Quita de subsidios: los servicios ya representan el 13% del salario y el plan es que sigan aumentando
Con la eliminación de subsidios a luz, gas y agua, en un hogar promedio cada vez se destina mayor dinero para pagar boletas. El transporte tendrá otro aumento fuerte.
En efecto, cumple con las características para ser considerado un tarifazo: en los últimos meses, con la quita de los subsidios en los servicios públicos que se dispuso desde el Gobierno nacional, se duplicó el peso que tiene el combo de tarifas de energía en un hogar promedio sobre la canasta familiar y en relación con los salarios.
Las cifras encienden las alarmas porque, además, esto recién empieza: el Gobierno todavía no arrancó con la quita de subsidios fuerte que tiene prevista para hogares de ingresos medios y bajos.
Además, desde el mes próximo, por el cambio de tarifa estacional, habrá un fuerte aumento para hogares de altos ingresos, comercios e industria, especialmente en el gas.
Por otra parte, los precios de los servicios seguirán subiendo atados a la inflación y no a índice alguno de evolución salarial. Y, también en el caso del gas, buena parte de la tarifa fue dolarizada por lo cual en caso de que hubiera una devaluación, esto tambén generaría un salto importante hacia arriba en los valores a pagar.
De un 6% a un 13%
Por lo pronto, la canasta de servicios públicos de AMBA– que incluye el consumo eléctrico, gas natural, agua potable y transporte público-, pasó de representar el 6% del salario promedio de un trabajador a un 13% en el mes de abril. Dichos valores reflejan un aumento de 241% en los últimos cuatro meses, otra de las causas de la inflación y la pérdida del poder adquisitivo.
De esta manera, bajando ese porcentaje a la realidad, según cifras difundidas por el Observatorio de Tarifas y Subsidios en el Instituto Interdisciplinario de Economía Política (IIEP), que depende de la UBA y el Conicet, el combo de servicios aumentó en promedio de $30.100 en diciembre a $102.779 en abril.
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Esto se debió a la decisión original der la administración libertaria de recomponer en los primeros cinco meses de gestión el costo de los servicios de gas, electricidad, agua y transporte público, y avanzar en regularizar los precios relativos para lograr el objetivo de equilibrio financiero para este 2024.
En ese sentido, se aplicó una baja a los subsidios de electricidad y gas, con el fin de recomponer las tarifas a las empresas distribuidoras y transportistas de esos servicios, tal como lo han detallado fuentes oficiales.
Si bien el ministro de Economía, Luis Caputo, debió bajarle la velocidad al plan inicial de barrer rápidamente con los subsidios porque de otro modo se le hubiera disparado la inflación mucho más arriba de lo que ya viene estando, la idea del Ejecutivo no cambió y su luz al final del túnel sigue siendo la de no subsidiar nada.
Más números de subsidios y tarifas
Entre otros incrementos, también se puede mencionar el tan discutido boleto de colectivo en el AMBA que pasó de una tarifa mínima de $52,96 en diciembre a $270 en febrero, lo que representó un alrededor de 410%, y que en mayo volverá a tener un fuerte aumento -lo mismo que el boleto de tren, que subirá más del 50%- porque se aplicará el ajuste por inflación mensual que se postergó en marzo y abril precisamente para contener el número mensual del INDEC.
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Asimismo, uno de los últimos anuncios fue el aumento en la boleta de AYSA del 209%, para el servicio de agua, que, en un hogar de la ciudad de Buenos Aires, de tres ambientes, pasó de valer $6677 a $20.631.
Habrá que pasar el invierno
Sin dudas, el servicio que más impacto tuvo fue el del gas natural que tuvo una suba del 561% respecto a diciembre, ya que un usuario promedio pasó de pagar $2958 a $19.567. A su vez, el aumento en tarifas de energía eléctrica es de 74%.
Estas subas en los servicios públicos que representaron el 241% desde diciembre a abril repercuten directamente en los bolsillos de los empleados dado que esta situación, sumado a la inflación, sólo colaboran a que el salario rinda cada vez menos.
Las cifras preocupan a muchos trabajadores con sueldos promedio, sobre todo, considerando que la mayor alza fue en el gas y se viene el invierno y el uso de estufas y calefactores eléctricos también aumentan.
A partir de esto, muchos usuarios comenzaron a cuidar los consumos, desenchufando artefactos que no estén en constante uso como televisores, lavarropas, cargadores de teléfonos y electrodomésticos pequeños; así como no dejar prendidas hornallas que no estén utilizándose, así como restringir el uso del horno, entre otras medidas. ¿Se viene un invierno de casas frías?
El trámite para mantener subsidios, más difícil
El nuevo esquema de subsidios, por otro lado, será limitado en el tiempo: es decir, los usuarios deberán declarar, al menos anualmente, sus condiciones socioeconómicas y la necesidad de mantenerlos.
En el caso de quienes cumplan con los criterios para recibir el subsidio, Energía subsidiará la Canasta Básica Energética (CBE) cuando su valor exceda un porcentaje del ingreso total del hogar, el cual, en principio, sería de 10%. Un dato: la CBE variará para cada mes del año en función de la zona bioambiental del hogar solicitante, la cantidad de convivientes y la disponibilidad de energía.
Las zonas bioambientales en las cuales se dividió el país son seis: muy cálido, cálido, templado cálido, templado frío, frío y muy frio. En tanto los hogares se dividen en tres tipos: hasta dos personas, tres o cuatro personas; y cinco personas o más.
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