Sigue la puja de los visitadores médicos con los laboratorios nacionales por las tareas presenciales
Este miércoles hubo una audiencia virtual en el Ministerio de Trabajo para acercar posturas, pero no hubo acuerdo. La Asociación de Agentes de Propaganda Médica (AAPM) reiteró que las visitas a hospitales y consultorios viola los protocolos sanitarios, y es un peligro para los trabajadores y su entorno. Acusan al principal grupo productor de medicamentos de estar atrás de esta ofensiva.
Diego Lanese / Especial para Gestión Sindical
A comienzos de junio, el gremio de los visitadores médicos denunció presiones de la industria farmacéutica para que los trabajadores del sector rompan la cuarentena y comiencen a realizar tareas presenciales en hospitales y consultorios médicos. Luego de dos meses donde se realizaron tareas a distancia, varios laboratorios intentaron que los empleados retomen las actividades habituales, algo que fue rechazado por la Asociación de Agentes de propaganda Médica (AAPM). Pese al endurecimiento en la zona metropolitana del aislamiento, este mes algunas empresas insisten con intentar sacar a la calle a los visitadores.
Si bien hubo arreglo con las cámaras que representan a los laboratorios multinacionales y pymes y cooperativas, con los nacionales sigue el conflicto. Por eso, este miércoles hubo una audiencia en el Ministerio de Trabajo, donde no hubo acuerdo. El gremio acusó a las firmas de intentar mandar a sus trabajadores a hospitales, lo que potencialmente puede ser un foco de contagio de coronavirus. Las críticas apuntan a un grupo de empresas que son parte del gigante nacional de los medicamentos.
La audiencia entre la AAPM y los laboratorios nacionales reunidos en la cámara CILFA se realizó de manera virtual a pedido del Ministerio de Trabajo, para intentar solucionar el conflicto por las visitas presenciales que intentan reanudar las empresas. Según el gremio, este pedido “viola los protocolos sanitarios” establecidos por las distintas autoridades.
En la presentación, a la que tuvo acceso Gestión Sindical, la asociación insistió que los visitadores médicos pueden ser “vectores del virus entre nosotros, la comunidad y los profesionales de salud a quienes visitamos”, por tener como lugares de trabajo hospitales y consultorios, que en esta nueva fase del aislamiento están autorizados a funcionar de acuerdo a los protocolos establecidos por el Ministerio de Salud nacional.
“Como trabajadores de la salud sabemos nuestras responsabilidades: de ahí que por la excepcionalidad de la situación que atraviesa la sociedad estamos realizando tareas que no son presenciales”, agregó la presentación de la AAPM. Por su parte, CILFA dijo desconocer los protocolos aludidos, y se mantuvo en su postura. Al no haber acuerdo, deberá ser el Ministerio de Trabajo el que defina la situación.
La puja está capitaneada por un grupo de laboratorios que responde al principal productor de medicamentos del país, el laboratorio Roemmers. “La mayoría de los laboratorios nacionales están respetando las normas sanitarias, pero Roemmers y sus filiales son las que avanzan contra la seguridad de los visitadores médicos”, le dijo a Gestión Sindical un dirigente de la AAPM.
En este sentido, se quejó que en la audiencia en la cartera laboral negaron que le pidan a los trabajadores ir a los hospitales, “pero los visitadores reciben constantes presiones para ir a esos lugares, y romper el aislamiento”. El gremio denunció particularmente a estos laboratorios, pero la audiencia se dio en conjunto, bajo el paraguas de CILFA. “Roemmers busca que se habiliten los consultorios médicos privados, como argumento para las visitas presenciales.
Por eso presionan en las dos partes del mostrador”, agregó el mismo dirigente consultado. Incluso varios laboratorios de los denominados grandes del sector, que son parte de la cámara nacional, respetan las normas acurdadas con el gremio, por lo cual se cree que se trata de una postura para intentar aprovechar el momento de este grupo y sus aliados.
Ante esta postura, el conflicto quedó abierto, y se espera que sea el Ministerio de Trabajo el que defina. Respecto a las otras dos cámaras empresariales, hay acuerdo para mantener las condiciones laborales del inicio de la pandemia, es decir, teletrabajo y actividades no presenciales. Con COOPERALA, que representa a los laboratorios cooperativos y pymes, hubo un acuerdo formal hace unos días. En el acuerdo se establece que “hasta el último día del mes de julio los visitadores médicos realizarán tareas por el equivalente al 20 por ciento de su jornada de trabajo (un día por semana)”.
“También se destaca que la tarea no se llevará a cabo de forma presencial: ni en los centros de salud (hospitales, consultorios) ni en los laboratorios”, agregó el acta firmada. En tanto, con CAEME, cámara de las farmacéuticas multinacionales que operan en el país, hay un “acuerdo de hecho”, es decir, los laboratorios mantienen las condiciones de trabajo desde que inició la pandemia, sin necesidad de firmarlo. “Como trabajadores y trabajadoras de la salud sabemos que en este momento la tarea habitual de recorrer los centros asistenciales pone en riesgo de contagio no solo a los visitadores médicos sino que también podríamos ser vectores de contagio entre profesionales de salud y la comunidad”, remarcó el gremio.
La industria farmacéutica es una de las más rentables del país, e incluyo en medio de la debacle industrial que se profundizó desde el 2017, se mantuvo con números favorables. Durante la pandemia, tanto la producción como la venta de medicamentos se mantuvo como esencial, por lo cual se permitió seguir abiertos, tanto a laboratorios como farmacias.
A fines de junio, el INDEC dio a conocer que la venta de medicamentos durante el primer trimestre de 2020 creció un 65 por ciento en comparación con el mismo período del año pasado, es decir, cerca de 10 puntos por encima de la inflación del período. La facturación total del sector alcanzó los 70.622,9 millones de pesos, contra los 42.790,7 millones de pesos registrados en 2019. Casi el 71 por ciento de las ventas pertenecieron a medicamentos de origen nacional mientras que el 29 por ciento restante correspondió a reventa de productos importados.
Hacé tu comentario