrique, número dos del gremio de mecánicos SMATA, Raúl Durdos (marítimos, SOMU), Juan Pablo Brey (aeronavegantes), Jorge García (taxistas), Cristian Jerónimo (personal del vidrio), Omar Plaíni (canillitas), José Voytenco (rurales de UATRE y la más novedosa incorporación al FRESIMONA), Alejandro Salcedo (docentes bonaerenses), Graciela Aleñá (viales), Pablo Flores (empleados de AFIP) y Domingo Moreyra (ceramistas).
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