Supermercados porteños cerca de los 500 casos de Covid-19: denuncian desidia y abandono estatal
Un informe de la Asamblea Permanente por los Derechos Humanos (APDH) remarcó que los empleados de sector contagiados de coronavirus son 485, y denunció la falta de medidas preventivas por parte del gobierno porteño, las empresas e incluso el sindicato mercantil. Delegados de base afirman que dependen de la presión que haga, ante la “ausencia” del sindicato, y piden un protocolo preventivo nacional.
Diego Lanese / Especial para Gestión Sindical
A fines de mayo, en la Ciudad de Buenos Aires se habían registrado unos 78 casos de coronavirus entre empleados de supermercados, según un relevamiento realizado por un colectivo de trabajadores, que ante el avance de los contagios en el sector comenzaron a informar sobre la realidad que se vive en esas grandes superficies. A poco más de un mes, las cifras se dispararon, y sólo en territorio porteño los casos de Covid-19 en estas empresas casi alcanza los 500, seis veces más que ese último registro. Así lo determinó un informe de la Asamblea Permanente por los Derechos Humanos (APDH) de la Capital Federal, que recopiló los contagios que se dieron en el sector, uno de los más castigados del mundo laboral.
“Los trabajadores son las victimas directa de la desidia”, denunció el organismo, que apuntó a las empresas, el Estado porteño e incluso el gremio mercantil por la situación que pasan los empleados, que son considerados esenciales desde el inicio de la pandemia. Crece el pedido de medidas preventivas de los delegados de base, que quieren un protocolo obligatorio para todo el país.
El trabajo de la APDH alertó sobre el notable crecimiento de los contagios de coronavirus en los supermercados porteños, que según el trabajo se ubica en 485. “Al igual que en otras actividades esenciales, hay un gran número de contagios y principal motivo de ello es que no se cumplen de forma debida con las medidas de protección sanitaria”, afirmó la entidad en su informe, al que tuvo acceso Gestión Sindical.
La asamblea apunta a “los grandes grupos empresarios de las cadenas de supermercados, el estado de la Ciudad y en parte el sindicato”, ya que considera “son parte del problema”. “La gran cantidad de contagios revelan entre otras cosas que los protocolos elaborados para la actividad no son los debidos o resultan insuficientes en esta etapa en que se ha endurecido la cuarentena por el aumento de circulación comunitaria del Covid-19”, remarcó. Además, la entidad aseguró que “tal pareciera que poco preocupa la salud y poco se hace para evitar que el virus se transmita entre los empleados de supermercados, el Estado invariablemente ausente de los controles que deberían hacerse en las sucursales”.
La situación en la Ciudad de Buenos Aires viene siendo denunciada por delegados de bases y agrupaciones que no son parte de la conducción del gremio mercantil. “Hubo diferentes etapas en materia de contagios, ahora entramos en una especie de meseta, ya que en estos días disminuyeron los casos en los supermercados”, sostuvo Mario Amado, referente del espacio La Voz de Comercio.
Según le explicó a Gestión Sindical, esta tendencia a la baja se da entre otras cosas “porque hubo una mayor concientización de los trabajadores sobre los cuidados que se deben tener en los lugares comunes, como comedores y vestuarios”. Amado admitió que al principio “algunas empresas no entregaron los elementos necesarios, hubo una primera etapa que estuvieron reticentes, pese a que la Ciudad de Buenos Aires tenía una ordenanza que obligaba al uso de tapaboca, decían que no era necesario. Hubo que presionar mucho”. Pero también hubo cuestiones relacionadas al cuidado de los propios empleados, y al acostumbrarse a los protocolos.
“En Capital, Walmart de Constituyentes es la tienda con más contagios, llegan a 30, sin embargo, en el lugar tienen todos los elementos se higiene y seguridad que le requerimos, en los vestuarios se coloran sillas cada dos metros, se pusieron mesas individuales en el comedor, además de todo el material”, destacó Amado.
Como esta agrupación, otros espacios vienen alertando por el aumento de contagios, y los reiterados incumplimientos en las medidas preventivas recomendadas por distintas organizaciones sanitarias.
El informe de la APDH recopila varias de estas denuncias, que incluyen que “algunas empresas rotan a sus empleados de una sucursal a otra y así evitan dejar de facturar; que no se les suministran los elementos de higiene y de protección personal adecuados, que en algunos casos no hay termómetros para medir la temperatura a les clientes, que escasea el alcohol en gel, guantes, desinfectantes, que no existen para el personal interno y externo controles de salubridad ni testeos e hisopados regulares”.
Además, los delegados y trabajadores proponen que se confeccione un informe diario de los casos registrados en los supermercados para informar a la población que accede al
Lugar.
Protocolo común
En la constante pelea que dieron los trabajadores para lograr mejoras en las condiciones laborales, dependió mucho de la actitud de los delegados. Para evitar que en algunos locales se cumplan y en otros no, desde La Voz de Comercio reclaman que se cree un protocolo para todo el sector. “Desde la agrupación pedimos un protocolo único para todas las empresas y de cumplimiento obligatorio”, dijo Amado.
“Si vamos a convivir con la pandemia mucho más tiempo, necesitamos un protocolo para todo el sector. Sino cada una empresa hace lo que quiere, y depende la presión de los delegados de base que se cumplan las medidas de seguridad e higiene”, añadió. En este sentido, este instrumento «debería ser implementado por el Ministerio de Trabajo de la Nación, para que sea de cumplimiento efectivos en todo el territorio del país, y no dejamos a merced de los municipios «.
Para Amado, “deberíamos participar de la elaboración los directivos del sindicato y los delegados de base que estamos en los lugares de trabajo y sabemos la realidad que se vive”. “El sindicato está hace 120 días cerrado, adónde van a ir a reclamar los trabajadores”, se quejó Amado.
Además, ante el aumento de casos, un grupo de delegados y trabajadores autoconvocados de distintas sucursales de la Ciudad de Buenos Aires y algunas localidades del conurbano bonaerense piden la intervención de la autoridad del gobierno porteño en materia de salud, para frenar los contagios.
En la nota dirigida al ministro Fernán Quirós, le reclaman “que tenga a bien arbitrar los medios necesarios para poner freno a esta situación que nos deja expuestos a todos como sociedad”, y piden concretamente operativos de testeos masivos para que “se hagan presentes en los barrios porteños más afectados”.
También, exigen que “los que dicen representar a los trabajadores den explicaciones” y avisan que se van a presentar como damnificados y querellantes ante el juez Ariel Lijo, que investiga los contagios en la cadena Coto, y los posibles delitos cometidos por la empresa al no brindar las condiciones sanitarias adecuadas.
La pelea por el bono
En tanto, este martes se anunció un acuerdo con las principales cadenas de supermercados y autoservicios mayoristas para el pago de un bono para los empleados que se mantuvieron activos toda la cuarentena. El “aporte solidario”, como fue definido por la dirigencia mercantil, será de entre 5 y 6 mil pesos para el personal de ocho empresas.
Un comunicado de prensa firmado por el también titular del sindicato metropolitano (SEC) aseguró que ese pago será percibido por los empleados de los grandes supermercados Coto, Carrefour Argentina y Walmart y de las tiendas mayoristas Maxiconsumo, Vital, Diarco, Yaguar y Nini. “Luego de arduas negociaciones con los representantes empresarios de esas grandes cadenas y tiendas se acordó ese beneficio para los trabajadores”, puntualizó el dirigente gremial en el documento.
Pero a las pocas horas, la Asociación de Supermercados Unidos (ASU) salió a desmentir al gremio. “Ante un comunicado emitido por la Federación Argentina de Empleados de Comercio y Servicios (Faecys), en el que se anuncia que se convino el pago de un ‘aporte solidario’ para el personal de empresas de supermercados y mayoristas, entre las que se menciona a varias cadenas que la integran, la Asociación informa que sus socios no forman parte de dicho acuerdo” señaló el comunicado firmado por Juan Vasco Martínez.
La entidad supermercadista destacó «el esfuerzo y el trabajo que prestan sus trabajadores y trabajadoras en la primera línea de contacto directo con el público, asegurando el abastecimiento y la provisión de productos en todo el país», pero negó el pago del bono solidario.
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