La CGT dialoguista y su laberinto: «diálogo» es lo único que le ofrece el Gobierno
La reunión de representantes de la CGT con Guillermo Francos dejó caras largas: llegaron con pocas expectativas y salieron con menos.
Este martes, la CGT dio a conocer el balance que hizo del encuentro durante casi dos horas con el jefe de Gabinete, Guillermo Francos. Fue una reunión a la que el ala dialoguista movimiento obrero llevó varias cuestiones, como la disconformidad con la reglamentación del artículo de la reforma laboral que pena con despidos los bloqueos y un pedido de recomposición salarial para universitarios.
No estuvieron Pablo Moyano ni tampoco Hugo Moyano, de quien se especulaba que podía llegar a ir en su lugar pero que está alejado del diálogo con el oficialismo precisamente tras la reglamentación del capítulo laboral de la Ley Bases que tiene el artículo que pone en jaque los bloqueos a empresas, un método usual del sindicato de Camioneros.
Otro que estuvo lejos de ir a la cita es Juan Pablo Brey, referente de Aeronavegantes, en plena disputa con la administración de Aerolíneas Argentinas por cuestiones salariales que, además, los gremios aeronáuticos ven como un trasfondo para el plan de privatización que obsesiona al Gobierno.
La CGT y las «mesas de trabajo»
En este marco, el sector menos combativo de la CGT expresó que hay situaciones que no pueden pasar por alto, en un contexto económico que calificó de “preocupante”.
En esa línea, insistió en que Milei no debe vetar la ley de financiamiento universitario, que consideran que es un paso adelante para la recuperación de salarios y estructuras docentes.
“Se generará un espacio de trabajo que aborde la problemática salarial docente retrasada”, fue la tibia expresión de los cegetistas asistentes, tras el cónclave. No obstante, un dirigente que estuvo allí y conoce el tablero de la pelea de los trabajadores universitarios expresó por lo bajo que no es optimista.
De la ley antibloqueo, nada
Sobre la avanzada contra las protestas sindicales, desde la CGT dijeron: “Expresamos que el articulado de la Ley Bases sobre la modificación de la Ley de Contrato de Trabajo, respecto del artículo 242 (el llamado ‘antibloqueo’) requiere de una reglamentación que no deje indefensos a los trabajadores en sus justos reclamos».
También en este caso, lo que se llevaron fue solo una «mesa de trabajo». «Se tomó un compromiso por parte del Ejecutivo (de generar) una mesa de trabajo que permita abordar mecanismos de abordaje previo a la aplicación de la sanción allí dispuestas por acciones gremiales”, indicaron.
El conflictivo artículo, tras meses de «negociaciones», quedó en la reglamentación tal cual fue sancionado en el Congreso, por lo cual las empresas tienen la potestad de despedir con causa y sin indemnización al trabajador que participe en un bloqueo o toma de establecimientos.
El problema que tiene La Libertad Avanza es cómo conformar al movimiento obrero mientras Federico Sturzenegger, el ministro de Desregulación y Transformación del Estado, no quiere ceder en nada. Y el que tiene la CGT dialoguista es que, en este escenario, hasta ahora siempre termina pesando más la postura de Sturzenegger.
De hecho, la semana pasada el ministro valoró la ley y en la reunión del lunes ni siquiera apareció. Su postura de todos modos ya se la había transmitido a Gerardo Martínez, hombre de la UOCRA y articulador principal de la CGT, en un encuentro reservado que mantuvieron hace dos semanas. Los dialoguistas de Azopardo fueron a la reunión ya sabiendo que Sturzenegger no estaba dispuesto a concederles nada.
Otros temas pendientes
Por otro lado, en el encuentro se pidieron soluciones urgentes al conflicto aeronáutico. Francos aseguró que se va «a meter a fondo» y si es posible dialogará con los actores que está involucrados y no encuentran caminos para resolver el problema.
Se expuso también la problemática del mantenimiento del sistema de salud solidario, haciendo especial hincapié en los aumentos exorbitantes del precio de los medicamentos.
La reforma laboral se pone a prueba, ante la resistencia del poderoso gremio de Aceiteros
El último acuerdo alcanzado tuvo que ver, una vez más, con una «mesa de diálogo», tripartita, con participación del Estado, los empleadores y los trabajadores para abordar los problemas sectoriales, y miradas generales sobre producción, desarrollo y trabajo
El propio Héctor Daer salió de la Casa Rosada pesimista, aunque sin mostrarse confrontativo sino con un mensaje que sonó a resignación: “La reforma laboral ya está hecha. La ley ya está. Ahora lo que hay que hacer es darle un marco de precisión que les quite la discrecionalidad a los empresarios”, declaró.
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