La UOM acordó la paritaria para la rama siderúrgica y se desactivó el conflicto 

El gremio que lidera Furlán firmó una suba trimestral del 18,8% y logró que sea en dos cuotas. Los empresarios pretendían en tres pagos.

Finalmente, la conducción de la Unión Obrera Metalúrgica (UOM) anunció que llegó a un acuerdo con las empresas de la rama siderúrgica, y de esa forma se desactivó un conflicto que comenzaba a crecer en el sector. 

Desde el gremio que conduce Abel Furlán informaron que para el primer tramo de la paritaria del 2023 se rubricó un aumento trimestral del 18,8%. Y se consiguió que el porcentaje pautado se haga efectivo en dos tramos, y no en tres como pretendía la parte empresarial. 

Así, los trabajadores siderúrgicos de la denominada Rama 21 percibirán una suba del 10% inicial con los salarios de mayo, y un 8% restante con los haberes de junio. 

Pero, de acuerdo a lo que explicaron, al tratarse de incrementos acumulativos el aumento finalmente alcanza el 18,8% en términos reales.

La UOM volverán a negociar en junio

El entendimiento alcanzado ayer por la tarde tendrá vigencia hasta junio próximo, cuando las partes volverán a sentarse para revisar el avance de la inflación y determinar nuevos ajustes en la pauta salarial. 

Por el momento, los siderúrgicos tendrán el amparo de un Ingreso Mínimo Global de Referencia que se evaluó en $152.664 para abril, y en $164.877 desde mayo. 

Por otra parte, se informó que ambas partes tendrán cinco días a partir de hoy para «eventuales correcciones por errores aritméticos o imprecisiones de cálculo».

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Los trabajadores beneficiados forman parte, en su mayoría, de las plantillas de empleados de las poderosas empresas Ternium y Acindar. 

Y hay que recordar que en diciembre pasado la UOM había obtenido un aumento salarial del 45%, que determinó una paritaria acumulada anual del 110%, que terminó de hacerse efectiva en marzo de este año con un 12% de suba.

El gremio había lanzado un paro

Previamente al acuerdo firmado ayer, la UOM ya había comenzado con asambleas y se había declarado en «estado de alerta y movilización», además de decretar un cese de actividades para el día de ayer, el cual afectaría principalmente a las plantas industriales de Ternium de Ramallo y Acindar de Villa Constitución, aunque fue suspendido.

La base del conflicto fue, más allá de la falta de un entendimiento respecto al porcentaje, que el gremio pedía que la suba no sea en más de dos cuotas, y acumulativas, tal como finalmente lo logró.

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En cambio, los empresarios nucleados en la Cámara Argentina del Acero proponían cumplir con el porcentaje pero en tres tramos.

Además, ya antes de comenzar con las negociaciones el propio Furlán había dejado en claro que la UOM pretendía «acuerdos trimestrales para todo el año», con monitoreo casi «online» para blindarse ante el sostenido incremento de precios. 

Desde las empleadoras, más allá de que expresaron «alguna leve sorpresa por el esquema», compartieron la preocupación por el nivel de inflación que afecta al gremio y, en realidad, a todos los trabajadores.