Potenciar Trabajo: los planes que el Gobierno dio de baja por error y debe restituir podrían ser más de 10 mil
A muchas personas les inventaron viajes al exterior para sacarles el Potenciar Trabajo. Como solo toman reclamos individuales, los casos se suman lentamente pero sin pausa.
El Gobierno nacional reconoció haber cometido «errores», y el Ministerio de Capital Humano conducido por Sandra Pettovello tuvo que reempadronar a más de 8 mil beneficiarios del Potenciar Trabajo, lo que representa el 34% de las bajas que fueron decretadas en enero.
La marcha atrás se tomó luego de que se comprobara, entre otras anomalías, que a muchas personas les inventaron viajes al exterior para sacarlos para sacarlos del Programa.
Siempre con el justificativo de que están combatiendo la corrupción, y estigmatizando a los beneficiarios en cada anuncio de recorte, el Ministerio de Capital Humano que encabeza Sandra Pettovello dio de baja del Potenciar Trabajo, en enero, a 25.444 personas. Pero al mes siguiente admitió que se había equivocado con 8.826, y debió devolverles el beneficio.
El dato se puede comprobar en un documento de circulación interna del Ministerio al que accedió el diario Página 12. Allí se ve que figura el término «Retro», que alude a los casos revertidos al comprobarse que se debían a bajas «por equivocación».
Se esperan miles de rectificaciones más
Hay que remarcar que estas suspensiones fueron revertidas por personas que pudieron hacer el reclamo y demostrar el error, lo que no es para nada sencillo. Por eso se da por descontado que el número de “equivocaciones” que se puedan exponer sea todavía mayor en los meses siguientes.
En el primer mes del año las 25.444 bajas fueron decididas por supuestas incompatibilidades variadas. En tanto que en febrero hubo otra tanda (22.501 suspensiones) determinadas por presuntos viajes al exterior.
Sin embargo, ya quedó en claro que muchos casos fueron simplemente inventados. Eso le ocurrió, por ejemplo, a Verónica Godoy, quien recibió un mail donde le informaban: «Usted viajó al exterior». Supuestamente, Verónica, que ni siquiera tiene pasaporte, había ido a Noruega.
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Pero Godoy nunca, en su vida, salió del país. Vive en un barrio de El Cruce, de Florencio Varela, en el sur del Conurbano bonaerense, con dos hijos adolescentes. Trabaja en una huerta comunitaria y como contraprestación percibía el Potenciar hasta que se lo sacaron.
Además, los fines de semana tiene un segundo trabajo, vendiendo perfumes y cosméticos en una feria. Pero como tampoco así le alcanza para cubrir la comida, uno de sus hijos (de 14 años) empezó a trabajar, lavando camiones los fines de semana. Un pasaje ida y vuelta por Air France, como figuraba en la base de datos, cuesta no menos de 1.500 dólares.
¿Cómo pudo ocurrir que en la base de datos del Ministerio apareciera que Verónica había hecho un viaje tan fuera de lo común que ni siquiera hay vuelos directos desde la Argentina? Nadie puede explicarlo más allá del hecho de que fue un error.
Potenciar Trabajo: las trabas para los reclamos
Por otra parte, y más allá del caso contado de Godoy, en Capital Humano tampoco están tomando en cuenta, al hacer los recortes, que viajar a países limítrofes no es legalmente incompatible con el programa.
Por ese motivo las organizaciones sociales plantean que quienes tienen familiares en Bolivia, Paraguay, Uruguay u otros países limítrofes no deberían perder el derecho a visitarlos.
«El 63 por ciento de quienes cobran el programa son mujeres. Muchas de ellas, inmigrantes que aún tienen familiares en los países vecinos. Si un familiar se enfermó, si alguien les mandó el pasaje o las ayudó a juntar el dinero para ir, incluso si fueron de vacaciones tienen derecho a hacerlo sin perder el programa», plantean.
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Y en paralelo surge otro problema: por instrucción del Ministerio, a las organizaciones sociales ya no les permiten tramitar los reclamos (lo que les permitiría juntar casos para presentarlos de una sola vez), sino que cada afectado debe hacerlo por su lado (como dice Pettovello, «individualmente y con DNI»).
Además, como si todo esto fuera poco, cuentan que a las personas que van a hacer los descargos las tienen «dando vueltas de un lugar a otro». Además las obligan a presentar, entre otros papeles, el pedido de registro de viajes en Migraciones, que tiene un costo de mil pesos por cada año consultado y que, claro está, no todos pueden pagar.
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