Salario Mínimo: volverá a decidir el Gobierno, tras una paupérrima oferta de los empresarios
Salario Mínimo: el Gobierno lo decidirá otra vez por decreto y la CGT volvió a marcarle la cancha
Tras un nuevo fracaso del Consejo del Salario, la CGT reclamó que el Ejecutivo «no convalide la vergonzosa oferta» para el Salario Mínimo que hizo el sector empresario.
Ante un nuevo fracaso en la reunión del Consejo del Salario que se realizó este jueves, el Gobierno nacional será el que decida otra vez por decreto el nuevo valor del Salario Mínimo, Vital y Móvil (SMVM). Y eso generó una fuerte reacción de la CGT, que exigió que el Ejecutivo “no convalide la vergonzosa oferta” que hicieron los representantes empresarios.
Así se vuelve a tensar la relación entre la CGT y la Casa Rosada. Si bien esta semana en la calle Azopardo habían mostrado voluntad de diálogo y hasta mantuvieron una reunión con el titular de la Secretaría de Trabajo, Julio Cordero, ahí le demandaron que hubiera cambios en la reforma laboral. Y ahora, surge este nuevo punto de conflicto con el Salario Mínimo.
¿Cuál fue la propuesta empresarial que llegó, por zoom, desde la Unión Industrial Argentina? Un incremento de $5.342,50 por mes para junio y julio ($10.685 en total) y sucesivos aumentos de $8.000 en agosto, $6.000 en septiembre y $5.000 en octubre, con lo cual para ese mes el salario mínimo quedaría en la ridícula suma de $264.000.
Desde la CGT pidieron que el Salario Mínimo -que ya viene cayendo de manera ininterrumpida desde 2021 y de manera brutal desde la asunción de Javier Milei- sea establecido en $480.000 para julio, una suma muy alejada de las pretensiones empresariales, aun cuando sigue estando bien por debajo de la canasta básica del INDEC para una familia tipo.
Las advertencias de la CGT
«Desde la Confederación General del Trabajo buscamos acordar con el sector empresario a los fines de recomponer esta referencia salarial, pero nos encontramos con una inaceptable propuesta que de ningún modo será aceptada por esta central de trabajadores», expresaron desde la CGT en un comunicado de prensa.
Y remarcaron: «Esperamos que el Gobierno nacional no convalide automáticamente esta vergonzosa oferta que pocas soluciones traería a los sectores que más lo necesitan«.
Además, a través del comunicado que titularon «Otra vez sopa«, sostuvieron que el ofrecimiento del empresariado «no está a la altura de las circunstancias«.
En esa línea hablaron de «la insensibilidad social por parte del sector empresario, que se traduce en los $245.094 que ofrecieron para el mes de julio, en contraposición con los $480.000 propuestos por la representación de los trabajadores».
El último antecedente había sido a fines de abril y tampoco se había llegado a un acuerdo, al igual que en la convocatoria de febrero, por lo que el Gobierno nacional fijó un aumento del 15% entre abril y mayo, llevándolo a $234.315,12. Para los empleados jornalizados, la hora aumentó a 1,171,58 pesos.
Salario Mínimo: es el más bajo en 30 años
De acuerdo a un informe del Centro de Investigación y Formación (CIFRA) de la CTA Autónoma que encabeza Hugo Godoy, el salario mínimo tiene un poder de compra 32,1% menor del que tenía en noviembre del año pasado.
Esto es porque “los aumentos nominales sumaron 60,5% respecto de noviembre de 2023, cuando en el mismo período se proyecta acumular una inflación superior al 136%”.
Y sumaron: “Esta pérdida se suma a las importantes reducciones que tuvieron lugar en años previos, que superaron el 10% anual en los años 2018, 2019 y 2020. Así, en julio de 2024 el salario mínimo real se ubicó 43,0% por debajo del nivel que tenía en noviembre de 2019, al final del gobierno de Cambiemos, y 56,4% por debajo del de noviembre de 2015″.
Asimismo, el estudio indicó que en lo que va del año, el salario mínimo en términos reales fue 53,1% menor que en 2015 y está en el nivel “más bajo de las últimas tres décadas”.
Además, se concluyó en que “el valor es inferior incluso al vigente durante la mayor parte de la década de 1990. En ese entonces, como ahora, el nivel era tan bajo que este instrumento había perdido su rol como piso salarial, tal como se buscaba desde un gobierno que bregaba por la desregulación y flexibilización del mercado de trabajo”.
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