En la reunión con la CGT, el Gobierno admitió que podría llegar a bajar salarios
Guillermo Francos estuvo lejos de tranquilizar a los dialoguistas de la CGT.
“El equilibrio fiscal se cumple, aunque afecte los salarios”, fue lo que oyeron los enviados de la CGT. La respuesta de Gerardo Martínez.
La reunión de este lunes en Casa Rosada entre los representantes del sector dialoguista de la CGT -Héctor Daer, Carlos Acuña, Gerardo Martínez, los principales- y el ministro del Interior, Guillermo Francos, sigue dejando tela para cortar.
Si bien los invitados mantuvieron las formas a la salida del encuentro e intentaron rescatar algo positivo, está claro que lo que hayan conseguido no resulta suficiente para sostener la situación y contener a las bases, cada vez más ahogadas por el atraso salarial.
El freno del Gobierno al proyecto de ley de “Democracia Sindical” que impulsa el diputado radical Martín Tetaz era el principal botín que buscaban asegurarse los popes de la calle Azopardo y -como se preveía- lo consiguieron. Pero todo lo demás fueron malas noticias para la CGT, algo que, por cierto, también era previsible.
No llamó la atención, en este contexto, que saliera a hablar el secretario general de la Unión de Obreros de la Construcción (UOCRA), Gerardo Martínez, posiblemente el dirigente más cercano al diálogo con el Gobierno, y dijera que “hay cosas que se fueron de mambo”.
La CGT pidió «lógica»
Según trascendió, una de las ideas que resonó en los oídos cegetistas tuvo que ver con los salarios y una postura firme sostenida por el Gobierno: si hace falta, los sueldos seguirán cayendo. “El equilibrio fiscal se cumple, afecte lo que afecte, inclusive los salarios. Se pagará de acuerdo con lo que se recaude”, fue la frase que habría expresado el propio Francos.
Tras el cónclave, Martínez valoró la oportunidad del diálogo calificándola de “virtuosa” y “llave maestra para resolver los problemas de la Argentina”.
Pero también habló de la importancia de la “cohesión social”, una forma de avisar que va a hacer falta movilización de los trabajadores. Y remarcó que hay “diferencias” importantes con el Ejecutivo nacional. La más importante: la CGT ve cómo el salario es la única variable de la economía que el Gobierno intenta contener.
“El Gobierno pone un techo a la discusión (salarial) porque dicen que buscan la estabilidad macroeconómica, pero los otros andariveles también tienen que tener una lógica”, opinó Martínez.
Como ejemplo puso los precios de los medicamentos y resaltó que “salen menos en España que en Argentina”.
“Acá hay cosas que se fueron de mambo y el Gobierno no reacciona. Este ajuste recae en el pueblo y eso es injusto. No es una cuestión ideológica, es una realidad. Queremos generar un proceso donde todos estemos en las mismas condiciones”, dijo el líder de la UOCRA.
El tema universidades
Otra cosa que buscaban llevarse de la reunión los representantes de la CGT era poner en veremos el veto presidencial al menos a algún artículo de la Ley de Financiamiento Universitario.
Pero tampoco consiguieron nada en ese sentido. Al contrario: la confirmación de que Javier Milei tiene previsto vetar la ley en su totalidad, sin ningún interés por sostener las universidades públicas.
En cuanto a la posibilidad de que el Congreso insista y busque los dos tercios en la cámara de Diputados -en el Senado se da por sentado que estarían-, la resignación es total: el asado celebratorio de Olivos tras el veto al aumento de las jubilaciones extendería su efecto en lo que respecta a las universidades.
“El Congreso es una escribanía”, afirmó un participante de la reunión sin intenciones de ser original pero sí de ser preciso.
Martínez también habló de esto y ser refirió a la Marcha Federal Universitaria de este miércoles, convocada por los gremios de educación, a la que la CGT le dio su apoyo explícito.
“Defendemos la educación pública en los distintos niveles y si hay que provocar un ajuste no debe ser a través de la educación. Hay otros sectores que no tienen la emergencia de la educación”, expresó Martínez.
“La adhesión es un acompañamiento a los organizadores. No es una movilización de la CGT. Vamos a acompañarla porque apostamos a la movilización, que es una expresión cuando uno pretende reclamar algo”, aclaró.
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