¿La suma fija puede servir o se la come la inflación?

Especialistas opinaron sobre el impacto de la medida que busca aliviar bolsillos. Las claves de la suma fija, entre la contención de precios y la necesidad cambiar convenios colectivos.

En cuestión de 72 horas, la suma fija que anunció la Casa Rosada para mitigar los efectos de la devaluación cosechó muchas miradas, a favor y en contra, con dos líneas bien claras. Por un lado, representa de manera cabal un alivio para los trabajadores. Por otro, es una disposición que no alcanza para tratar de compensar la pérdida del poder adquisitivo con una inflación en pleno ascenso, bajo la necesidad de cambiar la productividad.

Gestión Sindical consultó por la medida tomada por Sergio Massa a Facundo Budassi, licenciado en economía de la Universidad Nacional de Rosario, colaborador de Cepa y diplomado en geopolítica y defensa por la Universidad Nacional del Sur.

Budassi, como muchos otros, entiende que no era posible devaluar sin que esto se trasladara a precios. Para él, este aumento extra “busca recomponer los salarios luego de la devaluación y la suba de tasas de interés que el Fondo Monetario le impuso al Gobierno y que, como toda devaluación y suba de tasa, se va y fue a precios”.

Budassi: «Contención de precios»

“Para que este bono de suma fija no se licue, obviamente el Gobierno tiene que encarar una política de contención de precios. Sobre todos en lo que refiere a los precios de los alimentos ya que el bono esta decretado para aquellos asalariados de menor poder adquisitivo», evaluó el especialista.

«En ese sentido -opinó-, vemos que más allá de las protestas de la COPAL, la entidad terminó por aceptar el acuerdo de evolución de precios del 5% de aquí para los próximos 3 meses. Es decir que al Gobierno no le fue mal en su intento de contener precios”.

LOS GREMIOS YA CIERRAN PARITARIAS TRIMESTRALES CON AUMENTOS QUE RONDAN EL 10% MENSUAL

A su vez, recalcó que “si sumamos el 5% de tope impuesto a la suba de los medicamentos y el 4% de tope al aumento de los combustibles, pareciera ser que Massa está en condiciones de contener la evolución de los precios. Precios que esta última semana de agosto crecieron en torno a un 2%, según consultoras privadas, en comparación a lo que fue el aumento en torno al 4% de la tercera semana de agosto”.

En cuanto a los intentos de congelamiento de valores, sostuvo que “tienen que ser fundamentales para que las indexaciones no rebalsen el alivio del bono. Es un momento en que la Casa Rosada tiene que fortalecer sus herramientas de control para que la recomposición no quede en el camino”.

Chiesa: «Salario pulverizado»

Entre las visiones menos favorables al camino que tomó el candidato oficial, se encuentra la de Juan Pablo Chiesa, abogado especialista en políticas públicas de empleo y presidente de Aptitud Renovadora. El profesional mencionó que el salario está totalmente pulverizado y que más allá de la suma fija o cualquier otro bono, la discusión debe ser más profunda.

LOS ESTATALES SE SIENTAN CON MASSA A NEGOCIAR SU PARITARIA, TRAS LOS CRUCES DE OPINIONES POR LA SUMA FIJA

“El poder de los sindicatos para elevar los sueldos mediante el mecanismo lineal de paritarias con carácter permanente y en relación con la totalidad de los 6 millones de trabajadores sindicalizados se ha vuelto severamente exagerado y sin implicancia en los bolsillos del laburante», cuestionó Chiesa.

«Por más paritarias que uno consiga o pelee, no damos cuenta de que la pérdida del salario tiene su raíz en los básicos de convenio, tiene su arranque en las escalas salariales de convenios vetustos que nadie se anima o tiene el coraje de revisar. Sí, de revisar los 3000 convenios colectivos de trabajo que Argentina tiene en desmedro de la producción y el crecimiento económico”, dejó en claro.

Chiesa expresó sus dudas acerca del «plan platita” que motorizó Massa. Y subrayó: “A pesar de la evidencia de la importancia de la productividad laboral, como factor determinante de recuperar el poder adquisitivo de los trabajadores dependientes, la conclusión es negada y menospreciada por los dueños de los sindicatos cuya ambición por el trono en sus cargos los vuelve ignorantes en su función principal, defender trabajadores”.