Para «Cachorro» Godoy, el salario mínimo debería rondar los $152.000, «muy lejos de lo acordado»
El titular de la CTA Autónoma explicó su rechazo al acuerdo: «En marzo del año que viene estará de nuevo por debajo del nivel de indigencia».
El titular de la CTA Autónoma, Hugo «Cachorro» Godoy, aseguró que el aumento del salario mínimo del 20% para los próximos meses lo dejará lejos de garantizar «una vida digna», fundamento de esa manera el rechazo de la central a lo firmado ayer por el Consejo del Salario.
«En marzo de este año el salario mínimo estaba por debajo del nivel de la indigencia. Con este aumento, en marzo del año que viene va a estar (de nuevo) por debajo del nivel de la indigencia. Por eso nos opusimos», precisó en declaraciones radiales.
Para Godoy, «un ingreso mínimo para una vida digna ronda los $152.000, muy lejos de lo acordado». Además, señaló que «tenemos 40% de pobreza y 4 millones y medio de personas que padecen hambre».
También remarcó que «ni si quiera nos dan la posibilidad de recuperar alguito», al referirse a que el aumento será en cuotas. Y asimismo marcó la implicancia que tiene el Salario Mínimo, Vital y Móvil como referencia en el resto del mercado de trabajo para otras actividades.
Salario mínimo: rechazado solo por la CTA Autónoma
La CTA Autónoma fue la única voz en el Consejo del Salario que se opuso a la suba firmada, la cual fue apoyada por la CGT, la CTA de los Trabajadores y el sector de los empresarios.
«Es un acuerdo entre la UIA, el Gobierno y la CGT que deja el salario mínimo por debajo de la indigencia, y nosotros no lo convalidamos», enfatizó Godoy.
Mientras tanto, el presidente Alberto Fernández destacó el acuerdo: «Esto es resultado de un consenso entre los que trabajan y los empleadores, y eso es algo muy importante y muy necesario en los tiempos que vivimos».
Y aseguró que «puede ser el principio que nos haga empezar a pensar en una Argentina no de cuatro meses, sino en una Argentina de 40 años».
Por su parte, la ministra de Trabajo, Raquel «Kelly» Olmos, explicó que «se tuvo como criterio establecer un equilibrio entre los índices de diciembre y enero, donde se buscó restituir capacidad adquisitiva para el Salario Mínimo, Vital y Móvil, y para febrero y marzo fijar un índice coherente con el plan del Gobierno Nacional de quebrar la alta inflación».
Y señaló que el aumento «se complementa con decisiones que se han hecho públicas recientemente, como la movilidad jubilatoria, que impactó también sobre la actualización de la Asignación Universal por Hijo y por embarazo, y la decisión de incrementar 40% la Tarjeta Alimentar».
Un aumento con sabor a muy poco
Actualmente el haber básico es de $57.900, por debajo de la línea de indigencia tal como señaló «Cachorro» Godoy. Con una inflación acumulada en el año del 88%, el salario mínimo debería ubicarse cuatro puntos arriba, en $60.160, acorde a la evolución de los precios.
Así y todo no alcanzaría a cubrir una canasta básica de alimentos. Y con la suba del 20% llegará a $69.500 en marzo de 2023, una cifra que seguramente tampoco sea suficiente.
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La recomposición, que representa un incremento del 110,5% en el período marzo-marzo, se efectivizará en cuatro cuotas: un 7% en diciembre, un 6% en enero, un 4% en febrero, y el restante 3% en marzo. Además, se estableció que en febrero habrá una revisión.
Con el encuentro de este martes para acordar una nueva actualización, es la tercera vez que se reúne el Consejo del Salario en lo que va del año, producto de la subida de la inflación.
El 22 de agosto habían firmado un incremento del 21% en 3 tramos -7% en septiembre, octubre y noviembre-, llevando el ingreso de $47.850 en agosto a $57.900 por jornada completa.
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