Héctor Daer dijo que no habrá reforma laboral si lo que en realidad quiere el Gobierno es recortar derechos.
Héctor Daer y Maia Volcovinsky fueron las voces más críticas. Lo que se propone no es una reforma laboral sino un recorte de derechos, dijeron.
Luego un lunes en silencio, la CGT se sumó a las críticas a la reforma laboral que pretende implementar Javier Milei a fin de año y anticipó que se va a oponer activamente a los intentos de flexibilización. A una semana de la elección de autoridades en la central obrera, las voces que expresaron el rechazo fueron las de Héctor Daer, uno de los secretarios generales salientes, y Maia Volcovinsky, que suena para sumarse a la conducción.
Daer arremetió con fuerza contra el plan de precarizar fuertemente las condiciones de trabajo que explícitamente aparece en el borrador de reforma laboral de La Libertad Avanza. » No va a haber ninguna negociación para ceder derechos», aseguró.
El punto de vista generalizado, y no solo en la CGT, es que, en medio de una situación ya de por sí crítica, el proyecto oficial va a hacer que aumenten los despidos. Esto significa más trabajadores sin sustento pero también menos afiliados y recursos para los sindicatos.
Por eso, el veterano líder cegetista arremetió con fuerza contra el plan como ya lo había hecho Gerardo Martínez antes de las elecciones del domingo. En este punto, hay unidad de todas las líneas que conviven a los tironeos en la principal central obrera del país.
Con este telón de fondo, el hombre fuerte de Sanidad comentó que la posibilidad de diálogo con el Gobierno está condicionada a que la reforma sea para «progresar» en materia de derechos y no para eliminarlos.
El «menú táctico de la CGT
«Si la reforma laboral es progresiva es una cosa. Nosotros tenemos un concepto claro de discusión de progresión de derechos. Y si es para retroceder, si es para ceder, no va a haber ninguna negociación de ningún tipo», sentenció Daer.
El sindicalista cuestionó con énfasis la idea de «salario dinámico» expresada por el secretario de Trabajo de la Nación, Julio Cordero, en su presentación en la Comisión de Presupuesto y Hacienda de la Cámara de Diputados, según la cual las empresas podrían aumentar o reducir remuneraciones sin importar lo que indique el convenio laboral o lo que se acuerde en paritarias. Daer dijo que es «un delirio que no existe en ningún lugar del mundo».

El dirigente denunció que, incluso con las normas actuales, «tener un trabajador formal o informal da lo mismo: las multas ya no existen y se busca generar un mercado de capitales con los fondos de indemnización».
Daer insistió en que el verdadero debate que necesita Argentina no es cómo quitar derechos, sino cómo «generar fuentes de trabajo y formalización del trabajo». Y anticipó que la CGT tiene diseñado un «menú táctico» para resistir en todos los frentes posibles.
Esto incluiría “acción política, presentación de recursos judiciales y, en caso de ser necesario, paros y movilizaciones masivas”, replicando lo que sucedió con la reforma laboral incluida en el DNU 70/23 -con muchos aspectos que retoma el proyecto actual-, frenada con movilizaciones, paros y una presentación en la Justicia laboral.
Volcovinsky: «Le dicen reforma laboral a un recorte de derechos»
En sintonía con Daer, la secretaria adjunta de la Unión de Empleados Judiciales de la Nación (UEJN) y cosecretaria de Derechos Humanos de la CGT, Maia Volcovinsky, señaló que la CGT tendrá un rol central como “custodia de los derechos de trabajadoras y trabajadores”.
La sindicalista judicial advirtió que cada vez que se habla de “reforma laboral” en la Argentina, lo que se propone en realidad no es una reforma sino un recorte de derechos: flexibilizar, fragmentar y debilitar la negociación colectiva.
Godoy se sumó a las voces en contra del proyecto de reforma laboral y anticipo pelea «en las calles»
Volcovinsky sostuvo que los proyectos presentados hasta ahora por el gobierno de Milei “no generaron empleo digno, sino todo lo contrario: llevaron los salarios a estar entre los más bajos de la región, impulsaron el crecimiento del empleo informal y del pluriempleo, provocaron la destrucción de más de 200 mil puestos formales y el cierre de 15 mil pymes”.
En esa línea, enfatizó que “hablar de salarios dinámicos es abrir la puerta a bajarlos, proponer “convenios por empresa” apunta a debilitar la negociación colectiva, y extender la jornada laboral a 12 horas -como propuso el ministro Federico Sturzenegger– «acerca a formas extremas de explotación, especialmente para las mujeres, que además destinan en promedio más de seis horas diarias a tareas de cuidado”.




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