Renuncia a los subsidios al transporte: para los empresarios del área “tiene efecto nulo, nadie lo va a hacer”
Luciano Fusaro, el vicepresidente de AAETA, se refirió al anuncio de Diego Giuliano acerca de la opción de renuncia a los subsidios al transporte
La renuncia a los subsidios al transporte público, que dio a conocer la cartera que lidera Diego Giuliano, generó la opinión de uno de los sectores implicados en la cuestión: los empresarios del transporte automotor nucleados en AAETA, que señalaron que para las compañías, la apertura de la opción de renuncia a los subsidios “tiene efecto nulo”.
Así lo señaló Luciano Fusaro, el vicepresidente de la asociación, en un diálogo con Gestión Sindical. Para el dirigente empresarial, la gente no va a renunciar a su subvención y remarcó que es necesario que se coloque en marcha una tarifa técnica razonable, que cubra los costos.
“Los subsidios están calculados en base a los precios de insumos de abril, y además la tarifa está congelada”, remarcó.
-Para AAETA, ¿qué significa el anuncio de Giuliano? ¿Cuáles son los pros y contras?
-Entendemos que para las empresas de transporte, el efecto de esto es nulo. Entre pagar $52 ó $700, la enorme mayoría de la gente va a seguir pagando $52 porque la población está afectada por la inflación, más de un 40% de pobreza a nivel país, y el azote de la inflación sobre sus gastos. Sería como hacer optativos los impuestos: nadie los pagaría. Por eso estimamos que muy poca gente va a renunciar voluntariamente, como ya ocurrió otras veces con llamados voluntarios a renuncias de subsidios. Desde el punto de vista “voluntario” poca gente renuncia a subsidios pudiendo cobrarlos, de la misma forma que no pagaría impuestos pudiendo evitarlos.
-Esta medida del Ministerio, ¿fue conversada con AAETA?
-Nos enteramos de esto junto con el resto de la población. Hasta la semana pasada, entre tarifa y subsidios, el Ministro nos dijo que como valor real del boleto habría un total de $350 hasta fin de año ($70 más que los $284 actuales), que deberían alcanzar para paritarias y ajustes de costos no salariales hasta fin de año. Nosotros planteamos que es insuficiente, porque el costo real que calculamos a agosto es de $430, y $530 a octubre por todo concepto. Por eso, estos $700 no se condicen con nada.
-¿Cuáles deberían ser los pasos a seguir en este contexto? ¿Qué debería pasar con los subsidios?
-Como operadores opinamos que es potestad del Ministerio de Transporte definir a qué segmento de la población subsidia y a quién no. Nuestra posición es que antes de eso debe haber una tarifa técnica razonable que cubra los costos, que aumentan todas las semanas por inflación. Ese es el primer paso, sino no hay forma de garantizar servicios adecuados. Ese es el verdadero problema actual.
-¿Qué pasa con el déficit?
-Hoy hay un déficit llegando al 50% si consideramos los reclamos gremiales y el atraso producto de la inflación. Los subsidios están calculados en base a los precios de insumos de abril, y además la tarifa está congelada. Resuelto este problema, luego el Estado podría definir quién paga tarifa completa y a quién se orientan los subsidios. En nuestra opinión, deberían ser para los pasajeros que no puedan pagar la tarifa bien calculada (en torno a $530 pesos al mes de octubre, aproximadamente).
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