Sergio Massa pierde apoyo de un gremio clave y hay temor por “efecto contagio”
Hay fuertes rumores que el sindicato de la Sanidad se distanciaría del Frente Renovador para apoyar la candidatura de Daniel Scioli. Para evitar futuras fugas, en el massismo buscan seducir a los sindicatos con una propuesta sobre Ganancias, que ya llevó a la CATT José Manuel de la Sota.
Luego de negociar dos paritarias duras y tensas, Carlos West Ocampo comenzó a trabajar en el frente político. El líder de la Federación de Trabajadores de la Sanidad Argentina (FATSA) es conocido por su habilidad para realizar acuerdos “en las sombras”, y desde hace un tiempo hace equilibrio entre los compromisos de su gremio y sus ambiciones de cada a las elecciones generales. Desde hace un tiempo, el dirigente no oculta su acercamiento a Daniel Scioli, pese a que su sector tiene un diputado nacional alineado al Frente Renovador. Se trata de Héctor Daer, quien hoy analiza dejar el bloque massista, un golpe para el ya alicaído Sergio Massa. Para evitar el “efecto contagio”, en UNA mandan a José Manuel de la Sota a seducir dirigentes gremiales con su propuesta de Ganancias.
El acercamiento de West Ocampo a la candidatura de Scioli no es nuevo, pero desde que el gobernador fue ungido como único referente del oficialismo, se acrecentó. En marzo de este año, el dirigente intentó una movida riesgosa: pidió un binomio Scioli-Massa por fuera del kirchnerismo, para garantizar “ocho años en el poder”. “Hacemos un voto para que él pueda ser quien una todas las voluntades de la sociedad argentina, sin fracturas, sin enfrentamientos”, dijo en un acto donde el gobernador firmó el decreto de insalubridad para los trabajadores de la Sanidad. El guiño quedó en suspenso, y en estos días vuelve a tomar fuerzas.
Fuentes consultadas por Gestión Sindical aseguran que ahora si West Ocampo está decidido a jugar con Scioli, disgustado con el protagonismo que ganó Facundo Moyano en el armado del Frente Renovador. Esta semana, se ausentó de un acto que realizaron gremios cercanos a Massa, como señal de protesta. Lo más grave, agregan las fuentes, es que en su desacuerdo arrastraría a Daer, hombre de la Sanidad y diputado nacional.
En el sciolismo no confirman esta llegada, pero por lo bajo se entusiasman con el desembarco de más gremios, que se sienten seducidos por un posible triunfo del gobernador, y que asumen que su vínculo con el PJ le sirve de paraguas para justificar su movida.
En tanto, Antonio Caló sigue operando para sumar apoyos gremiales para fortalecer al candidato oficialista. Esto hace temer un “efecto contagio”, que haría perder más sindicatos al Frente Renovador. Para evitar esto, José Manuel de la Sota ya se acercó a la CGT Azopardo para proponer una rebaja del 90 por ciento en el Impuesto a las Ganancias. Si bien el cordobés compite con Massa, ambos forman un tándem en UNA, un frente que pretende sumar peronistas no kirchneristas. Para eso, los gremios son fundamentales, no por nada en los primeros lugares de la lista de legisladores hay tres dirigentes con mucho peso sindical: los dirigentes Facundo Moyano y Alberto Roberti, más Graciela Camaño, la esposa de Luis Barrionuevo, el líder gastronómico.
De fondo, vuelve a quedar en el escenario la pelea entre West Ocampo y Hugo Moyano. Como hizo en otros gremios –peones de taxistas, comercio, técnicos aeronáuticos –intentó meter una cuña en Sanidad, con el impulso al Sindicato Único del Personal de Enfermería, que le disputará afiliados. Además, en el comienzo del kirchnerismo, Moyano fue duro con “los godos”, que era representado por Susana Rueda, la dirigente de Sanidad que llegó a tener un lugar en el triunvirato que dirigía en esos tiempos la CGT. La pelea entre el camionero y este sector derivó en la ruptura de la central obrera, estrategia que le permitió –con el aval del entonces presidente Néstor Kirchner –reunificarla y convertirse en su nuevo secretario general.
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