Federico Sturzenegger tiene ejes muy claros para seguir desmembrando el Estado. Los planes y objetivos de otro «superministro» de Milei.
El nuevo ministro de Desregulación y Transformación del Estado, Federico Sturzenegger, tiene un objetivo prioritario: atacar de inmediato las condiciones laborales de los empleados públicos nacionales, tal como viene ocurriendo desde que asumió el gobierno de Javier Milei.
A largo plazo, está en debate en el Congreso el proyecto denominado “hojarasca”, que sería una réplica del primer proyecto de Ley Bases, un conjunto de regulaciones de gran alcance económico.
Otras propuestas, como la liberalización del mercado aerocomercial, fueron establecidas por un decreto firmado por el jefe de Gabinete, Guillermo Francos, y el ministro de Economía, Luis Caputo. Aunque Sturzenegger apoya firmemente esta política, no participó en la decisión.
Las prioridades de Sturzenegger
La cuestión del empleo público está dentro de las atribuciones que se le asignaron a Sturzenegger. El DNU que modificó la estructura del Gabinete y creó el nuevo ministerio estableció que este deberá evaluar los cargos y designaciones en el sector público e incluso revisar convenios sectoriales.
El funcionario quiere que, directamente, se terminen los sueldos del personal de la administración pública nacional que se desempeña en provincias o en el exterior, y hasta analiza implementar un polémico subsidio por doce meses a empresas para que tomen empleados del Estado.
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Si bien Sturzenegger no lo ha anunciado, se comenta en su entorno que por estos temas puntualmente no presentará un proyecto de ley, sino que avanzará con sucesivos decretos de Necesidad y Urgencia, respaldado por el DNU que le permite implementar “políticas que fomenten la mejora de la organización y funcionamiento de la Administración Pública Nacional”.
Esta estrategia podría ser peligrosa en la judicialización de las normas emitidas y la resistencia de los trabajadores estatales, quienes serían los principales afectados por este plan.
No se trata de fantasmas, como se describe en el entorno del nuevo ministro. El DNU 70/2023 quedó paralizado en varias partes debido a las acciones judiciales impulsadas por diferentes organizaciones. De hecho, todo el capítulo 4 de ese DNU sigue en espera de una resolución sobre la autoridad del gobierno nacional para modificar leyes laborales por esa vía, a raíz de un planteo de la CGT.
Conflictos e internas
El ministro de Desregulación ya tuvo su primer conflicto con la Asociación de Trabajadores del Estado (ATE), sindicato que representa a una parte de los empleados públicos.
Desde el gobierno quieren que para que cada persona que ingrese al estado se haga una prueba exhaustiva de capacidad, un examen. Desde el sindicato indican que “quieren proponer algo nuevo y eso ya existe. Está en el Convenio Colectivo de Trabajo para la Administración Pública 214/06”.
Mientras tanto, el ministro de Transformación deberá enfrentar un panorama complicado en el Gabinete. El ministro de Economía, Luis Caputo, ha fortalecido su posición con la incorporación de nuevo personal en las secretarías de Energía y Minería, que Sturzenegger también buscaba.
Asimismo, lidiará con la unificación del discurso entre los asesores económicos de Milei, tras la salida de Fausto Spotorno, quien pregonó por la inclusión de Sturzenegger en reemplazo de Caputo en el Palacio de Hacienda, y la formalización de Demián Reidel como líder de ese grupo. Además, con la salida forzada de Fernando Vilella de la Secretaría de Bioeconomía.
Con estos movimientos, Caputo busca debilitar la influencia de Sturzenegger dentro del Gabinete y su impacto en las decisiones de Milei. A pesar de las apariencias conciliadoras, el ambiente está preparado para un enfrentamiento que dejará secuelas en todos los frentes.
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