24 de Noviembre
de 2024
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Trabajadores del neumático siguen en alerta por conflicto sindical en Bridgestone-Firestone

28. 09. 2018

En la planta de la localidad de Llavallol se dictó la conciliación obligatoria hace dos semanas, en el marco de los reclamos por el pago de adicionales caídos, entre otras cuestiones. Desde el gremio SUTNA afirman que se uso el conflicto para presionar a los empleados, para que entre otras cosas no se sumen al paro nacional del martes pasado.

Diego Lanese / Especial para Gestión Sindical

Hace dos semanas, los trabajadores de la planta Llavallol de la firma Bridgestone-Firestone realizaron una asamblea, por la falta de pago en una línea de producción. La medida fue interpretada por la empresa como una protesta sindical, y comenzó una serie de medidas tendientes a desactivar la supuesta manifestación. El tema termino en una audiencia en la delegación de Lomas de Zamora del Ministerio de Trabajo, que dictó una conciliación obligatoria que los trabajadores consideran irregular. Pese a esto, las reuniones siguieron, en el marco de asambleas realizadas en la puerta de la fábrica, ubicada en el sur del conurbano bonaerense.

Desde el gremio SUTNA denuncian que la movida patronal tuvo como intención “amedrentar” a los trabajadores, para que no exijan mejores condiciones laborales. De paso, con la excusa de la conciliación, intentaron evitar la adhesión al paro nacional del martes pasado. Luego de un nuevo encuentro en la cartera laboral, el conflicto sigue latente, y hasta el momento no hay una solución de fondo.

Los trabajadores de Bridgestone-Firestone aseguran que el llamado a conciliación obligatoria de la delegación local del Ministerio de Trabajo “estuvo plagado de irregularidades”, ya que no había una protesta sindical formal, sino “una serie de asambleas informativas por dos temas puntuales”. Así lo confirmó un empleado de la firma, que habló en estricto off con Gestión Sindical.

“Primero se hizo un encuentro por la salud de un compañero, y por la falta de pago en una línea de producción, pero nunca fue una protesta”, aclaró el trabajador. Esta situación derivó en una audiencia pedida por la firma en la cartera laboral, que de inmediato llamó a conciliación obligatoria. En la primera audiencia, se intentó hacer firmar a los delegados un acta donde se comprometía a no realizar en el tiempo de conciliación “acciones gremiales”, incluyendo el paro nacional del 25 de septiembre. Junto con el gremio SUTNA se rechazó el pedido, y se mantuvieron las acciones, sin interrumpir el trabajo, tanto en la planta como en la puerta.

“fue un claro intento de amedrentar a los trabajadores para que no participen de la protesta nacional”, aseguró el secretario de Prensa del SUTNA, Víctor Ottoboni. En diálogo con Gestión Sindical, remarcó que la empresa “tiene una larga lista de denuncias por persecución gremial, y que esta fue una más de estas. Pese a esto, el paro se hizo sentir con mucha fuerza en la plana del distrito de Lomas de Zamora. “No sólo no hubo actividad el martes 25, sino que además hubo alta adhesión al paro que comenzó el lunes al mediodía, llamado por las dos CTA.

La medida fue contundente”, dijo el dirigente. En este contexto, el miércoles hubo una nueva marcha al Ministerio de Trabajo local, donde se reclamo por una solución a estos ataques, y que la empresa respete los convenios y acuerdos firmados. A la salida de la audiencia se confirmó que se llamó a un cuarto intermedio, y que se seguirá negociando mientras esté en vigencia la conciliación obligatoria, que vence la semana próxima.

La conducción nacional de SUTNA está en manos de un grupo de dirigentes que pertenecen a partidos de izquierda y organizaciones clasistas. Su secretario general Alejandro Crespo (Partido Obrero) derrotó en elecciones nacionales a Pedro Wasejko, ex secretario Adjunto de la CTA de Hugo Yasky, y se convirtió en un vértice importante de este espacio de izquierda, que entre otros completan Rubén “pollo” Sobrero (unión Ferroviaria lista Bordó), Romina del Plá (SUTEBA Multicolor) y Jorge Adaro (Ademys).

Esta no es la única planta ubicada en esa localidad con problemas. Mucho más complicada, la planta de la firma Canale que está ubicada en Llavallol vive momentos de incertidumbre. Los trabajadores denuncian que la actividad “es casi nula”, y temen que se produzca el cierre.

Por eso se cruzaron los empleados del neumático en la protesta frente al Ministerio de Trabajo. La deuda del sueldo data desde julio, por un total de cinco quincenas de falta de pago. Para poder recaudar un fondo de lucha, los trabajadores improvisaron una parrilla en la esquina de la fábrica (Libres del Sur y Santa Catalina), donde venden choripanes al paso.

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