Trabajadores de la firma Gaelle acampan frente a la planta en reclamo del pago de indemnizaciones
Unos 50 empleados se mantienen en el lugar a la espera que el dueño de la firma pague lo adeudado. La empresa anunció su cierre definitivo, ya que ahora se dedicará a importar zapatillas y no producirlas. Se mantendrán bloqueados los ingresos hasta que haya una solución definitiva. Por la apertura de importaciones, el gremio UTICRA denuncia que se perdieron 6 mil puestos de trabajo.
Diego Lanese / Especial para Gestión Sindical
A mediados de septiembre de este año, la firma de zapatillas Gaelle informó su cierre definitivo. Luego de un largo proceso, la empresa pasó de emplear a 350 trabajadores en 2015 a despedir a los últimos 50 hace unas semanas, y confirmar que mantendrá el negocio, pero como importador. La decisión no sólo dejó en la calle a los empleados, sino que además muestra de forma brutal como la apertura indiscriminada de las importaciones impacta en la industria nacional. Esta semana, los empleados cesanteados levantaron un campamento frente a la planta, ubicada en el partido bonaerense de Avellaneda, para reclamar que se recuperen los puestos de trabajo, y sino que se paguen las indemnizaciones correspondientes. “Si no quiere tener más empleados, que nos abone lo que dice la ley”, afirman desde el acampe, que promete realizar diversas actividades, y que esta semana recibió apoyo del intendente ocal y legisladores opositores. El conflicto comenzó a principio de año, y es parte de la crisis que vienen denunciando el gremio del calzado UTICRA.
La medida del acampe se tomó ante el cierre definitivo de la firma, anunciada por su dueño José Lopes, hace poco más de dos semanas. “El dueño nos dijo que la empresa se cierra definitivamente, que no quiere saber nada con nosotros. En realidad decidió importar las zapatillas China y Brasil y dejar de producir”, explicó María Blanco, empleada y delegada de la planta.
En diálogo con Gestión Sindical, la delegada dijo que “el objetivo del acampe es impedir la entrada y salida de camiones con mercadería, por lo menos hasta que se resuelva nuestra situación”. La firma no pagó las indemnizaciones del personal, ni los reincorporó para otras tareas, lo que hizo que los empleados profundizaran el plan de lucha. “El dueño no nos quiere, dice que somos conflictivos, pero tampoco nos paga para que nos vayamos, por eso vamos a seguir peleando”, agregó Blanco.
Los conflictos en Gaelle comenzaron a principio de año, cuando se dieron los primeros atrasos en los pagos. La apertura de las importaciones golpeó con fuerza a la industria del calzado, que ya tuvo cierres emblemáticos, como el de las empresas del partido de Esteban Echeverría que realizan tareas para Adidas.
Según datos de la Unión de Trabajadores de la Industria del Calzado (UTICRA), esta situación generó la destrucción de 6 mil puestos de trabajo, y las cámaras empresariales creen que a fin de año ese número aumentará. En el caso de Gaelle, de los 350 empleados de 2015 pasó a poco más de 50 en menos de tres años, que ahora reclaman que les paguen sus haberes. “En el Ministerio de Trabajo nos dicen que no pueden hacer nada, porque laa empresa quiere cerrar las puertas. Nos dicen que lo único que nos queda hacer es juicio”, relató Blanco.
Pero los trabajadores se mantienen en la puerta del lugar para evitar que no se cumpla con los pagos. Además de bloquear las puertas del lugar, e comenzó a pensar en un plan de acción, para visibilizar el conflicto y lograr que el dueño de la firma asuma sus obligaciones. “desde que estamos en la puerta no tuvimos ningún tipo de contacto con Lopes, que en ningún momento quiso hablar con nosotros. Ni siquiera fue a las tres audiencias que se hicieron en la delegación local del Ministerio de Trabajo”, sostuvo Blanco. En tanto, este martes el intendente de Avellaneda Jorge Ferraresi recibió a una comitiva de empleados de Gaelle. En la reunión, el jefe comunal se interiorizó acerca de la situación de los trabajadores despedidos y se puso a disposición para acompañar y colaborar con el acampe.
Durante la charla, informó la Municipalidad de Avellaneda mediante un comunicado de prensa, Ferraresi los convocó “a mantenerse unidos para fortalecer su lucha y la de todo el grupo de trabajadores que atraviesan está difícil situación, en un contexto de ajuste, profundización de la crisis y políticas económicas recesivas”. “Queremos hacer visible nuestra situación, vamos a realizar algunas actividades”, agregó Blanco, delegada de los empleados despedidos. En tanto, el día que se instaló el acampe estuvo presente el diputado provincial Miguel Funes, del bloque de Unidad Ciudadana.
La crisis del sector del calzado avanza a pasos agigantados, y se profundizará en tiempos de recesión. Sólo durante 2017 señalaron según datos oficiales del INDEC- fueron importados 34.603.032 pares de calzados terminados, lo que significó un 25,93 por ciento de incremento en relación con el mismo período del año anterior. Esto generó que se perdieran unos 6 mil puestos de trabajo en el sector. “Por eso venimos solicitando a las autoridades nacionales, la imperiosa y urgente necesidad de instrumentar medidas económicas que frenen el actual proceso de deterioro de nuestro sector que está siendo arrastrado a su absoluta destrucción”, dijo el gremio, mediante un comunicado.
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